Hay días del mes en los que todo se vuelve cuesta arriba. Te sientes irritable, triste sin motivo, con una angustia que no sabes de dónde viene. De repente, todo te afecta más de la cuenta: una crítica mínima, un mal gesto, una conversación que normalmente no tendría mayor importancia. Quizá incluso has pensado que estás “volviéndote loca” o que “no aguantas nada”. Si esto te suena familiar y ocurre de forma cíclica antes de la regla, puede que estés viviendo con Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) y no lo sepas.Yo tampoco lo sabía. Durante años pensé que era débil, hipersensible o simplemente demasiado emocional. Hasta que encontré un nombre para eso que me pasaba. Y más importante aún: encontré herramientas para salir adelante.
¿Qué es el TDPM?
El TDPM es una forma grave del síndrome premenstrual. Afecta emocionalmente y puede interferir mucho en la vida diaria. No se trata solo de tener mal humor antes de la regla: hablamos de tristeza profunda, ansiedad intensa, sensación de desesperanza, cambios de humor bruscos, fatiga extrema e incluso pensamientos negativos muy invasivos. Todo esto aparece generalmente en la fase lútea del ciclo (es decir, entre la ovulación y la menstruación) y se alivia al empezar el periodo.Lo más duro del TDPM es que muchas chicas lo viven sin saberlo. Piensan que es algo normal, que es “ser mujer” o que ellas tienen la culpa por no saber manejar sus emociones. Y no. No es tu culpa. No estás sola. Y no es algo que tengas que soportar en silencio.
Así lo viví yo
Tras una crisis que derivó en ansiedad generalizada y depresión, empecé a notar que, durante varios días cada mes, algo en mí cambiaba. Me volvía insegura, sensible, me costaba concentrarme y me sentía agotada emocionalmente. Pensaba que era por estrés, por las hormonas, por todo y por nada. Me dolía que los demás no lo vieran, pero también me dolía pensar que quizá solo estaba exagerando. ¿Cómo explicar que, durante una semana al mes o más, me sentía otra persona?Tardé tiempo en hablar de ello porque ni siquiera lo identificaba, hasta que al apuntar cómo me sentía cada día a lo largo de un mes, empecé a ver un patrón. Fue un alivio y una revolución. Ponerle nombre a lo que me pasaba fue el primer paso para dejar de vivirlo en silencio.
Cómo identificar si puedes tener TDPM
Nadie debería autodiagnosticarse sin ayuda profesional, pero sí puedes empezar a observar tus síntomas con más conciencia. Algunas señales frecuentes del TDPM son:
- Cambios de humor muy intensos antes de la menstruación
- Irritabilidad o rabia que no sabes de dónde viene
- Tristeza profunda, sensación de vacío o desesperanza
- Ansiedad o ataques de pánico cíclicos
- Dificultad para concentrarte o tomar decisiones
- Cambios en el sueño (insomnio o dormir de más)
- Fatiga extrema, sensación de que todo te cuesta el doble
- Pensamientos negativos o incluso ideas autodestructivas
Si esto te ocurre de forma recurrente en la misma fase del ciclo y mejora cuando te viene la regla, podrías estar experimentando TDPM. Y hay tratamientos, así como especialistas en tdpm con un enfoque integrativo.Qué puedes hacer si te identificasLo más importante es que sepas que no estás sola y no estás inventando nada. El TDPM no es una debilidad emocional, es un trastorno reconocido que necesita atención. Aquí algunos pasos que me ayudaron:
- Registrar mis ciclos y síntomas. Llevar un diario me ayudó a entender el patrón de lo que me pasaba. Hay apps que también pueden ayudarte con esto.
- Buscar ayuda profesional. Una psicóloga o psiquiatra puede orientarte, ayudarte a identificar el TDPM y diseñar un plan de tratamiento, que puede incluir desde terapia hasta, en algunos casos, medicación.
- Cuidar mi cuerpo y mi mente. Dormir bien, moverme, alimentarme con conciencia y descansar cuando lo necesito. Parece básico, pero en el TDPM el autocuidado no es un lujo, es esencial.
- Hablarlo con alguien de confianza. Dejar de vivirlo sola lo cambió todo. Cuando lo nombré, empezó a pesar menos.
Un mensaje para ti, si lo estás pasando mal
No estás exagerando. No eres débil. No estás “loca”. Estás atravesando algo que muchas chicas jóvenes viven en silencio. Pero hay otra manera de vivir: con comprensión, con apoyo, con herramientas. El TDPM no define quién eres, pero entenderlo puede ayudarte a recuperar tu equilibrio.Te mereces una vida donde no tengas miedo de tus emociones, donde no te escondas de ti misma, donde puedas pedir ayuda sin sentir culpa. Pedir ayuda no es rendirse: es empezar a sanar.
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