Cuando una persona piensa en realizarse una operación de cirugía estética en la mayoría de los casos también debemos hablar de una mejora de la autoestima. Las operaciones estéticas son reconstrucciones de nuestro propio cuerpo por imperfecciones, o lo que consideramos imperfecciones en ese momento, ya sean relacionadas con un problema de salud o un accidente que desfiguró alguna parte de las persona (accidente de tráfico, pacientes de cáncer, etc.) o por la propia decisión de mejora de la apariencia personal.
En cualquiera de los dos casos, la mejora estética puede estar también asociada a una mejora de la salud del paciente, tanto físicamente como psicológicamente. Cuando una persona tiene tiene un pensamiento sobre su déficit físico que le impide realizar con normalidad su vida cotidiana o le cohíbe de realizar ciertas actividades, como ir a la playa por ejemplo, se convierte en un problema que mermará su autoestima de manera sustancial. Por este motivo, la operación de estética es un proceso que debe guiar un profesional con experiencia, como es el caso de la clínica Dexeus bienestar y de su día a día. Las personas que salen de una operación estética de manera satisfactoria y con los resultados deseados van a mejorar su autoestima y por tanto sus relaciones personales y sociales, con todo lo que ello conlleva. Los cirujanos estéticos tienen esa doble responsabilidad, sobre la operación a nivel médico y sobre el impacto emocional sobre el paciente. Una de las operaciones más solicitadas por las mujeres son las relacionadas con la disconformidad con sus mamas, por la gran importancia que les otorgan para considerarse seguras con ellas mismas. En ocasiones por ser demasiado pequeñas, otras veces demasiado grandes, no ser simétricas o derivado de una mastectomía por la eliminación de un tumor, etc.
Sin embargo existe una causa muy frecuente y con una solución para ella que muchas mujeres desconocen. Se trata de la pérdida de sensación de juventud de sus mamas debido al descolgamiento mamario por causas de un embarazo, una pérdida brusca de peso o el simple paso del tiempo. Esta flacidez del pecho genera en muchas mujeres una baja autoestima, tristeza y pérdida de sensación de juventud. Elevar los senos, elevará la autoestima y la operación estética que lo consigue lleva el nombre de mastopexia. Eso sí, siempre y cuando se realice bajo una supervisión profesional. Mediante este proceso quirúrgico se consigue corregir esa flacidez de los senos consiguiendo elevar el pezón-areola a una posición más natural, recobrando la forma y el volumen anteriores y ayudar incluso a disminuir posibles cicatrices. Todo ello sin la necesidad de realizar un implante mamaria, si bien en muchas ocasiones se recomiendo o las propias pacientes aprovechan la operación para realizar un implante que mejore una posible pérdida de volumen y asimetría que conseguirá un resultado final mejor. A gusto de cada una. Este tipo de operación además de conseguir un aspecto más rejuvenecido del pecho beneficiará en una mejora del bienestar personal y de las relaciones sociales en la mujer que la práctica ya que recuperará su autoestima, sobre todo en aquellos casos en los que la operación se realizó por motivos derivados de un problema previo y externo a la propia mujer.
Hoy en día los procesos de cirugía estética están ampliamente extendidos en la sociedad en la que vivimos y cada vez son más las personas que deciden someterse a una para mejorar su aspecto. Cuando es una decisión tomada con plena consciencia y meditación es una estrategia más para mejorar la percepción sobre nosotros mismos y la imagen que damos de cara al exterior. Cada persona con sus motivos.
