Salud

Elementos clave para combatir un tumor de órbita

Una visión disminuida, un ojo más saltón que otro o la doble visión son algunas de las principales señales que caracterizan al tumor de órbita. Si deseas conocer más acerca de esta alteración en los tejidos de la cavidad ocular, te invitamos a seguir leyendo el siguiente artículo.

Un importante porcentaje de la población suele relacionar los tumores con enfermedades cancerígenas. A pesar de esta creencia popular, la gran mayoría de los tumores que aparecen en el cuerpo suelen ser benignos, por lo que no representan un grave riesgo para la salud.

Los tumores son alteraciones en los tejidos del organismo que se originan por la excesiva multiplicación de células, dando como resultado bultos que pueden ser malignos o benignos. En el caso particular de un tumor de órbita, la alteración se produce en los tejidos que se encuentran en la cavidad orbital: músculos, vasos, nervios, grasa y nervio óptico.

¿Qué síntomas desencadena un tumor de órbita?

Hay diversos elementos que pueden indicar la presencia de un tumor orbitario. Tomar en cuenta la sintomatología de este particular tipo de tumor no solo te permite garantizar una correcta funcionalidad de la vista.

Al identificar los síntomas de un posible tumor de órbita, podrás acudir de forma oportuna a la consulta médica. Aunque muchos de ellos son benignos, siempre existe el riesgo de padecer un tumor cancerígeno que debe ser tratado rápidamente por un especialista.

Los tumores orbitarios se manifiestan afectando la calidad de la vista, disminuyendo la visión y provocando problemas de diplopía (visión doble). Los exoftalmos suelen ser los síntomas más comunes, provocando que un ojo parezca más saltón que el otro.

Además del dolor, la ptosis palpebral es otro de los síntomas que reflejan la presencia de un posible tumor de órbita. Si tienes un párpado más caído que otro y posees el resto de los síntomas, no dudes en comunicarte con tu médico de confianza.

Es indudable que dependiendo del tamaño de la masa o bulto desarrollado en la zona orbital, la intensidad de los síntomas puede variar en gran medida. Los párpados, el lagrimal y el ojo son las áreas más afectadas por la presencia del tumor en la cavidad orbital.

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Detección y diagnóstico de un tumor de órbita

Cuando existen sospechas de un tumor, no solo basta con confirmar su presencia en el organismo. Es fundamental identificar el tipo de tumor que se ha desarrollado en el cuerpo del paciente: maligno o benigno.

Los especialistas utilizan diversos recursos para detectar e identificar los tipos de tumores que padecen los pacientes, como, por ejemplo, el uso de fotografías de la persona, previas a la aparición de los síntomas. Determinar el grado de crecimiento en el tiempo es uno de los principales pasos para diagnosticar si el tumor de órbita es cancerígeno o no.

Las nuevas tecnologías también juegan un rol imprescindible para las tareas de diagnóstico de tumores como los orbitales. A través de avanzados métodos como la resonancia magnética y tomografías computarizadas (TAC), los médicos tienen la capacidad de obtener imágenes de gran precisión sobre el tumor.

Es importante recordar que un diagnóstico preciso y efectivo ayuda a determinar el tipo de tratamiento a implementar para combatir la alteración en los tejidos. El tipo de tumor, el tamaño o la ubicación exacta son factores que se toman en cuenta para la selección de un tratamiento específico.

Principales tratamientos para el tumor de órbita

Después de observar el historial del paciente y obtener imágenes, realizar la biopsia es el paso definitivo para diagnosticar qué tipo de tumor se ha desarrollado. Una vez identificada la naturaleza del bulto, los especialistas comienzan a crear un plan de acción que permita eliminar la presencia de la alteración de los tejidos orbitarios.

De acuerdo con las características del tumor, el tratamiento puede consistir en la extracción quirúrgica del mismo. Médicos de amplia trayectoria, como el doctor Candial, deben tomar en cuenta variables como la ubicación del tumor en la órbita (anterior, media, posterior o intraconal).

También pueden ponerse en marcha tratamientos con quimioterapia, radioterapia, así como una combinación de todos los métodos mencionados. Reconocidos especialistas en cirugía oculoplástica, como el Dr. Miguel González-Candial, ponen a disposición de sus pacientes técnicas quirúrgicas que se caracterizan por ser mínimamente invasivas.

A través de pequeñas incisiones, existe la posibilidad de extraer el tumor orbitario, a la vez que se garantiza una rápida recuperación y se asegura un resultado estéticamente superior. Por este motivo,  es fundamental acudir a los mejores profesionales a la hora de buscar diagnósticos y tratamientos de gran precisión que permitan eliminar completamente la presencia del tumor de órbita.

Redacción

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