Ser un lector eficiente te permitirá leer más y memorizar más cantidad de información en un menor tiempo. Imagina que puedes leer cualquier tipo de libro 3 o 4 veces más rápido que la media de los lectores. Si eres un estudiante todavía te interesa más la lectura rápida. Imagina que puedes leer los apuntes muy rápido y de forma comprensiva.
Tanto si estás estudiando, ya sea a nivel universitario o una oposición, quizás te interese conocer algunas técnicas de lectura rápida. Cuanto antes te leas un libro o temas pendientes, más tiempo tendrás libre para repasarlo mejor, realizar otra tarea o irte a tomar unas cañas con los amigos. ¿Cuál es tu velocidad lectora? Te invito a que antes de leer los consejos compruebes tu actual velocidad lectora de forma sencilla en este otro artículo.
¿Cómo calcular mi velocidad lectora?
Ahora empecemos…
La lectura se compone básicamente de 4 momentos: reconocimiento de las palabras, entender las ideas de las mismas, contrastar el pensamiento con el que el autor las escribió con el pensamiento propio y evaluar lo que se ha leído (fig.1). Las dos últimas fases se corresponden fundamentalmente a la lectura crítica, elemento muy importante en el estudio para conseguir aprender de manera significativa, relacionando los conocimientos previos con la nueva información.
No solo basta con leer, sino con comprender. Cuando leemos interaccionan tanto elementos físicos como mentales. La lectura es lo que representa la comprensión, representado en la figura 1. En cuanto a los elementos físicos nos referimos al movimiento de los ojos cuando leemos, los cuales se dividen en tres momentos:
Pues sí, como cuando éramos pequeños y empezábamos a leer. Señalar lo que vamos a leer establece conexiones entre el texto y el cerebro. Esto ayudará a una lectura más rápida y eficiente. Alarga el dedo y subraya con el dedo cada línea que lees de margen a margen. Lo que estamos consiguiendo es eliminar parte de las regresiones innecesarias y realizando fijaciones más amplias de lo que leemos.
Poco a poco empezaremos a avanzar más rápidamente a lo largo de las líneas. El dedo nos hace de guía y nos ayuda a reducir los esfuerzos innecesarios de los ojos y aumenta la concentración en la lectura. Así que, si eres madre o padre no regañes tanto a tu hijo por leer con el dedo. Si no quieres utilizar el dedo, también sirve un bolígrafo, lápiz o similar que sirva de marcador y nos permita señalar y leer a la vez.
Por empezar a utilizar la técnica, coge un libro u hoja impresa completa y trata de pasar tu marcador por todas las líneas rápidamente intentando leer el texto. Lo normal sería que al principio no lograses leer todas las palabras pero con la práctica irás acostumbrándote y aumentando el número de palabras entendidas en cada fijación.
¡Ojo! El dedo o el marcador no debe pararse al cambiar de línea. Realiza un movimiento continuo de regreso hacia la siguiente línea y síguela con los ojos. Evitará distracciones en la barrida de retorno hacia la nueva línea. Una vez ahí, a seguir marcando y leyendo.
Como ya comentamos, el ojo realiza pausas y saltos. Cada vez que se realiza una pausa el ojo necesita volver a enfocarse, como cuando estás intentando sacar una foto con una cámara de fotos, te mueves y tienes que volver a darle al botón de enfocar. Esto te quita tiempo, por lo que si disminuimos el número de enfoques o fijaciones que hacemos aumentará nuestra velocidad lectora y además nuestros ojos se cansarán menos.
La idea de la técnica es reducir las fijaciones y hacerlas más amplias. Es decir, no tener que fijar la vista palabra por palabra y hacerlo agrupando palabras. Para conseguirlo, los siguientes consejos:
Un lector normal suele hacerlo de esta forma:
Tras aplicar las técnicas de fijación lo que conseguimos es leer tal que así:
Si seguimos practicando lo leeremos así:
Con mucha práctica incluso podríamos llegar a leerlo todo junto:
Si estás estudiando y necesitas repasar puedes hacerlo realizando un movimiento en forma de S (ver figura 2) con tu dedo a lo largo de la página, de derecha a izquierda y de forma continuada, como si fuera una serpiente. También puede servir para lecturas rápidas sin profundizar para “captar” el mayor número de palabras ampliando las fijaciones. Una vez dominada esta técnica, puedes variar y hacer los movimientos en vez de en S de manera más caótica a lo largo de la página intentando leer y entender lo que se dice, con el mismo objetivo de ampliar el área de fijación.
Es posible que haya personas en las que estar sometido a este control visual les suponga una preocupación excesiva que altere de forma negativa la comprensión del texto. Cada persona es un mundo por lo que existen otros consejos menos “invasivos” que también pueden ayudar a perfeccionar el arte de la lectura rápida.
Empieza a aprovechar el tiempo que ganarás con la lectura rápida y eficiente. Prueba a volver a medir tu velocidad lectora. ¡Comenta tus resultados!
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wao que interesante, soy estudiante de 44 años de edad y uno de mis mayores problemas es el leer.pues como comprenderás estudiar psicologia clinica equivale a mucha lectura
¡Gracias María! Sí, la psicología, tanto clínica como de otras ramas es muy densa y en constante evolución. Leer tiene que ser un hábito de cualquier psicólogo: artículos, libros, etc. Formación constante. Un saludo!
Hola Ivan :) ¿tendrás la bibliografía de tu artículo, para poder profundizar un poquito más por mi cuenta? Muchas gracias, Saludos
¡Hola! Acabo de fijarme que no tengo puesta la bibliografía. Repasaré de donde saqué la información. Uno de los libros que usé fue el libro de Psicología del Lenguaje de la UNED por si pudiera ser te ayuda.