Las empresas, o cualquier otro tipo de organización que implique dirección de equipos de trabajo, como pueden ser los equipos deportivos, necesitan un director de orquesta que sepa gestionar eficientemente diversas situaciones para afrontar el futuro de la organización con éxito. El problema es elegir al mejor director de orquesta para que ésta no desafine.
¿Directivos de la propia organización o de fuera?
Lo ideal sería siempre poder formar dentro de la propia organización a líderes capaces de dirigirla el día de mañana. El líder no nace, se hace.
Pongamos el ejemplo de un equipo deportivo. Los directivos del club han de decidir antes del inicio de la pre-temporada si fichan a un entrenador foráneo o le dan la oportunidad a algún entrenador de la cantera. Porque sí, los clubes no solo deben formar jugadores, sino también entrenadores capaces de liderar equipos profesionales.
El líder no nace, se hace.
El caso de un líder hecho en casa.
Un caso que conozco personalmente es el de Diego Ríos, entrenador profesional de futsal, que en 2011, cogió las riendas de un equipo profesional de la Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala, contaba con tal solo 27 años. Mantuvo al equipo en la Primera División de la mejor liga del mundo durante las 3 temporadas que estuvo al frente del equipo técnico y se consagró como entrenador profesional. Entrenador revelación formado en casa. Lideró a un grupo de deportistas que confiaban en él bajo una metodología de trabajo de cantera trabajada con anterioridad.
Y repito, la cantera son tanto técnicos como jugadores. Con la mayoría de jugadores de la cantera que conocían el sistema de trabajo a la perfección, los que tuvieron que adaptarse a la nueva situación fueron los jugadores foráneos. Más conocidos son los casos del Barça de Guardiola o el Athletic Club de Bilbao, grandes formadores de futuros líderes.
Formar líderes desde dentro.
En una empresa pasa lo mismo. Al conocer mejor la organización, su filosofía y estructura el tiempo de adaptación será inferior a un directivo foráneo y los compañeros a su vez se adaptarán mejor a la nueva situación. Cuando necesitamos fichar fuera de la organización este ciclo habrá que reiniciarlo para cada nueva persona que se incorpore. Evidentemente, esto es un ideal y no siempre es posible conseguirlo por lo que si no tenemos un líder interno habrá que acudir al mercado laboral externo para buscar al que más se ajuste.
Diferencias entre un gestor y un líder.
Según Alcaide, Casado y Vilallonga (2003) las organizaciones deben ser conscientes de que los resultados empresariales son debidos directamente a las acciones de todos los miembros de la organización, siendo el comportamiento del líder el más relevante ya que es la referencia de la organización. Es por esto que los directivos han de pasar de ser gestores a ser líderes, generalmente transformadores.
>> Artículo relacionado: Empowerment: el arte de saber delegar.
La personalidad de un líder.
No todo el mundo va a llegar a ser líder, solo aquellos que consigan reunir las cualidades de personalidad características de un buen líder lo conseguirán. Estas habilidades de liderazgo también se pueden trabajar, aunque si bien es cierto que existen personas con mayor predisposición genética para ello. Algunas de las habilidades de un líder son las que siguen:
- Personales: autoconfianza, autocrítica, autoeducación, objetividad, retroalimentación, paciencia, firmeza, generosidad y asertividad.
- De relación: comunicativo, consideración hacia los demás, negociación, convencimiento, empatía, delegación, percepción del mundo que lo rodea, sensibilidad, sinceridad y transparencia.
- Habilidades para la dirección de grupos: definición de la misión, valores y objetivos a lograr; manejo de reuniones; presencia directiva e institucional.
13 Principales diferencias entre gestor y líder.
Estas son 13 de las principales diferentes entre gestor y líder, con algunos enlaces a otros artículos relacionados con algunas de ellas:
- Planificación: un gestor planifica anual, trimestral y mensualmente; mientras que un líder lo hace anual, semanal e incluso diariamente.
- Ejecución y valoración: los gestores lo hacen al trimestre, al mes o en los mejores casos diariamente. Un buen líder ejecuta y valora el trabajo diariamente.
- Ajustes: al igual que en el punto anterior, mientras que el gestor lo hace mensual o trimestralmente el líder se ajusta a las necesidades día a día.
- Entrenamiento: un gestor no se sigue formando; un líder se forma a diario y tiene unos objetivos para la mejora del desempeño, tanto personales como para el grupo de trabajo. >> Artículo relacionado: Entrenar para entrenar: la importancia de formarse en competencias
- Metas: para un gestor las metas son las impuestas por la organización. Para un líder las metas son impuestas por el mercado donde trabaja. Por ejemplo, un entrenador deportivo sería un gestor si se conforma con mantener la categoría (si es el objetivo del club); un líder conseguirá este objetivo y aspirará a los que la situación del equipo en la clasificación le otorgue (clasificación europea). >> Artículo relacionado: Cómo establecer metas motivacionales por parte del entrenador-educador.
- Estilo de dirección: los gestores suelen ser autoritarios, mientras que el líder es el ejemplo de todos.
- Disciplina: el gestor se rige por las normas y las órdenes que marca la organización; para un líder la disciplina es parte de los valores y su propio ejemplo personal.
- Relaciones: Mientras que los gestores tienen empleados; los líderes tienen seguidores.
- Escenario de trabajo: la oficina es el lugar de trabajo del gestor; para un líder su escenario de trabajo es el propio el campo de trabajo.
- Selección de personal: el gestor delega la selección totalmente; el líder la dirige y ejecuta personalmente, pero con apoyo de otras áreas de trabajo.
- Sistemas motivacionales: el gestor basa la motivación de sus empleados en su salario económico; un líder además de motivar con un salario justo, propone sistemas motivacionales individuales que permitan el desarrollo de la carrera. >> Artículo relacionado: Como motivar a los empleados: 7 motivaciones básicas.
- Acompañamiento: el gestor solo supervisa, controla y da órdenes de forma ocasional; el líder acompaña diariamente a sus trabajadores y observa su crecimiento personal proponiendo nuevos planes de acción en caso de ser necesarios.
- Sistemas de trabajo: un gestor es uno; un líder trabaja en equipo.
>> Artículo relacionado: ¿Entrenas a un grupo o a un equipo? 10 diferencias entre equipo y grupo.
Formar a tus empleados en habilidades de liderazgo no es una pérdida de tiempo, es una inversión de futuro. Y tú, ¿eres un gestor o un líder?
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Referencias:
Alcaide, F., Casado, J.M., Vilallonga M. (2003). Coaching Directivo: Desarrollando el liderazgo: fundamentos y práctica del coaching. Editorial Ariel: Barcelona.
[…] las diferencias entre líder y gestor pueden parecer claras a partir del hecho que un líder no necesariamente debe trabajar en una […]