Cómo funcionan los brackets autoligables

Cuando hablamos de estética o de imagen corporal una de las partes de nuestro cuerpo que más nos fijamos o que incluso tienen una mayor función comunicativa es nuestra sonrisa y por consiguiente nuestra dentadura Cada vez son más las personas que por salud y también por imagen recurren a mejorar la disposición de sus dientes. A través de los tratamientos de ortodoncia se consigue una mejor sonrisa y a la vez una mejor mordida, lo que hace que sube el nivel de bienestar de la persona que los usa, y mucho más todavía cuando finaliza su tratamiento y ya no los necesita tras conseguir tener la sonrisa desead que aporta una mayor confianza personal en nuestro día a día.

Desde la odontología se ha avanzado mucho en los últimos años, como es el caso de los nuevos brackets autoligables que mejoran notablemente la comodidad y ajuste del sistema al paciente en comparación con los brackets metálicos convencionales utilizados en ortodoncia.

¿Qué hacen los brackets autoligables?

Este tipo de brackets funcionan de manera similar a los convencionales mediante arcos metálicos, pero con la diferencia de que usan un tipo de sistema de soporte (bracket) ligados por un arco que se ajustan para ejercer la presión necesaria para conseguir que los dientes tengan la posición más correcta, pero sin usar gomas elásticas o puntos de unión para fijar el arco a los brackets.

Se llaman autoligables porque se van ajustando de manera automática a medida que pasa el tratamiento, reaccionando al calor para ello.  Esto reduce en gran parte muchas de las engorrosas visitas al dentista para ajustar la ortodoncia, con la correspondiente comodidad de no tener que enfrentarse a ese dolor y el paciente prácticamente no nota que sus brackets están funcionando solos como por arte de magia reduciendo considerablemente las molestias.

Actualmente existen dos tipos de brackets autoligables en el mercado. Por un lado los metálicos, similares a los convencionales pero más perqueños y por otro los de cerámica que son estéticamente más atractivos al ser transparentes y no cambiar el color.

Ventajas (y desventajas) de los brackets autoligables

• Mejora la higiene. Al no tener ligaduras se accede mucho mejor cuando realizamos la higiene bucal habitual (cepillo normal, cepillos interproximales, seda dental…). Al no usar gomas elásticas los restos de alimentos se acumulan menos por lo que la limpieza se facilita.
• Menor tiempo de tratamiento. Se reduce la fricción entre bracket y arcos por lo que el tratamiento es más rápido. Además, la tensión producida sobre los dientes es menor, por lo que existen menos molestias y dolor duranta el proceso. Para estimar el tiempo del tratamiento se debe realizar una consulta personalizada porque la gravedad de cada problema difiere mucho de un caso a otro. Con los brackets metálicos convencionales las duraciones oscilan entre 18 y 24 meses, pero con los autoligables esta duración se reduce ligeramente.
• Menos visitas al dentista. Al ser un tratamiento en gran parte automatizado no hay que acudir tantas veces al dentista para la revisión y ajuste. Las vistas suelen ser más cortas y sencillas cuando hay que realizarlas.
• Más estéticos, discretos y cómodos que los brackets metálicos convencionales.
• Mejores resultados que los convencionales y previenen en mayor medida problemas futuros relacionados con enfermedades gingivales o caries.

No todos son ventajas con este tipo de tratamiento. existen algunas desventajas que conviene tener en cuenta:

• Existen otras soluciones más estéticas todavía (brackets linguales  o brackets invisibles).
• Son más frágiles al no llegar ligaduras por lo que hay que tener cuidado a la hora de comer alimentos duros.
• Por último debemos tener presente que son tratamientos algo más caros que los brackets convencionales.

Tu sonrisa es parte de tu personalidad de cara al exterior por lo que acude a un especialista si no te sientes cómodo con la disposición de tu dentadura o esto de acarrea problemas de salud. Recupera tu sonrisa.