El workaholism o adicción al trabajo se produce cuando una persona se implica de forma excesiva en su vida laboral pudiendo llegar a constituir este hecho peligros para su salud, bienestar y felicidad personal, sus relaciones personales o su funcionamiento social. Un trabajólico tiene una irresistible necesidad o impulso a trabajar constantemente.
Uno de los mayores inconvenientes en la prevención de esta adicción es que al contrario de otras adicciones, la adicción al trabajo ha sido considerada erróneamente como una adicción limpia. La sociedad ha valorado positivamente le dedicación intensa al trabajo, la cual iba asociada a un buen sentido de la responsabilidad, al éxito y al poder. Esta buena reputación social llegó a ser vista por algunos autores como un comportamiento positivo que daba lugar a bienestar económico, social, a la autorrealización y satisfacción personal. No se debe confundir la realización de más horas por necesidades de la empresa a la adicción al trabajo. El adicto termina por dejar de lado sus actividades personales con consecuencias negativas en el ámbito familiar, social y lúdico.
Algunos autores indican que un adicto dedica por lo menos 50 horas semanales al trabajo pero el hecho de realizar más o menos horas no es el desencadenante de este problema, sino su actitud hacia la actividad laboral que muchas veces desencadenan ideas sobrevaloradas sobre el dinero, el poder y el éxito personal. El adicto, poco a poco, como suceden con el resto de adicciones (como las drogas) va sientiéndose menos satisfecho con el trabajo (necesitaría más), menos satisfacción con la vida en general (el trabajo es lo que lo llena) y terminará por acarrear problemas de salud físicos y psicológicos.
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Tipos de adicción al trabajo
La triada de la adicción
Los autores Spence y Robbins (1992) definen la adicción al trabajo desde el concepto de triada de la adicción. Entienden que la adicción se compone de tres dimensiones:
- Implicación con el trabajo: dedicación a trabajar.
- Sensación de estar motivado: compulsión por trabajar.
- Disfrute del trabajo: placer que siente la persona por trabajar.
En función de estos tres elementos desarrollaron un cuestionario para la evaluación de la adicción al trabajo denominado WorkBAT (workalcoholism batery) y encontraron que existían tres tipologías de adictos al trabajo o trabajólicos:
- Adictos: alta puntuación en implicación en el trabajo y motivación para el trabajo, pero baja puntuación en disfrute.
- Entusiastas: este tipo de personas puntúan alto en implicación y disfrute pero bajo en compulsión por trabajar.
- Adictos entusiastas: son las personas que puntúan alto en los tres elementos.
De estos trabajos se concluye que para poder hablar de adicción al trabajo se han de dar dos componentes principales:
- Trabajo excesivo: trabajar muchas más horas de las que exige la situación laboral, llevarse trabajo a casa, trabajar fines de semana, durante las vacaciones e incluso estando enfermo. A esto último se le llama presentismo laboral.
- Trabajo compulsivo: es la parte subjetiva de la adicción. Se corresponde a los pensamientos obsesivos sobre el trabajo aunque no se esté presencialmente en él o en horario laboral.
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Factores de riesgo de adicción al trabajo
Personalidad y adicción al trabajo
Los rasgos predominantes de la personalidad de las personas adictas al trabajo se pueden resumir en los siguientes:
- Personalidad obsesiva-compulsiva. Los adictos compulsivos-dependientes experimentan altos niveles de ansiedad, estrés y problemas físicos y psicológicos. Su desempeño real en el trabajo suele ser bajo, al igual que su satisfacción general con la vida.
- Orientación al logro. Suelen ser personas satisfechas con su vida y trabajo con una buena salud. El desempeño laboral es positivo pero correlaciona negativamente con el estrés y el absentismo laboral.
- Perfeccionismo. El adicto perfeccionista se da cuando la persona no puede desempeñar su trabajo con los niveles de control sobre el mismo que él desea. Tiende a experimentar estrés, problemas de salud, relaciones interpersonales hostiles y gran absentismo laboral. Su desempeño y satisfacción son bajos ya que invierten demasiado tiempo en detalles innecesarios.
- Sentido de la responsabilidad. Relacionado con la confiabilidad, la puntualidad, planificación, etc.
Demografía
En mayor proporción sufren de adicción al trabajo los hombres, con puestos directivos, las personas autónomos y aquellos que ejercen labores profesionales retadoras (ingeniero, médico, etc.). Las altas recompensas económicas y el reconocimiento social actúan como reforzadores.
Valores personales
El trabajo tiene un rol de vida y es el centro de la identidad personal. Son aquellas personas que viven por y para autorrealizarse como profesional en un ámbito determinado, lo cual persigue desde sus estudios e ideales. Personas que priorizan estos aspectos a tener una familia, por ejemplo.
Patrón de Conducta Tipo A
EL patrón de conducta Tipo A (PCTA, Friedman y Rosenman, 1974) es un factor de rsgo para la adicción al trabajo. Estas personas luchan de forma excesiva y constante por conseguir el mayor número de logros posible pesar de las opiniones de los demás. Algunas de las características de las personas adictas al trabajo con PCTA son:
- Impaciencia.
- Hostilidad.
- Poca valoración o desvirtuación de los logros, resultados o ideas ajenas.
- Expresión en términos autorreferenciales (yo, yo y yo).
- Afirmaciones arrogantes.
- Sobreimplicación y sobrecompromiso con la organización que forman parte.
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Las personas adictas al trabajo con patrón de conducta A tienen un mayor riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, accidentes laborales, emiten conductas inapropiadas, objetivos poco claros, son impulsivos y enérgicos. Suelen ser personas que realmente poseen una baja autoestima y son poco asertivas, de ahí su predominio de expresiones emocionales de cólera e ira.
Satisfacción laboral y extralaboral
Los adictos suelen estar poco satisfechos con su salario, familia, vida social, compañeros o superiores que los no adictos. Sin embargo muestra una gran satisfacción con su trabajo en general.
Familia y adicción al trabajo
Como sucede con otros tipos de adicciones, si en el ambiente familiar existe antecedentes de adicción laboral se aprenderá este comportamiento por aprendizaje vicario (observación) como un ideal. Entienden que el trabajo es lo que justifica la vida. A su vez, las personas que viven en hogares conflictivos pueden encontrar en el trabajo una vía de escape y refugio, pasando largas horas dedicadas al trabajo sin necesidad.
La organización y la adicción al trabajo
Las características de la propia organización donde se desempeña el trabajo puede propiciar este tipo de problemas. La cultura organizacional que fomenta e incluso premia a sus empleados por realizar amplias jornadas laborales produce un efecto de bola de nieve que contagia a toda la estructura. Las propias demandas laborales que exigen un gran esfuerzo físico, mental y emocional ejercen de metas retadoras para los empleados que se sobrecargarán de trabajo, se presionarán para la entrega de sus tareas en fecha, etc. En este sentido, la autonomía personal es un factor de riesgo para el desarrollo de una adicción al trabajo. Los autónomos, freelance y el personal independiente, por tanto, corren más riesgo de padecer este problema laboral que los asalariados.
Consecuencias de la adicción al trabajo
A corto plazo el rendimiento, satisfacción laboral y desarrollo profesional de los adictos al trabajo es positivo pero suele ir acompañado por la pérdida de satisfacción por otras actividades placenteras. No obstante, no es extraño encontrar a adictos al trabajo que ocupan puestos de responsabilidad por encima de sus estudios, por ejemplo, debido a su trabajo sin distracciones.
La consecuencias más negativas son a largo plazo. Trabajar muchas horas repercute en el desempeño debido al poco tiempo para recuperarse después del esfuerzo físico y mental. Generalmente estas personas duermen menos y la privación de sueño afecta al desempeño (médicos que se quedan dormidos en operaciones) y produce mayores accidentes laborales. El cuerpo tiene un límite. Estos hechos contribuyen a aumentar el estrés laboral y la aparición de burnout (síndrome del trabajador quemado) en una proporción mayor a otros trabajadores no adictos.
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Además, si aceptamos todos los proyectos que nos llegan reducirá la capacidad creativa y a nuestra forma de pensar.
Las personas adictas también son menos propensas a delegar funciones por lo que los compañeros pueden sentirse menospreciados en la organización, lo que acarrea conflictos internos y enfrentamientos. El adicto terminará por ser independiente al resto lo que irá en perjuicio de la propia organización.
El impacto familiar y en las relaciones interpersonales de la adicción al trabajo es evidente. Los niños, quieren que sus padres trabajen menos horas. Quizás ese sea su mejor regalo de navidad.
Muerte por exceso de trabajo
En Japón tienen su propia palabra para definir la muerte por exceso de trabajo: Karoshi. Te recomiendo que leas este otro artículo para conocer algo más sobre este fenómeno >> Karoshi: cuando el trabajo te mata.
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Referencias bibliográficas:
Del Líbano. (2011). A Journey into the Heart of Workaholism: empirical findings from several multi-sample studies. Tesis doctoral, Universitat Jaume I, Castellón.
Moriano León J.A. (2012). Adicción al trabajo. En Alcover, C.M.; Moriano J.A.; Osca A.; Topa G. Psicología del Trabajo (pp.253-283). Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia. Juan Antonio Moriano León
Spence, J. T. y Robbins, A. S. (1992). «Workaholism: Definition, Measurement, and Preliminary Results». Journal of PersonalityAssessment, 58(1), 160-178.
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