Selección de Personal

Cómo ser un buen entrevistador

Un buen entrevistador debe dirigir la entrevista con el objetivo de obtener información precisa sobre la persona entrevistada y evaluar esos datos para conocer si es el candidato idóneo para el puesto de trabajo ofertado. Si quieres potenciar tus dotes como entrevistador en la selección de personal debes tener en cuenta una seria de principios y factores y entrenarlos para conseguir entrevistas más eficientes y por tanto reducir también los costes de selección de personal.

Antes de seguir leyendo este artículo (o después) te recomiendo leer los 12 errores del entrevistador en la selección de personal.

Principios básicos para ser un buen entrevistador

En las entrevistas de trabajo se deben cumplir siempre estos principios básicos:

  • Indivualización. Todos los candidatos entrevistados son diferentes.
  • Objetividad. Evitar los prejuicios y estereotipos durante la sesión.
  • Autodeterminación. Las personas tienen derecho a tomar por sí mismo todo tipo de decisiones. Respeta siempre los derechos asertivos básicos del entrevistado y los propios.
  • Neutralidad. Debes realizar el mismo tipo de entrevista para todos los candidatos.
  • Respeto absoluto al entrevistado. Esto creo que es evidente.
  • Secreto profesional. Cuando hacemos una entrevista estamos recogiendo datos personales que deben permanecer confidenciales, solo se informará a terceros de las conclusiones sin entrar en detalles más personales. Además, se le debe informar al entrevistado de este hecho para generar mayor confianza.

Cómo ser un buen entrevistador

Una vez tengamos claros los principios básicos y los objetivos de la entrevista de trabajo se deben tener en cuenta una serie de factores que serán determinantes para la eficacia de la entrevista:

1. Clima de confianza y motivación

El comportamiento del entrevistador influirá directamente en la conducta del entrevistado por tanto es crucial cuidar los detalles para generar un buen ambiente (rapport).

  • Imagen y postura. La mirada y nuestra posición corporal son los mejores transmisores de emociones por lo que debemos intentar que fluyan a través de ella manteniendo una buena presencia.
  • Lenguaje. Para conseguir mayor confianza, debemos de tener un lenguaje que sea común al del entrevistado para que la comunicación sea más fluida, evitando demasiados tecnicismos y respetando los turnos de palabra.
  • Tono de voz. Mantener un tono agradable y cordial, sin elevar la voz demasiado.
  • Simpatía. Debemos tratar de mantener unos buenos modales y ser amables con el entrevistad. Piensa que el que más tenso y nervioso en general será el candidato que es el que se enfrenta a la prueba. Para conseguir una información más veraz debemos intentar que ese nerviosismo se reduzca para que las respuestas sean más coherentes y no guiadas por las presión del momento. La entrevista puede generar en el entrevistado altos niveles de estrés.
  • Empatizar y ser asertivo. Con el mismo objetivo del punto anterior, se debe actuar sin ansiedad ni de forma agresiva de manera sincera y asertiva pero sin atacar al entrevistado. Recuerda que empatizar no tiene porqué implicar un acercamiento emocional excesivo, mantén las distancias.

Si tienes en cuenta estos factores, conseguirás que el entrevistado se sienta más motivado formación requerida y estará más tranquilo con lo cual mostrará de manera más fiable sus competencias reales eliminando los miedos que pueden bloquearlas.

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2. Reforzar

Una vez que hemos conseguido la motivación suficiente en el entrevistado debemos intentar mantener esa motivación activada para que mantenga su conducta proactiva, para ello debemos saber reforzarla. Para reforzar al entrevistado podemos utilizar algunas técnicas de reforzamiento básicas como estas:

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  • Hacer breves pausas expectantes (entorno a 5-10 segundos). Este silencio incitará al entrevistado a continuar hablando porque sabe que no lo interrumpiremos.
  • Asentir. La persona debe ver que le estamos prestando atención para ello podemos asentir con la cabeza moviéndola o bien decir palabras del estio ‘aham’ o ‘ya’, ‘que interesante’, ‘umm’ u otras onomatopeyas que sirvan para asentir lo que estamos escuchando y provocar que siga hablando.
  • Reflejar ideas. El entrevistador puede parafrasear durante la conversación las ideas que va escuchando del entrevistado, esto le hará sentir entendido, reafirmando con las propias palabras la explicación del entrevistado. Por ejemplo: ‘como bien dice, esa empresa de la que me habla es un referente en el sector’.
  • Resumir. Al final de la entrevista o bien al terminar alguna fase de la misma intentar sintetizar de forma resumida lo que se ha hablado para que el entrevistado sepa que se le ha entendido todo correctamente y dándole la oportunidad de poder realizar alguna aclaración en caso de no ser así.

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3. Saber escuchar y preguntar

Oír no es escuchar, debemos prestar atención de forma activa mostrando interés y manteniendo el contacto visual elaborando expresiones que denoten comprensión. Además, recordemos que la entrevista es una conversación entre personas con lo cual no se debe entender como un interrogatorio unilateral.

Para preguntar debemos conocer los tipos de pregunta que debemos hacer en cada momento de manera más conveniente teniendo en cuenta el momento y estado de ánimo del entrevistado e intentando evitar preguntas cerradas de respuestas dicotómicas (sí o no). Mejor preguntas abiertas que nos darán mayor información y harán reflexionar al candidato.

Otras de las preguntas que se deben evitar son las que su respuesta vaya implícita en la pregunta o sean guiadas a una determinada contestación. No sirve de nada preguntar algo que ya sabemos la respuesta, lo único que lograremos será poner más nerviosa a la otra persona.

Cuando estamos preguntando debemos de realizar algún comentario al respecto de la pregunta o aclaración para que la otra persona se sienta un poco más cómoda por no entender la pregunta correctamente. De hecho, cuando estas preguntas son delicadas lo ideal es utilizar preguntas del tipo impersonal para que la otra persona no se sienta directamente juzgado o atacado.

4. Obtener la información que se necesita

Para lograr la información que queremos podemos uilizar tres tipos de técnicas: inicio, enfoque y sondeo.

  • Inicio. Al iniciar la entrevista e incluso antes de que la otra persona esté físicamente con nosotros debemos indagar sobre el campo de la información que queremos saber, por ejemplo si la otra persona es capaz de resolver problemas de manera eficaz o en situaciones de estrés. Para ello podemos mirar previamente en su currículum si realmente ha podido estar expuesta a a este tipo de situaciones por sus trabajos anteriores. Ya en la entrevista indagaremos sobre ello mediante preguntas abiertas e indirectas.
  • Enfoque. Cuando nos interesa una determinada información podemos repetir preguntas expresándolas de diferente forma para que la otra persona siga ‘soltando’ datos referidos a nuestro tema de interés.
  • Sondeo. Se trata de profundizar en el mismo campo realizando preguntas periodísticas del estilo: ‘¿por qué?, ‘¿cuándo?’, ‘¿cómo?’, ‘¿quién?’.

5. Registro y evaluación de la información

Por último recalcar que el entrevistador debe ser capaz de sintetizar toda la información recabada de forma objetiva para poder analizarla en ausencia de prejuicios o ideas preconcebidas. El entrevistador debe manejar esta información de manera flexible y no extrema. Además, un buen entrevistador debe tener capacidad crítica y saber contrastar la información que ha recibido con la del resto de candidatos al puesto de trabajo.

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Iván Pico

Director y creador de Psicopico.com. Psicólogo Colegiado G-5480 entre otras cosas. Diplomado en Ciencias Empresariales y Máster en Orientación Profesional. Máster en Psicología del Trabajo y Organizaciones. Posgrado en Psicología del Deporte entre otras cosas. Visita la sección "Sobre mí" para saber más. ¿Quieres una consulta personalizada? ¡Escríbeme!

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