La ansiedad es una reacción emocional y autónoma del nuestro organismo ante la presentación de un estímulo que consideramos nocivo. Por tanto, cumple una función biológica y adaptativa que nos sirve para anticipar un posible peligro.
La ansiedad y el miedo están relacionados con una situación de peligro, pero no son lo mismo y cabe diferenciarlas para comprender el significado del término ansiedad. Mientras que la emoción de miedo hace referencia a la percepción de un estímulo presente identificable, en la ansiedad se produce una anticipación de un estímulo futuro imprevisible.
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El problema de ansiedad solo surge en el momento que esa reacción se vuelve irreal y desadaptativa que la convierten en una ansiedad patológica. Esta se sucede cuando respecto al estado normal de ansiedad se producen manifestaciones más frecuentes, persistentes o con una intensidad superior que altera nuestro comportamiento y creencias de forma irracional lo cual le lleva a un estado de preocupación excesivo e incontrolable.
Entre los criterios diagnósticos del Trastorno de Ansiedad Generalizada según el DSM-V se encuentran:
Recuerda que si sientes que tu vida está siendo afectada por este tipo de situaciones debes acudir a un centro psicológico especializado, como el de Mila Herrera de Psicoclínica Barcelona.
Básicamente, una crisis de ansiedad o ataque de ansiedad es una respuesta de pánico durante el cual se desencadena una sensación de miedo o angustia acompañada de malestar físico y mental. Esta situación puede tanto darse debido a un estímulo presente en el momento o sin tener claro el verdadero motivo desencadenante, o bien ser un cúmulo de situaciones.
Estas crisis suelen tener una duración aproximada de entre 15 y 30 minutos siendo en los primeros minutos cuando se alcanza el máximo nivel de activación y malestar disminuyendo paulatinamente a partir de los primeros 4-5 minutos.
Los principales síntomas que se suceden durante un ataque de ansiedad son:
Antes de nada, y según lo explicando anteriormente, resulta de poca utililidad realizar ninguna estrategia en los primeros 4-5 minutos desde el inicio del ataque. Durante este pico de ansiedad, debido a la alta actividad el hecho de intentar reducirla lo único que logrará es ampliarla por el hecho de que se crea mayor frustración al no ser capaz de parar esa situación.
En estos primeros momentos, simplemente se debe:
Por tanto, lo que no se debe realizar es lo contrario a aquí citado. No huir del lugar, ya que en ese caso estaríamos condicionándonos a esa situación y podría volver a ocurrirnos. Intentar evitar que haya mucha gente que te agobia, con que una persona se quede contigo es suficiente.
Bajo esta base inicial, exponemos un resumen de algunas de las estrategias más eficientes para detener un ataque de ansiedad:
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En el caso de que vivas de forma recurrente situaciones de ataques de ansiedad debes acudir a un psicólogo especializado para iniciar un entrenamiento específico para darse cuenta de los estímulos internos y externos que producen esos estados de ansiedad incontrolables. Para ello, los psicólogos utilizan diferentes estrategias como autorregistros, relajación o reestructuración cognitiva o exposición gradual para aprender a lidiar con estos pensamientos irracionales.
No te sientas incómodo por acudir al psicólogo, es una situación normal que realiza más gente de la que crees y que de forma natural mejoran su calidad de vida, si tienes dudas sobre qué significa acudir al psicólogo puedes hablar con alguna persona que haya ido y saber así algunas de las cosas que las personas que van al psicólogo quieren que sepas. Ponle freno a tus inseguridades desde ya poniéndote en manos de un especialista.
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Bibliografía:
Ramos, F., Sandín, B., Belloch, A. Manual de Psicopatología, Volumen II. Madrid: Mc Graw Hill
Tortella-Feliu, M (2014). Los Trastornos de Ansiedad en el DSM-5. Cuadernos de Medicina psicosomática y psiquiatría de enlace. Revista Iberoamericana Psicosomática, 110.