Luke Skywalker
antes de experto Jedi fue un principiante. En su entrenamiento se valió de los consejos del maestro Yoda que transmitió su pericia con la Fuerza y la espada láser al joven Luke. Pero, ¿qué diferencia a un experto de un principiante?
La capacidad de las personas para resolver problemas depende de dos factores cruciales: la cantidad de conocimiento sobre un ámbito específico y la cantidad de experiencia que se tenga en la solución de una clase particular de problemas.
El conocimiento en un ámbito concreto es fundamental para resolver problemas específicos en la vida diaria, pero resulta necesario también el conocimiento general. Éste se refiere a un conocimiento amplio que no está vinculado a ningún ámbito específico pero que es necesario para llevar a cabo las tareas y soluciones de cualquier tipo de problema. Podría considerarse como complementario del conocimiento de ámbito aunque depende del centro de interés de la tarea.
Ejemplos de conocimiento general son: redes declarativas representadas por nuestro vocabulario, el conocimiento en política contemporánea y el conocimiento histórico; el conocimiento procedimental necesario para hablar; o las habilidades metacognitivas como la inteligencia emocional. Estos conocimientos pueden llegar a ser casi infinitos.
Podemos decir que el conocimiento específico de un ámbito es la amplitud del conocimiento que tienen los individuos sobre un campo concreto de estudio que puede referirse a áreas del curriculum o de la actividad. Se engloban aquí los conocimientos declarativos (¿qué es?), procedimentales (¿cómo se hace?) y metacognitivos. Este conocimiento puede operar a nivel tácito o explícito. Esta pericia se desarrolla lentamente debido en buena parte a este conocimiento declarativo y a que se adquiere tácitamente a lo largo de un periodo largo de tiempo proporcionando así una pericia, habilidad y eficacia mayores.
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Se diferencian siete características del rendimiento de los expertos.
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Todas estas características apuntan a una conclusión simple sobre la naturaleza de la pericias: los expertos son más rápidos, eficaces y más reflexivos a casusa de la profundidad y amplitud de sus conocimientos. No se afirma que el conocimiento garantice el rendimiento del experto. La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que la verdadera pericia supone una compleja interacción entre las estrategias generales de solución de problemas y un amplio conocimiento del ámbito.
Estos dos componentes se conciben mejor como procesos complementarios: el conocimiento experto facilita el uso de estrategias, en tanto que el conocimiento sobre estrategias generales de solución de problemas permite utilizar el conocimiento experto con más eficacia.
Tres son los principales peligros que se pueden encontrar un experto a la hora de desarrollar su pericia: sacrificio, rigidez y efecto de punto ciego.
La pericia también acarrea riesgos y peligros como son la cantidad de tiempo que es necesario invertir para desarrollarla, el cual se considera un sacrificio personal demasiado grande en algunas ocasiones.
Otro coste es la rigidez conceptual que hace difícil que el experto considere otros puntos de vista, de hecho parece irónico que los expertos puedan correr un riesgo mayor que los principiantes en ciertas situaciones a causa de disponer de más heurísticos y tenerlos más automatizados.
Otro tercer problema que pueden tener los expertos es lo denominado efecto del punto ciego del experto, mediante el cual los expertos contemplan la solución de problemas de los principiantes desde la perspectiva del experto, en lugar de hacerlo desde la perspectiva de un alumno principiante. Esto puede provocar que los profesores expertos pasen por alto las necesidades evolutivas de los alumnos principiantes y seleccionen un currículum excesivamente avanzado que requiera que los alumnos empleen principios organizativos y heurísticos expertos de los que no disponen. En general no se dice que los expertos estén ciegos, sino que actúan con más rapidez y precisión que los principiantes.
El desarrollo de la pericia para convertirse de un principiante en un experto se desarrolla en etapas predecibles, pasándose por una etapa inicial lúdica, habitualmente en un entorno familiar que presta apoyo a ello seguido después de una etapa intermedia en la que el principiante comienza a desarrollar principios de pericia y ya depende de mentores. Finalmente en la última etapa ya se necesita a un maestro consumado que ayuda al individuo a desarrollar la pericia de forma competente ya con completo compromiso psicológico, necesita de su maestro Jedi.
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