Querer es poder. Sin embargo, en numerosas ocasiones nos sentimos incapacitados a la hora de emprender hacia la consecución de metas. El nivel de autoeficacia es el que marca la creencia en nuestras propias capacidades para hacer frente a diferentes situaciones o retos, organizando y ejecutando las tareas o acciones necesarias hacia el éxito.
Fue el famoso psicólogo Albert Bandura el que introdujo el término autoeficacia percibida como parte de su Teoría del Aprendizaje Social, elaborada en 1977. Para Bandura, la autoeficacia es fundamental para activarnos hacia la realización de una conducta. Por tanto, un alto nivel de autoeficacia está relacionado directamente con personas con aspiraciones positivas, emprendedora y con menores niveles de ansiedad ante posibles amenazas. Por otro lado, las personas con niveles bajos de autoeficacia se sentirán bloqueadas por sus creencias, normalmente erróneas, de no ser capaces de realizar las tareas hacia el éxito.
“Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso.”
Albert Bandura (nacido en 1925)
Según Bandura (1997), las creencias de autoeficacia se conforman en base a cuatro pilares fundamentales:
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La autoeficacia es relevante para cualquier tarea del comportamiento humano: realizar las tareas del hogar; realizar la “operación bikini”; realizar un viaje etc. Sin embargo, cobra un especial relieve a la hora de relacionarlo con el emprendimiento laboral y la capacidad iniciar nuevas tareas y trabajos.
Nuestras creencias de autoeficacia profesional van a influir en nuestra capacidad de elección en el desarrollo de nuevas actividades, como el desarrollo de un negocio o la prospección laboral en busca de un trabajo. En ocasiones, las personas tienden a evitar realizar las tareas que no se sienten capaces de dominar. Es por esto que nos asustan ciertas ofertas de trabajo, que parecen solo reservadas a la élite, a altos ejecutivos con múltiples másters o experiencias de años; con unos nombres en inglés que definen puestos que solo parecen destinados a miembros ejecutivos de la NASA.
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Ofertas de trabajo como la descrita en al párrafo anterior, con altas exigencias, van a aminorar la autoeficacia percibida de las personas que lo leen, que se sentirán incapaces de realizar todas esas tareas exigidas y se echarán para atrás a la hora de echar su CV en esa oferta. En parte, exigir altas capacidades para los puestos de trabajo va a servir de filtro de esas personas que no tienen la aspiración suficiente o la creencia en sí misma de ser capaz de llevar a cabo ese trabajo. Aunque hayan exagerado en las capacidades o competencias exigidas y después el trabajo implique una menor carga. Las empresas buscan a personas con motivación de logro y capaces de afrontar el reto del trabajo. Estas personas son las que después serán más rentables para su organización.
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Por tanto, las creencias de autoeficacia profesional:
En psicología, se entiende a la autoeficacia como un constructo de la personalidad, como habilidad general de uno mismo hacia el éxito (Schwarzer, 1999) por lo que se convierte en parte importante para el desarrollo personal y profesional, afrontando las situaciones nuevas hacia la consecución del éxito personal.
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