Educación

Tener cerca nuestro smartphone ya afecta a nuestra capacidad cognitiva

Somos tan dependientes de nuestros teléfonos que la mera presencia de nuestro smartphone tiene efectos directos sobre nuestra capacidad y eficiencia cognitiva. A pesar de que los teléfonos inteligentes nos brindan la oportunidad de conexión constante a información y son fuentes inagotables de entretenimiento y una aparente interacción social o incluso ser usados para nuestra mejora personal parece que también nos hacen retroceder en cierto modo cognitivamente si no se usan de manera responsable. 

La mera presencia de un teléfono inteligente merma nuestra cognición

Sin embargo, un estudio publicado en la revista Journal of the Association for Consumer Research (Ward, Duke ,Gneezy y Bos, 2017) titulado Brain Drain: The Mere Presence of One’s Own Smartphone Reduces Available Cognitive Capacity pone en duda que todo sea beneficios. Los resultados de los experimentos de este estudio de la Universidad de Chicago llegaron a la conclusión de que tener cerca nuestro smartphone, puede limitar nuestra capacidad cognitiva dejando menos recursos disponibles para otras tareas afectando esto al  rendimiento cognitivo. Estamos tan acostumbrados a recibir la estimulación cognitiva o resolver los problemas desde la fuente del teléfono que esto sabotea nuestros propios recursos, y esto nos vuelve cada vez más dependientes en detrimento de nuestras propias capacidades. Aunque el estudio es de 2017, no cabe duda que esta realidad se ve incluso aumentada a medida que avanzan los recursos de acceso a la tecnología más novedadosa. Como decimos, el estudio se centra en analizar los efectos de la presencia de smartphones en la capacidad cognitiva y la eficiencia cognitiva de los usuarios. Para ello, se llevaron a cabo dos experimentos, el segundo de ellos diseñado para explorar la moderación de la dependencia del smartphone en estos efectos.| Artículo relacionado: El ‘Dilema de las redes’: como nos manipulan

Experimento 1

En el primer experimento, se utilizó la tarea OSpan (cálculo matemático y memorización) para medir los recursos de atención disponibles. Se manipularon dos variables: la ubicación del teléfono (escritorio, bolsillo/bolso, otra habitación) y el estado de encendido/apagado del teléfono. Los resultados indicaron que la ubicación del teléfono tuvo un efecto significativo en el rendimiento de la tarea OSpan. Los participantes en la condición “otra habitación” mostraron un mejor rendimiento en comparación con la condición “escritorio”. La interacción entre el estado de encendido/apagado y la ubicación del teléfono no fue significativa.Es decir, simplemente el hecho de que el teléfono esté cerca de nosotros sobre todo si lo tenemos en el propio escritorio, o incluso guardado en el bolsillo, ya afecta a nuestro rendimiento en las tareas cognitivas. Seguramente, derivado del proceso de anticipación, propio de las adicciones ya que nuestro cerebro no logra desconectar de la estimulación y ya anticipa que la tiene disponible por lo que los recursos cognitivos ya se centran en aquello que desea consultar: el teléfono. De hecho, otros estudios relacionados con las adicciones demuestran la liberación de dopamina ya antes incluso de tener el propio estímulo al que somos adictos, ya sea una sustancia o un comportamiento. Esto, como es normal, nos limita cognitivamente porque perjudica la atención y concentración.En este sentido, la nueva normativa de los centros educativos de los colegios e institutos en España que prohíbe el uso de teléfonos inteligentes en las horas lectivas debería ayudar a mejorar el rendimiento académico. Sin embargo, esto se debe de controlar de otra manera ya que como el teléfono sí existe en sus vidas y tienen posibilidad de acceso al mismo una vez fuera del contexto escolar el efecto anticipación podría hacer ese efecto rebote igualmente, sobre todo en las horas próximas a volver a tener en su poder los teléfonos. Diferente sería si no existiera ese acceso al teléfono o estuviese realmente bien limitado y regulado, lo cual se vuelve complejo. La medida puede ayudar a reducir la dependencia a los teléfonos pero solo y solo si también se limita y controla su uso fuera de las aulas. Es como si a un adicto a la nicotina le quitas el acceso al tabaco durante su jornada laboral, si ya es adicto a él, seguramente esté más nervioso o ansioso por salir a fumar una vez termine la jornada, anticipando el consumo. Puede ayudar a que termine dejándolo, sí, pero solo si se hace en su conjunto. 

Experimento 2

El segundo experimento buscó explorar la moderación de la dependencia del smartphone en los efectos observados. Se incluyó una medida de dependencia del smartphone mediante un cuestionario de 13 ítems. Los resultados indicaron una interacción significativa entre la ubicación del teléfono y la dependencia del smartphone en el rendimiento de la tarea OSpan. Aquellos con alta dependencia mostraron un mayor impacto en la presencia del smartphone en comparación con aquellos con baja dependencia.Este estudio confirma lo mencionado anteriormente: la dependencia influye. Cuando la adicción está creada, las consecuencias son mayores o más difícilmente reversibles, por lo que los métodos para afrontarla tienen que no centrarse solo en limitar su uso en las clases en horarios lectivos o a determinadas edades, sino de una forma más integral en el conjunto de la vida de la persona. 

Conclusión

El estudio concluyó que la presencia de smartphones afecta negativamente a la capacidad cognitiva, especialmente la memoria de trabajo y la inteligencia fluidaAdemás, la dependencia del smartphone moderó estos efectos, sugiriendo que aquellos más dependientes experimentan mayores costos cognitivos. Se sugirió que la separación del smartphone podría ser una solución para mitigar estos efectos.

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Implicaciones y conclusiones

Tenemos que tender a evitar que el uso del teléfono nos limite en aquello que más valora el ser humano: la capacidad de pensar, y la capacidad de tener pensamiento crítico para que esta falta de recursos cognitivos nos vuelvan más susceptibles de entender mal la información que recibimos. Entre las implicaciones que destaca el estudio son:  

  • Psicología del consumo y publicidad: La presencia de smartphones puede influir en las estrategias de elección de los consumidores, favoreciendo el procesamiento intuitivo sobre el analítico. Crea personas más impulsivas, que necesitan estimulación inmediata y poco razonada, a pesar de tener toda la información del mundo. Esto favorece la venta de productos sobre posibles consumidores que sean más susceptibles al no prestar atención de manera consciente o limitada. Es decir, fomenta la publicidad engañosa.
  • Educación: En entornos educativos, la presencia de smartphones podría afectar negativamente al rendimiento académico, especialmente cuando no están en uso. Son una distracción más que de manera incluso no consciente limitará la atención de los estudiantes sobre lo que realmente importa en ese momento: atender a la explicación de clase y aprender de manera cognitiva.
  • Desconexión Intencional: La investigación sugiere que la desconexión intencional de los smartphones puede tener beneficios al reducir la distracción digital y aumentar la capacidad cognitiva disponible. De vez en cuando, todo el mundo debería desintoxicarse de su uso para no sentirse dependiente de él. Por dejar el móvil en casa un día no va a pasar nada.

El artículo destaca la paradoja de que, a pesar de los beneficios que los smartphones brindan en términos de conectividad e información, su presencia constante puede tener costos cognitivos significativos. La dependencia del smartphone parece ser un factor crucial que modera estos efectos. La investigación sugiere que la gestión consciente y selectiva del tiempo de exposición al smartphone puede ser clave para mitigar estos efectos adversos en la eficiencia cognitiva.

Reflexión personal de un psicólogo sobre el uso del teléfono

En mi trabajo de fin de carrera de psicología en 2015 me centré en estudiar los efectos atencionales del uso de redes sociales a través de un teléfono sobre nuestra capacidades cognitivas de concentración o de atención selectiva y dividida. Siempre me ha apasionado estudiar cómo influye en nuestro comportamiento humano las nuevas tecnologías y las consecuencias tanto ventajosas como perjudiciales. Hoy en día con la expansión de la inteligencia artificial este estudio debe seguir siendo clave para prevenir tanto situaciones de adicción como malos usos que acaben haciéndonos peores, en vez de mejores. Este estudio corrobora esta hipótesis en cierto modo y desde mi punto de vista evolutivo lo que está sucediendo es que nuestro cerebro, que no evoluciona a la misma velocidad que la tecnología, requiere de mucho tiempo y generaciones para ser capaz de adaptarse a la nueva realidad, dejando un espacio para optimizar nuestros recursos cognitivo. Sin embargo, ahora mismo quizás estamos dando un paso hacia atrás para ser mucho más operativos en un futuro, cuando nuestro cerebro se adapte y esos espacios cognitivos que ahora no utiliza como antes, porque no es necesario, los aproveche para optimizar y mejorar nuestras capacidades. Esto llevará un tiempo, pero la evolución y la naturaleza es sabia y seguramente en un futuro tendremos nuevas capacidades cognitivas que hoy en día no somos capaces ni de entender. Me dedico desde hace muchos años a hacer divulgación y charlas formativas en centros educativos de Lugo y otros puntos de Galicia, poniendo énfasis precisamente en esto, en el uso del pensamiento crítico para con las nuevas tecnologías y las nuevas redes sociales (que nos hacen creer que son sociales pero no son redes sociales de verdad naturales). Esto facilitará la transición cognitiva y sobre todo, la prevención de la adicción a este tipo de aplicaciones que nos mantienen enganchados y, a veces, nos hacen parecer más tontos, cuando en realidad están creadas para optimizar nuestras vidas. Es más, para poder crear este artículo la tecnología me ha ayudado mucho para generarlo de manera más rápida, eficiente y mejor. El problema no es la tecnología es lo que hay dentro de ellas, las aplicaciones adictivas o la información mal intencionada. Usemos los smartphones y la tecnología para mejorar, con cabeza. 

Referencia

Ward, A. F., Duke, K., Gneezy, A., & Bos, M. W. (2017). Brain Drain: The Mere Presence of One’s Own Smartphone Reduces Available Cognitive Capacity. Journal of the Association for Consumer Research, 2(2), 140-154. https://doi.org/10.1086/691462

Iván Pico

Director y creador de Psicopico.com. Psicólogo Colegiado G-5480 entre otras cosas. Diplomado en Ciencias Empresariales y Máster en Orientación Profesional. Máster en Psicología del Trabajo y Organizaciones. Posgrado en Psicología del Deporte entre otras cosas. Visita la sección "Sobre mí" para saber más. ¿Quieres una consulta personalizada? ¡Escríbeme!