La adicción a las drogas es uno de los trastornos que más conflictos generan tanto a la propia persona afectada como a sus familiares y allegados. El consumo abusivo de drogas constituye uno de los mayores problemas para la salud pública por todos los efectos directos e indirectos asociados. Sin embargo, es un trastorno tratable, que con una buena terapia puede conseguir que la persona dependiente vuelva a recuperar su vida y reintegrarse en la sociedad.
La intervención psicológica profesional es esencial para conseguir los resultados deseados. Se trata de un trastorno crónico que debe llevar asociado un seguimiento personalizado y una planificación terapéutica acorde con el tipo de adicción y sus problemas derivados, por lo que los centros especializados suelen ser la mejor solución. Acudir a una clínica de desintoxicación en Cataluña o en tu comunidad será el primer paso para recuperar la estabilidad de la vida perdida por el consumo de drogas.
Fases del tratamiento para dejar las drogas
El tratamiento para desintoxicación de adicciones consta de cuatro grandes fases multidisciplinares y diferenciadas: desintoxicación, deshabituación, rehabilitación y reinserción.
- Desintoxicación. En esta fase la persona se desintoxica físicamente de la sustancia que consumía para lograr conseguir la abstinencia bajo la correspondiente supervisión médica y sanitaria. Dependiendo de la sustancia puede tener una duración aproximada de 15 días y pueden usarse fármacos para hacerla más llevadera.
- Deshabituación. Esta parte del tratamiento de desintoxicación se centra más en los aspectos psicológicos que desencadenan la conducta de consumo, su identificación y sustitución por otras conductas para eliminar el hábito de consumo. Todo ello siguiendo un proceso terapéutico por objetivos alcanzables. Esta fase puede tener una duración, dependiendo de las sustancias y el progreso del paciente, de entorno a 6-8 semanas.
- Rehabilitación. Es importante haber superado las dos fases anteriores, que en su conjunto suelen durar entorno a 10 semanas para dar paso a esta fase de gran importancia para el paciente: la preparación para retomar la vida. Si el tratamiento dio los frutos deseados, la persona ha aprendido a no depender de la sustancia en concreto por lo que esta fase del tratamiento se centra en regenerar buenos hábitos y comportamientos de prevención de recaída aprendidos en las fases anteriores y que se continúan enseñando durante este periodo que puede durar varios meses según los casos.
- Reinserción. Esta fase está relacionada directamente con la anterior, pero se diferencia de la anterior en el sentido de que se le da mayor independencia al paciente como parte de su proceso de reinserción en la sociedad por lo que el tratamiento se vuelve más ambulatorio para que la persona recobre paulatinamente su normalidad.
Saber cómo dejar las drogas pasa por conocer las fases a las que nos enfrentamos una vez tomada la sabía decisión de coger las riendas de nuestras vida.
Evaluación y tratamiento para la desintoxicación
El modelo de referencia para el tratamiento de las drogodependencias es el biopsicosocial. Este modelo se caracteriza por analizar las interacciones entre el ambiente y los factores biológicos implicados en las conductas de consumo de drogas. Es decir, parte de la probabilidad que existe de que una persona que consuma una sustancia y se convierta en adicto a ella se relaciona tres dimensiones fundamentales del individuo que interactúan entre ellas:
- Las propiedades farmacológicas de dicha sustancia y su efecto en el cerebro.
- Los procesos psicológicos básicos de aprendizaje y socialización.
- El contexto social y cultural del individuo.
Estos factores dependerán de la fase en el proceso de dependencia en la que se encuentre la persona, una dimensión u otra tendrá mayor o menor peso sobre la persona para continuar con el consumo. Por ejemplo, en muchos casos prevalece el factor social a la propia influencia biológica de la sustancia sobre el cerebro.
Como en cualquier otro tipo de trastorno clínico, la evaluación de los problemas con adicciones sigue el procedimiento habitual (Secades, García y Fernández, 2019):
- Elaboración de la historia clínica. Datos sociodemográficos y generales, gravedad de la adicción, disposición al cambio, afectación neuropsicológica y otros trastornos. La gravedad del problema se evalúa en función de siete grandes áreas: estado de salud general; situación laboral y financiera; consumo de alcohol y otras drogas; problemas legales asociados; relaciones personales y familiares; estado psicológico.
- Análisis funcionales:
- Conductas de consumo: noción de craving. Hace referencia a analizar la urgencia imperativa que tiene la persona por consumir en determinadas situaciones para que aprendan a identificarlas.
- Conductas prosociales. Se trata de ayudar a identificar las situaciones agradables no asociadas al consumo.
- Conductas problemáticas asociadas. En este caso se analizan la cadena conductual que da lugar a posibles recaídas y posibles problemas de comunicación que pueda tener la persona así como examinar las relaciones interpersonales que puedan ser significativas para ella.
- Análisis bioquímicos. Es la parte más objetiva del proceso para conocer el estado real de la persona que acude a la ayuda. Los análisis de sangre, orina o pelo pueden usarse como medida para reforzar al paciente en sus habilidades para afrontar el deseo de consumo.
- Proceso terapéutico. En este aspecto se registra la evolución del paciente y se plantean los objetivos específicos para el resto de sesiones y planificación del tratamiento en función de los resultados obtenidos a través de diversos instrumentos como formularios y hojas de registro.
A partir de aquí, una vez marcados los objetivos y conocido con detalle el caso se procede al tratamiento a lo largo de las cuatro fases anteriormente explicadas en el cual se incorporarán diversos tipos de terapias adecuadas para cada caso concreto por lo que es complejo determinarlas para un caso genérico. Entre ellas, cabe destacar las entrevistas motivacionales o el entrenamiento en habilidades y prevención de recaídas, el manejo de contingencias o la exposición a estímulos.
Las personas adictas a drogas o sustancias deben ser conscientes de que su problema es crónico y no deben bajar la guardia en ningún momento, siguiendo los pasos del tratamiento y un seguimiento profesional para evitar las posibles recaídas o, para el caso de tenerlas, saber sobreponerse a tiempo. Se puede salir de las drogas, recupera el control de tu vida.
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Bibliografía y referencias:
Secades Villa, R., García Rodríguez, O., Fernández Hermida, J.R. (2016) Adicciones a Sustancias ilegales. En Vallejo Pareja, M. A., Comeche Moreno, M.I.. Lecciones de Terapia de Conducta. España: Dykinson
National Institute on Drug Abuse. Advencing Addiction Science.