Educación

La pregunta como base del desarrollo del pensamiento crítico

Llevo año dando formaciones para el desarrollo del pensamiento crítico para jóvenes y adolescentes aplicado a la prevención de adicciones y cada día que pasa veo más necesario el mismo. La sociedad en la que estamos sumergidos se basa en un principio básico de inmediatez que gestiona una automatización de las respuestas que nos llevan a tomar decisiones erróneas basadas en un pensamiento que no llega a ser ni racionalizado. ¿Por qué estamos montando este tipo de sociedad? Es fácil, cuánto más automatizada sea la respuesta y menos preguntas hagamos, más fácilmente podremos ser influenciados o manejados por aquellos que marcan las normas de venta. Sí, de venta. Somos un producto de consumo maximizado.

Esquema del pensamiento crítico en la toma de decisiones

Mis charlas las focalizo siempre en las preguntas y la interacción con las personas que la reciben, porque precisamente en eso de basa el desarrollo del pensamiento crítico, el preguntarse las cosas y a partir de ese proceso dejar de automatizar aquellas cosas que necesitan de un proceso de toma de decisión más racional. Para ello, escribo siempre en la pizarra este esquema, de cosecha propia, sobre el que baso el resto de explicaciones. Este artículo lo estoy escribiendo en un pequeño rato libre que tengo, y el esquema lo acabo de hacer en un papel, con más pausa y detenimiento quizás lo haga mejor, más detallado y más desarrollado, tanto el artículo como el esquema, pero para ahora sirve.

Esquema de tomas de decisiones aplicado al pensamiento critico. Fuente propia: Iván Pico | psicopico.com. Queda prohibida la reproducción total o parcial sin consentimiento.

 

Cuando la respuesta no es la solución

El pensamiento crítico es la capacidad de dudar de que lo que nos presentan delante es cierto o no

. Para ello, es esencial crear esa duda, para ello la pregunta básica es preguntar que qué creen que es más importante si una pregunta o una respuesta. Entendida la respuesta como todo aquel mensaje que recibimos en forma de imágenes, texto, videos, explicaciones y que hoy en día debido al a gran sobreinformación que tenemos es exponencialmente difícil de gestionar por nuestro cerebro. En la mayoría de las veces, la respuesta común del adolescente es que es más importante la respuesta, y ese es el primer error. Cuando recibes una respuesta sin haberte hecho ninguna pregunta previa sobre la misma, tu cerebro identifica esa respuesta y le da un sentido basado en la propia respuesta. Te crees lo que ves con la información de que dispones. No es culpa tuya, el cerebro trata de ser eficiente ya que tiene que responder a unos 35.000 problemas diarios, y la mayoría de ellos lo hace de manera automatizada, por lo que comete errores o sesgos cognitivos casi constantemente, por propia eficiencia y consumo energético. Cuando una persona ve una publicación en TikTok, por ejemplo, recibe solo respuestas a estímulos por los que en ningún caso preguntó por ellos pero que igualmente activan el sistema de reforzamiento cerebral para captar nuestra atención lo máximo posible. Ahí residen el primer error y la maquinaria de la influencia social comienza a funcionar. Por tanto, lo realmente importante es la pregunta. 

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Cuando tomamos una decisión en base a una respuesta, procedente de una fuente de información que en la mayoría de las casos está sin contrastar, terminamos por creerla. Y cuantas más veces recibimos ese impacto más interiorizamos esa respuesta (así funciona la publicidad y la propaganda, y por eso llenan las calles de las caras de los políticos antes de las elecciones… entre otras muchas razones). Se va a crear en el cerebro una respuesta preestablecida, que cuando tengamos que tomar la decisión se va a tomar de manera automatizada. En parte es de lo que ya hablaba Daniel Khaneman en Pensar Rápido, Pensar DespacioNuestro cerebro, esa respuesta endulzada comienza a gustarle y necesitará de ese tipo de respuestas, sin preguntas, para seguir tomando decisiones que cada vez son menos racionales. Y ahí le venden al consumidor cualquier tipo de producto, servicio, creencia o ideología basada en bloquear el pensamiento. En bloquear la pregunta. En evitar que la gente piensa de manera crítica y fomentando la respuesta emocional rápida y automática. Lo cual crea, entre otras cosas, situaciones de odio o polarización de la sociedad.

Aprobar no implica aprender

Es como cuando tu apruebas un examen porque sabes las respuestas del examen porque las has podido copiar. Muy bien, de manera inmediata eso al cerebro le gustará, pero sigues sin tener ni idea de la materia. Por tanto, el día que tengas que enfrentarte a ese problema, porque problemas vamos a tener siempre, tu capacidad de decidir correctamente será muy limitada o nula. Lo peor de todo esto que la gente piensa que es capaz de controlarlo, tenemos un principio de invulnerabilidad tan grande y un ego tan poderoso que no permitimos que podamos ser vulnerables, cuando la vulnerabilidad es lo que nos hace más poderosos a la hora de evitar peligros y riesgos innecesarios.

Es exactamente lo que le sucede a una persona que decide o más bien “decide” comenzar a fumar. En la cajetilla de tabaco da igual que ponga ese mensaje de FUMAR MATA y que proceda de una buena fuente de información. El sistema se encargará de mandarte otros tantos millones de mensajes de respuesta automática que le hagan pensar a tu cerebro que no está tan mal, que lo necesitas para potenciar tu propio estatus social o que no pasa nada por fumarte un cigarrillo, con una presión social de validación tremenda. Error. Caíste en la trampa. Como la sociedad no va a vender alcohol a los adolescentes si les llevan diciendo toda la vida que para pasarlo bien tienen que beber. ¿Seguro? Solo es una necesidad creada como otras tantas en beneficio del que vende el producto de consumo, que si crea adicción mejor. Negocio redondo.

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Por tanto, volviendo al esquema. Cuando partimos la toma de decisión solo de respuestas nos volvemos personas manejables. Sin embargo, si activamos el mecanismo de la pregunta, lo que estamos haciendo es pensar (y por eso es tan importante estudiar, resolver problemas, etc.) y cuando preguntas obtienes más respuestas, con mejor información que podrá contrastar la anterior que tenías automatizada. Así, decidirás mejor y cometerás menos errores o sabrás resolver mejor los problemas. Pero esto no interesa. Lo que interesa es que esté en TikTok y pienses lo mínimo posible mientras sigues jugando a esa tragaperras que funciona mediante reforzamiento por intervalo variable que nos convierte en perros falderos, pero eso es otra historia. Toda la maquinaria del sistema de consumo está basada en que pienses lo mínimo posible. Cuando tenga tiempo lo desarrollaré con calma. Somos autómatas y marionetas, ya lo decía en el primer artículo que escribí para la web allá por el año 2015.

Ya lo decía Descartes. Pienso, luego existo. Y ahora, ni pensamos ni existimos.

Iván Pico

Director y creador de Psicopico.com. Psicólogo Colegiado G-5480 entre otras cosas. Diplomado en Ciencias Empresariales y Máster en Orientación Profesional. Máster en Psicología del Trabajo y Organizaciones. Posgrado en Psicología del Deporte entre otras cosas. Visita la sección "Sobre mí" para saber más. ¿Quieres una consulta personalizada? ¡Escríbeme!