Se entiende la educación especial como un conjunto de recursos educativos puestos a la disposición de los alumnos que pueden necesitarlo de forma temporal o continuada, permanente o transitoria. Al menos así es como se define en España.
Para cumplir con estas necesidades educativas especiales (NEE) debemos entender en primer lugar a qué llamamos una necesidad educativa. Se dividen en dos grandes grupos:
La enseñanza debe ser entendida en función de la diversidad que ésta presenta en función del alumnado existente. Los pilares fundamentales de esta atención a la diversidad se sustentan en una educación de calidad con igualdad de oportunidades para todo el conjunto de los alumnos; y el esfuerzo compartido entre todos los componentes del sistema educativo. En la personalización del proceso de enseñanza está la clave de una buena atención e inclusión educativa. Todos somos diferentes. Todos merecemos tener una base educativa adaptada en la medida de lo posible a nuestras necesidades especiales.
Para determinar si un niño o niña necesita educación especial adaptada deberá primeramente tener una evaluación multidisciplinar en la que pueden intervenir diferentes especialistas: educadores, psicólogos, logopedas, fisioterapeutas, pedagogos, neurólogos y psiquiatras entre otros. Estos serán los que evaluarán, diagnosticarán, tratarán y seguirán estas necesidades especiales para que su educación puede adaptarse lo mejor posible para garantizar, como decíamos anteriormente, una educación de calidad.
Cabe mencionar que esta evaluación debe ser realizada para evitar una educación especial no adecuada cuando lo que se requeriría sería más bien un apoyo psicopedagógico por presentar deficiencias en los procesos psicológicos que implican una correcta comprensión o uso del lenguaje. Estos pueden presentar dificultades en la escucha, el habla, la escritura o las matemáticas, pero no por ello necesita una educación especial, sino un refuerzo pedagógico o cambiar los modelos de aprendizaje para mejorar la comprensión.
Las áreas en las que se fijarán los expertos para decidir si se requiere una educación especial serán relativas a las grandes áreas del aprendizaje: atención, memoria, autocontrol y metacognición. Cuando existen problemas en alguno de estos elementos del aprendizaje se analizará su origen y grado. Ya que recordemos que todos tenemos diferentes tipos de grados de problema, por lo que se deberá adaptar a esa necesidad lo máximo posible.
Una vez esto se delimitan tres grandes bloques de posibles problemas:
Dificultades del Lenguaje
Desarrollo emocional-afectiva y social
Desarrollo motor
Como se puede observar, el abanico de necesidades educativas especiales es muy amplio y abarca gran multitud de problemas que dificultarán el correcto aprendizaje en la escuela de los niños por lo que todos los refuerzos y adaptaciones al mismo para mejorar su experiencia educativa de manera inclusiva será una victoria para nuestros sistema educativo.