El sueño es una de las funciones motivacionales primarias más importante que repercute directamente sobre nuestro bienestar, tanto a nivel de salud física como mental. El sueño cumple una clara función adaptativa que permite a nuestro organismo conservar la energía y restaurar el posible deterioro cognitivo sufrido durante la vigilia. Dormir es nuestra herramienta para que nuestra maquinaria interna esté lista para volver a funcionar durante un nuevo ciclo de actividad. Su función es tanto de reparación física como psicológica a nivel cognitivo y emocional, ya que facilita el procesamiento e integración de información recibida durante la vigilia además de tener parte importante en la reprogramación de nuestro sistema cognitivo. Mientras dormimos seguimos funcionando, como si entrásemos en un estado de taller de reparación para mejorar nuestra mecánica de rendimiento cuando estamos despiertos. Tener una buena rutina y conciliar el sueño adecuadamente nos va a prevenir de problemas de salud y comportamentales mayores. Los buenos consejos para dormir mejor, como los que proporcionan fuentes fiables como Mejores Para Dormir será la primera buena decisión que tomes para fomentar un mejor descanso mental y físico.
A medida que estamos despiertos aumenta la concentración de adenosina, que es en neuromodulador con efectos sedantes e inhibe la actividad neuronal produciendo somnolencia y por tanto la motivación a dormir.De hecho, el café (por efecto de la cafeína) que nos tomamos para estar más despiertos lo que hace es bloquear estos receptores de adenosina consiguiendo mantenernos más despiertos, eso sí la privación de sueño continuará siendo perjudicial para nosotros si no lo hacemos de manera natural.Por tanto, la concentración de adenosina junto con los ritmos circadianos, regulados por la hormona melatonina, son los responsables de regular nuestros ciclos de vigilia y sueño en busca del mejor rendimiento de nuestra actividad cerebral.
Para entender cómo funciona el sueño en nuestra salud es importante conocer que existen dos estados del sueño fundamentales mientras dormimos con diferentes funciones de restauración de nuestro sistema. Dormimos por ciclos que se dividen en dos estados generales:
Existen diferentes genéticas entre las personas por lo que los niveles necesarios de adenosina pueden variar entre ellas y a unas les afectará más o menos la privación del sueño, o tendrán resultados de rendimiento diferentes en función de su propia biología. Sin embargo, a nivel general, dormir menos de 4,5 – 5,5 horas al día puede tener efectos negativos sobre nuestro sistema cognitivo como fatiga y déficit en la ejecución de tareas complejas que requieren de una atención sostenida. Una sola noche de sueño insuficiente afecta directamente a nuestra cognición agravándose a medida que se suman los días descansando mal.
Vamos a centrarnos más en el daño psicológico de la privación del sueño, pero a nivel físico nuestros músculos y articulaciones no están preparadas para estar realizando ejercicio durante todo el día sin descanso, el reposo es una de las cualidades que necesitamos para que se regeneren del desgaste físico que sufren a lo largo del día. Dormir es el mayo de los descanso porque inhibe el movimiento general. Nuestra musculación no se mejora solo con entrenamiento continuo, el descanso es fundamental para compensarlo y mejorarlo.
Durante el sueño REM, con ayuda de las ensoñaciones, se estimula nuestro cerebro de manera que lo mantiene con un nivel de motivación adecuado. La privación de este estado del sueño tiene efectos motivacionales negativos sobre todo en personas que ya sufren estados de depresión endógena.
La falta de sueño provoca una actividad cerebral más lenta debido a la falta de descanso neuronal, lo cual dificulta el pensamiento o se procesa de manera más lenta la información que percibimos. Sobre todo en aquellas tareas que necesitan de una atención sostenida. Además, nuestro propios sentidos están agotados físicamente por lo que pierden su efectividad para recibir correctamente los estímulos externos enlenteciendo su funcionamiento y respuesta.
Mientras dormimos y más concretamente durante el sueño REM se mejoran los procesos de aprendizaje y retención, especialmente los que tienen alto componente emocional. Concretamente mejora los procesos de memoria declarativa. Durante el sueño NREM se mejora la memoria procedimental. La privación del sueño afecta a las neuronas del hipocampo dañando nuestra capacidad de memoria y asociación de recuerdos.
El sueño REM favorece el pensamiento divergente o creativo aumentando la flexibilidad y complejidad cognitiva. La falta de sueño merma nuestra creatividad.
Durante el sueño se produce una integración de la información que recibimos durante la vigilia con la experiencia de la persona difuminando los posibles efectos emocionales asociados. El sueño afecta al centro emocional de nuestro cerebro, la amígdala. Una sola noche de falta de sueño cambia la capacidad de regular nuestras emociones de manera eficiente. Esto provoca mayores niveles de irritabilidad y ansiedad.
Como nuestra capacidad de concentración, atención y procesamiento de la información es menor vamos a tomar peores decisiones por lo que seremos más propensos a cometer errores, sobre todo ante situaciones complejas. Por eso, cuando nos enfrentamos a un examen, es conveniente dormir bien la noche anterior para tener nuestras neuronas a pleno rendimiento.
La falta de sueño puede ser un problema grave para las personas que no logran conciliarlo debidamente y caen en un insomnio crónico recurrente o una desregulación de los ciclos circadianos ya que la propia hormona encargada de ello, la melatonina, se ve afectada en su fabricación por la falta de sueño. El problema se puede convertir en un bucle sin salida que puede llegar a preocupar todavía más a la persona por el hecho de no dormir lo cual mantendrá la mente inquieta y ansiosa ante el temor de la falta de sueño una vez más.Por esto, es importante mantener una buena higiene del sueño, también de forma preventiva, y recurrir a profesionales o recursos basados en la evidencia científica, como los proporcionados por la Sociedad Española del Sueño que mejoren la calidad de nuestros sueños, que será la calidad de nuestra vida.
