Aprender para enseñar mejor: la importancia de la formación de los docentes
La formación constante de los miembros de cualquier tipo de organización es clave para la mejora de su rendimiento y por tanto del progreso de la institución para la cual desempeñan su trabajo. El ámbito educativo es quizás uno de los que más necesita de procesos de actualización de los conocimientos, habilidades y destrezas de los docentes para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea de calidad con la importancia que supone eso para los alumnos que, el día de mañana estarán a su vez mejor preparados gracias a tener profesores competentes. Cualquiera que sea la rama educativa es esencial que se mantengan todos los docentes actualizados, pero aquellas en las que la intervención educativa es mucho más específica sobre el alumnado, como puede ser la educación especial, es sumamente importante que los docentes tengan los conocimientos adecuados a los tiempos y estudios más recientes. Los centros educativos deberían elaborar planes de formación de sus maestros que incluyesen algún tipo de curso de intervención en educación especial que les proporcionará mayores competencias de trabajo con estos grupos de alumnos con necesidades tan específicas. En estas áreas, la intervención psicoeducativa correcta y actualizada tiene especial relevancia.
Beneficios de la formación en competencias en educación
Son múltiples las ventajas de realizar en ampliar la formación. Los docentes o empleados en general, no deben quedarse a expensas de que sus titulaciones oficiales universitarias o de formación profesional les sirvan para ejecutar su trabajo. Deben mantenerse y especializarse a medida que compaginan su experiencia profesional. Estos son solo algunos de los beneficios que supone formarse en competencias:
La enfermería es una de las profesiones sanitarias que disponen de distintas especialidades de estudio.…
Mejora la ejecución de las tareas. Se aumenta la productividad y la eficiencia del trabajo. Docentes que sepan manejar correctamente las herramientas ofimáticas o conozcan nuevas técnicas de enseñanza; así como mayores conocimientos van a mejorar los tiempos a la hora de confeccionar sus clases y actividades. Es beneficioso para todas las partes: el profesor tiene más tiempo para él, los alumnos reciben mejor formación y la institución que representa consigue mayor productividad.
Prepara para realizar nuevas tareas y adquirir nuevo conocimiento. No solo se amplía conocimiento cuando estamos realizando una nueva formación. Sino que estos nuevos conocimientos adquiridos van a fomentar aprender otros nuevos a mayores, son un trampolín para seguir aprendiendo. Es una forma de mejorar nuestra autopercepción personal sobre nuestras capacidades que quizás no conocíamos y que nos impedía adentrarnos en nuevos conocimientos. Por ejemplo, si no tengo una base de ofimática básica, difícilmente voy a adentrarme en mejorar mis competencias gracias al uso avanzado de otras herramientas. Lo mismo sucede cuando un docente está preparando sus pruebas selectivas de acceso al trabajo, si durante su estudio realiza algúncursos homologados para oposiciones es probable que ese conocimiento le sirva para utilizarlo posteriormente además de lo propio que aprenderá durante la formación para preparar sus exámenes. Nuestro cerebro se prepara para poder recibir nuevas tareas cuanto más lo ejercitamos.
Mejora el clima en la organización. Cuando los profesores o maestros están preparados o todos han recibido una misma formación va a mejorar los procesos internos entre ellos ya que será capaces de compartir información o herramientas que todos son capaces de usar a un mismo nivel. Esto da lugar a un mejor equilibrio saludable entre todos los componentes que componen el centro educativo.
Reduce los rechazos a nuevas tareas y ausencias laborales. Al estar más preparados para afrontar la actividad docente, se suelen adquirir mejor nuevas tareas al tener un mejor autoconcepto y mejor así nuestro afrontamiento de retos. Eso hacer implicar todavía más al docente en su trabajo diario por lo que sus ausencias serán, a la larga, también menores.
Reduce costes para la empresa. Sí, la formación es una inversión que reduce costes en la organización. El motivo es que para realizar un mismo trabajo, la persona será capaz de elaborarlo dentro de su horario laboral; por lo que no le llevará horas extras su confección. Un mejor trabajo es sinónimo de más calidad y eso atraerá a nuevos clientes. La confianza en el centro educativo y sus docentes será ampliada. Menos tiempo para realizar las tareas y también menor posibilidad de estropear algún tipo de herramienta que necesita de conocimiento previo. Además, en algunas ocasiones un empleado bien formado sería capaz de realizar múltiples tareas que en otras condiciones necesitaría de más gente para su elaboración.
Mejora las condiciones laborales. Una persona bien formado, además de tener mayor tiempo para ella al poder hacer las tareas en menos tiempo, también tendrá nuevas aptitudes para mejorar laboralmente; tanto a nivel salarial como el emocionales al reducir el estrés laboral producido por no tener conocimientos suficientes para mejorar la eficiencia en su trabajo.
La inversión en formación tanto a nivel personal como por parte de cualquier organización hacia sus empleados es parte fundamental para la mejora constante; es una inversión con tantos beneficios que parece indiscutible no asumirlo como una certeza. ¿A qué esperas para seguir formándote?
Director y creador de Psicopico.com. Psicólogo Colegiado G-5480 entre otras cosas. Diplomado en Ciencias Empresariales y Máster en Orientación Profesional. Máster en Psicología del Trabajo y Organizaciones. Posgrado en Psicología del Deporte entre otras cosas. Visita la sección "Sobre mí" para saber más. ¿Quieres una consulta personalizada? ¡Escríbeme!