Durante el ciclo reproductivo se producen frecuentes desajustes físicos, psicológicos y emocionales en las mujeres, siendo el periodo del embarazo determinante a la hora de la implicación sobre la gestación del feto. Es por eso de vital importancia mantener un óptimo estado de tensión que no modifiquen el correcto funcionamiento del sistema endocrino que afectará directamente también a la frecuencia cardíaca del feto. Las situaciones de estrés mantenidas durante el embarazo de manera prolongada pueden ser causa de que el bebé sufra niveles altos de activación e irritabilidad o patrones irregulares de sueño o alimentación (Mussen, et al., 1986).
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La mujer debe afrontar una gran cantidad de cambios en un tiempo relativamente corto que generan niveles altos de estrés por lo que las técnicas de relajación se presentan como una estrategia de afrontamiento del estrés que reducirá los niveles de ansiedad y depresión, así como aumentar la confianza en sí misma (Nereu, Nieves y Casado, 2013).
Esto es lo que ha demostrado un estudio conjunto de la Universidade do Algarve y la Universidad Complutense de Madrid en 2013. Según esta investigación en la que participaron 46 mujeres embarazadas de entre 18 y 38 años de edad demostrándose que la práctica regular de técnicas de relajación redujo los niveles de presión arterial sistólica y diastólica, frecuencia cardíaca y variables emocionales negativas como el estrés, la ansiedad o los sentimientos de tristeza.
Las variables de tasa cardíaca y presión arterial fueron medidas por un tensiómetro similar al modelo M3 de Omron comprobando que los valores obtenidos tras el programa de relajación fueron entorno a 4 puntos inferiores de media en cuanto a la presión arterial y casi 2 puntos en la tasa cardíaca. Para medir los estados de depresión, ansiedad y estrés se utilizó la Escala de Ansiedad, Depressao e Stresse, EADS-21, de 21 ítems y mostrando también valores inferiores en todas las variables emocionales medidas.
Durante el embarazo se producen múltiples cambios físicos (mayor circulación sanguínea, aumento de peso, reestructuración ósea, etc.) y psicológicos (estrés, ansiedad, depresión, etc.), entre estos últimos la mujer vive varios estados emocionales a lo largo de la gestación:
Gran parte de nuestra salud y la de nuestros hijos depende de nuestros comportamientos de salud, entendidos como aquellos que realizan las personas con el fin de estimular o mantener nuestra salud (Taylor,1986). Estas conductas de salud, como controlar nuestra presión arterial, no fumar, realizar ejercicio o realizar conductas de reducción de riesgo como las mencionadas técnicas de relajación durante el embarazo pueden ser elementos claves en la prevención de enfermedades y dependen exclusivamente de nuestras propias creencias, actitudes y comportamientos. Crear autoconciencia personal sobre nuestra salud es clave para mejorar nuestro bienestar futuro. El cambio está en tu mano (y en tu mente).
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Referencias.
Nereu, M.B., Nieves, S., Casado, M. I. (2013). Estrategias de relajación durante el período de gestación. Beneficios para la salud. Clínica y Salud, 24, 2. 77-83.
Mussen, P., Conger, J., Kagan, J. (1986). Factores genéticos y prenatales en el desarrollo. Aspectos esenciales del desarrollo de la personalidad en el niño. México: Trillas.
Taylor, S.E. (1986). Health Psychology. Nueva York: Random House.
