Todos estamos expuestos a una posible a la manipulación psicológica. Este tipo de influencia social es un fenómeno intrigante y, a menudo, perjudicial que se produce en numerosas interacciones humanas. Desde una perspectiva psicológica, la manipulación implica el uso deliberado de tácticas sutiles o directas para influir en las creencias, emociones, pensamientos o comportamientos de otras personas con el fin de obtener ventajas personales o lograr ciertos objetivos.
Este proceso puede ser llevado a cabo consciente o inconscientemente, y puede ocurrir en diversas áreas de la vida, como relaciones personales, laborales, sociales o políticas. Existen diversas técnicas de manipulación que es importante aprender a identificar pero con el fin de no caer en sus redes y poner en práctica nuestro pensamiento crítico.
Las técnicas de manipulación psicológica pueden variar ampliamente, desde la persuasión emocional hasta la distorsión de la realidad, pasando por la manipulación del sentimiento de culpa o la invalidación de la percepción de la realidad de otra persona. Quienes utilizan estas técnicas a menudo buscan obtener poder, control o ventaja a expensas de la persona manipulada. La manipulación puede erosionar la confianza, socavar la autoestima y afectar negativamente la salud mental y emocional de las personas afectadas.
Teniendo como base una publicación del escritor Sylvain Timsit de 2002 vamos a exponer las 10 estrategias de manipulación mediática de las que más hacen uso los poderes políticos y económicos para controlar a la ciudadanía.
Esta técnica implica desviar la atención del público de asuntos importantes inundándolo con continuas distracciones e información sobre temas banales. El objetivo es mantener al público ocupado con otras temáticas más superficiales para que no se interese por cuestiones esenciales de la política, la cultura, la economía o la problemática social. ¿Te suena la frase de que el fútbol es el opio del pueblo? Pues eso.
Que te den una solución suele tener un efecto reforzar enorme y genera confianza con el interlocutor que la da. Por eso, generar previamente un problema, que igual no existía antes, pero para el que propones una solución suele gustar y llevar a su terreno al que la dicta. Aunque realmente no hacía falta tampoco esa solución. Por tanto, consiste en crear problemas o crisis para provocar una reacción en el público que acepte o incluso pida las soluciones que el poder deseaba implementar desde el principio. Por ejemplo, crear una crisis económica para justificar la reducción de derechos laborales y la precarización de los servicios públicos.
Esta técnica busca lograr la aceptación de medidas impopulares aplicándolas gradualmente, a lo largo del tiempo, incluso durante años. Un cambio brusco suele ser entendido como mucho más invasivo, pero normalmente se promueve un cambio más lento. Se pretende que la sociedad se acostumbre a condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas, como el neoliberalismo, a través de privatizaciones y aumento de la precariedad.
Relacionado un poco con la gradualidad, de lo que se trata con esta táctica es presentar aquellas decisiones que puede ser más impopulares como dolorosas pero necesarias. Una vez dicho esto se pospone su aplicación a otro momento para que el sacrificio futuro se perciba más leve. De esta forma se va acostumbrando a la población al cambio.
En este caso, la publicidad dirigida al público utiliza un discurso infantilizado, lo que sugiere que el espectador no es lo suficientemente maduro o capaz de comprender ciertas ideas. Se utilizan incluso argumentos, personajes y entonaciones dentro de un discurso que trata de hacerle pensar al que lo escucha que no tiene capacidades de entendimiento, por lo que delegada en esa persona que se hace creer que sí entiende más que ellos para llevarlas a acabo, intentando dar confianza a la decisión tomada.
Esta estrategia se utiliza para engañar al público, que a menudo responde de manera infantil. Sí, los políticos tratan a su público general de tontos. Por eso las personas con mayor pensamiento crítico o educación y formación tienen mayores niveles de resistencia a la persuasión.
Utilizar el lado emocional de las personas para evitar el análisis racional y el pensamiento crítico, fomentando una respuesta más automática e instintiva en el público. Normalmente utilizan las emociones de miedo, la creación del propio miedo u odio para generar esa sensación de necesidad de protección de esa persona que promete el cambio. También se utilizan campañas basadas más en deseos o ideales de las personas, jugando con esos sentimientos para promover esa respuesta menos racional.
No suele interesar que las personas tengan capacidad intelectual o pensamiento crítico para afrontar o rebatir las propuestas. Por eso, se trata de que el publico sea incapaz de comprender las tecnologías y métodos utilizados para su control. Que no conozcan esto que estamos contando en este artículo. Esto puede lograrse a través de recortes en la educación y la promoción de la ignorancia en la sociedad. Las redes sociales, en ocasiones, fomentan este tipo de sociedad que no es capaz de decidir por sí misma y se quedan expuestos a eso que les llega a través de las redes o medios de comunicación y no van más allá.
Relacionado con el punto anterior, se trata de promover la idea de que todo está bien tal como es y es “moderno” ser vulgar, inculto o poco intelectual. Esto se refleja en la programación de televisión y otros medios. Incluso en el mundo de las músicas, las letras más populares no son precisamente las más intelectuales, y se encargan de que así sean o no toquen temas más trascendentales. Se va a lo fácil, porque lo fácil es más fácil de controla, valga la redundancia.
Como veníamos diciendo, todo lo anterior crear un sentimiento de culpabilidad propio sobre lo que le sucede a la persona, por su propia desgracia o su falta de esfuerzo o inteligencia. Esto evita ir en contra del sistema, pero crea personas más controlables. Sin hablar de la repercusión directa que tiene esto sobre su propia salud mental, la cual poco importa a veces a las élites políticas, que prefieren tener personas con pocas capacidades de afrontamiento o que necesiten la ayuda externa de ese salvador que los saque de esa crisis personal.
Para conseguir controlar todas estas variables es esencial que se conozca al público al que se refieren lo mejor posible, incluso mejor que ellos mismos se conocen. Se utilizan técnicas biológicas, neurociencia, psicología y tecnología para tener todos los datos posibles de esas personas para adaptar el discurso y anticiparse a sus propias necesidades creando un control gigantesco de masas. Literalmente, aceptar las cookies y compartir nuestros datos que se procesarán posteriormente y se venderán para incentivar el control superior.
A nadie le gusta ser una marioneta del sistema, pero es muy difícil a veces no serlo por la sociedad y naturalidad con la que nos llega la propia manipulación. Entramos dentro de un sistema y se invita complejo salir. Conocer las estrategias es la mejor prevención para identificarlas y fomentar un pensamiento más reflexivo y autónomo, que no autómata.
| Artículos relacionados:
