El sentimiento de soledad en personas mayores es más común de lo que pensamos y esto es algo preocupante si no lo detectamos en nuestros seres queridos, ya que el sentimiento de soledad se asocia con un mayor riesgo de mortalidad en los adultos mayores (O’Súilleabháin, Gallagher y Steotoe, 2019).
Y aunque la soledad puede afectar a cualquier persona, independientemente de su sexo y edad es un sentimiento que tarde o temprano nos puede llegar a todos, porque siendo sinceros, ¿sabemos todo lo que implica envejecer? no nos solemos preocupar por ello hasta que nos llega y hay tantos cambios que veces resulta muy difícil aceptar todos esos cambios que llegan a nuestra vida.
El sentimiento de soledad puede estar latente, aunque no necesariamente sea porque la persona esté aislada, sino que es un conjunto de emociones y pensamientos que generan sentimientos de soledad y tristeza en nuestros mayores.
Este sentimiento es un predictor importante de problemas psicológicos, como depresión, estrés psicológico y ansiedad (Yanguas, J., Pinazo Henandis, y Tarazona-Santabalbina, 2018). Por eso mismo, como mencionamos anteriormente una persona puede estar sola y no se sienta sola y viceversa.
En el proceso para mejorar el bienestar de nuestros mayores es necesario que se intervenga de forma multidisciplinar, es decir, que dependiendo de la evaluación que se le realice al paciente por parte de un especialista como puede ser un psicólogo gerontológico será necesario que intervengan varios profesionales como el neuropsicólogo, logopeda, terapeuta ocupacional, etc.
A veces con encontrar un centro donde puedan realizar actividades con otras personas puede ser suficiente para ayudar a atenuar el sentimiento de soledad como es el caos de los centros de día (Fratezi y Rizatto 2018).
Por otro lado, en caso de que se trate de alguna otra afectación como una dificultad comunicativa a causa de una laringectomía total, enfermedades degenerativas, puede requerir una atención más específica en este caso la asistencia a un centro clínico donde reciba la atención que necesitan
Pero por lo general según un estudio realizado por Zhao et al., (2018) las intervenciones de apoyo social pueden ayudar a romper el vínculo entre la soledad y los síntomas depresivos. Sin embargo, lo mejor es comunicarse, pregunta directamente a tu familiar cómo se siente ante una situación determinada, si ves señales de aislamiento o de tristeza y no puedes llegar a ninguna conclusión junto a tu familiar, lo mejor es que acudáis a un especialista.
Como dice el dicho más vale prevenir que curar y esto incluye el sentimiento de soledad en personas mayores. Puedes prever los cambios que está experimentando o va a experimentar tu ser querido o incluso tú mismo/a, pero para ello debes tener en cuenta los siguientes consejos.
Cuando nos hacemos mayores nuestros vínculos con las demás personas tienden a ir disminuyendo, ya sea porque nuestra actividad social se reduce o porque vamos perdiendo amigos y familiares que, aunque sea duro, mueren y dejan un vacío en nuestras vidas.
Todo lo anterior mencionado junto a los rápidos cambios tecnológicos pueden causar un gran sentimiento de soledad en personas mayores (Gené-Badia et al., 2016)
Por lo tanto, ante estas situaciones lo mejor es que la persona mayor se siga sintiendo integrada en la sociedad, que siga creando nuevos vínculos y aprendiendo cosas nuevas. Y aunque te sorprenda una buena forma de conseguir esta comunidad es en una residencia de ancianos, ya que lejos de lo que se suele pensar en las residencias se trabaja este sentimiento de soledad en personas mayores.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los precios de las residencias de ancianos no suelen ser muy accesibles como muestra esta lista de Gransliving, especialmente las que se especializan es la atención centrada en la persona, por lo tanto si deseas crear esta comunidad para tu familiar la mejor alternativa suelen ser los centros de día y asociaciones de la tercera edad.
Pero, en definitiva, si dispones de tiempo es recomendable que de vez en cuando reserves parte de tu día a disfrutar de hablar con tu familiar o realices alguna actividad, porque no hay mejor cura para el corazón que el afecto mutuo.
Fratezi, F. R., y Rizatto Tronchin, D. M. (2018). Validación de las actividades desarrolladas en centros de día para ancianos: contribuciones a la evaluación de la calidad. Enfermería Global, 17(52), 202-251.
Gené-Badia, J., Ruiz-Sánchez, M., Obiols-Masó, N., Puig, L. O., y Jiménez, E. L. (2016). Aislamiento social y soledad:¿ qué podemos hacer los equipos de atención primaria?. Atencion primaria, 48(9), 604-609.
O’Súilleabháin, P. S., Gallagher, S., y Steptoe, A. (2019). Loneliness, living alone, and all-cause mortality: The role of emotional and social loneliness in the elderly during 19 years of follow-up. Psychosomatic medicine, 81(6), 521.
Yanguas, J., Pinazo-Henandis, S., y Tarazona-Santabalbina, F. J. (2018). The complexity of loneliness. Acta Bio Medica: Atenei Parmensis, 89(2), 302.
Zhao, X., Zhang, D., Wu, M., Yang, Y., Xie, H., Li, Y., y Su, Y. (2018). Loneliness and depression symptoms among the elderly in nursing homes: A moderated mediation model of resilience and social support. Psychiatry research, 268, 143-151.