La identidad social es el conocimiento individual de que una persona pertenece a un cierto grupo social con ciertas connotaciones emociones y de valor que van unidas a un sentimiento de pertenencia a dicho grupo. Aquella empresa u organización que logre una identidad social corporativa con sus empleados, clientes y proveedores creará una imagen de marca y un sentimiento de pertenencia clave para su desarrollo. Una de las variables más importantes para conseguir esa identidad organizacional es la distintividad. En el ámbito de las organizaciones se conoce como distintividad a la medida en la que el grupo de personas que la componen se diferencia o destaca sobre las demás facilitando su identificación. Existen muchas formas de conseguir este objetivo, como puede ser la gestión estratégica de la publicidad de marca, la mejora del clima y cultura organizacional o la realización de eventos corporativos que mejoren el prestigio de la empresa o la tener una responsabilidad social corporativa apropiada.
La identificación con un grupo, empresa u organización es percibirse así mismo como psicológicamente entrelazado con el destino u objetivos de dicho grupo. Los comportamientos asociados, el afecto y emociones que suscita se dan habitualmente como consecuencia de esta identificación, aunque no la forman en sí misma. Es decir, realizar una reunión corporativa con un buen catering en Barcelona va a ser una buena estrategia para conseguir despertar emociones durante la junta común, pero no será lo único que lo logre. Mejorará la cohesión entre las partes para permitir una socialización mejor pero debe de consolidarse con otras herramientas de identificación empresarial. Para lograr una identificación social adecuada se debe experimentar personalmente el éxito o el fracaso dentro del grupo. A poder ser, más éxito que fracaso para mantener la adherencia intragrupo, lógicamente. Hay que intentar que todas las partes se sientan involucradas y responsables de errores y aciertos, de pérdidas y ganancias. Es importante que se diferencia entre identificación social (yo soy de esta organización) de la internalización de valores o creencias personales (yo creo que se debería de…). Es decir la persona, cliente, proveedor, empleado o directivo puede identificarse con el grupo organizacional pero no por eso suscribir todos y cada uno de los valores del propio grupo. Por ejemplo, se puede uno sentir como perteneciente e identificado con su equipo de trabajo, club, empresa o incluso grupo de amistades pero a su vez no compartir la misma ideología política. La identificación grupal es parecida a la identificación personal que se pueda tener con un héroe deportivo, un artista musical o incluso una relación recíproca como puede ser esposo-esposa, médico-paciente, músico-fan, etc. Existe un aspecto relacional/comparativo entre las partes.
Entre los beneficios más destacados se encuentran:
En definitiva, una buena identificación social de la organización es parte importante de crear confianza entre todos los agentes que forman una organización sea del tipo que sea: empresarial, deportiva o colectivo con un fin común.