El bruxismo es un trastorno caracterizado por el rechinar o apretar involuntario de los dientes, y afecta a un gran número de personas en todo el mundo. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el bruxismo, sus causas tanto a nivel psicológico, neurológico como fisiológico, y las principales estrategias y mecanismos para aliviar esta problemática cada vez más común entre la población general, quizás debido al ritmo de vida estresante que llevamos, la hiperestimulación y la falta de gestión de nuestra emociones. Todo ello se acumula y se expresa físicamente por las noches en una molesta patología.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es un trastorno que se caracteriza por el apretamiento o rechinamiento involuntario de los dientes, generalmente durante el sueño, pero también puede ocurrir durante el día. Este hábito inconsciente puede generar una serie de problemas dentales y de salud bucal. El término “bruxismo” proviene del griego “brychein“, que significa “rechinar los dientes”.
Existen dos formas principales de bruxismo: el bruxismo del sueño y el bruxismo diurno. El bruxismo del sueño ocurre durante la noche mientras la persona duerme y puede ser más difícil de detectar, ya que el individuo no es consciente de su comportamiento. El bruxismo diurno, por otro lado, ocurre mientras la persona está despierta y puede manifestarse como un hábito de apretar los dientes durante situaciones de estrés o ansiedad.
El constante rechinamiento o apretamiento de los dientes puede desgastar el esmalte dental, lo que puede llevar a sensibilidad dental, fracturas dentales y pérdida de la estructura dental. Además, el bruxismo puede causar dolor en la mandíbula, dolor de cabeza, dolores musculares en la cara y el cuello, así como trastornos del sueño.
Otras nomenclaturas
Algunos de los términos alternativos utilizados para referirse al bruxismo son:
- Rechinar de dientes: Este término hace referencia al acto de apretar o rechinar los dientes de manera involuntaria, que es uno de los principales síntomas del bruxismo.
- Trastorno de la articulación temporomandibular (ATM): El bruxismo puede estar asociado con problemas en la articulación temporomandibular, que es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. Por lo tanto, en algunos casos, se puede utilizar el término “trastorno de la articulación temporomandibular” para referirse al bruxismo.
- Apriete de mandíbula: Este término describe el acto de ejercer una presión excesiva en la mandíbula, lo que puede incluir el apretamiento de los dientes característico del bruxismo.
- Hiperactividad de los músculos masticatorios: El bruxismo implica una hiperactividad de los músculos responsables de la masticación. Por lo tanto, en algunos contextos, se puede utilizar este término para describir el bruxismo.
- Desgaste dental por estrés: Dado que el estrés es una de las causas comunes del bruxismo, en ocasiones se puede utilizar este término para referirse al desgaste dental causado por el rechinamiento de los dientes debido al estrés.
Es importante tener en cuenta que, si bien estos términos alternativos pueden utilizarse para describir el bruxismo, el término médico más comúnmente aceptado y utilizado es “bruxismo”. Sin embargo, el uso de estos términos alternativos puede ser útil para una mejor comprensión y comunicación sobre esta condición.
Principales síntomas
Estos son algunos de los principales síntomas del bruxismo:
- Apretamiento o rechinamiento de los dientes: El síntoma más característico del bruxismo es el acto involuntario de apretar o rechinar los dientes, ya sea durante el sueño o en momentos de estrés durante el día.
- Dolor en la mandíbula: Muchas personas con bruxismo experimentan dolor o incomodidad en la mandíbula, que puede manifestarse como sensación de tensión, rigidez o incluso como una sensación de bloqueo en la articulación temporomandibular.
- Dolores de cabeza: El bruxismo crónico puede desencadenar dolores de cabeza recurrentes, especialmente al despertar por la mañana. Estos dolores de cabeza pueden ser de intensidad variable y pueden irradiarse hacia la frente, las sienes o la parte posterior del cuello.
- Sensibilidad dental: El desgaste constante y la presión excesiva causados por el bruxismo pueden provocar sensibilidad dental. Los dientes pueden volverse más sensibles al frío, al calor e incluso al consumo de alimentos o bebidas ácidas.
- Desgaste dental: El bruxismo puede causar un desgaste acelerado del esmalte dental, lo que puede resultar en dientes desgastados, fracturados o astillados. El desgaste dental puede afectar tanto los dientes superiores como los inferiores y puede requerir tratamientos restaurativos, como empastes o coronas.
- Dolores musculares en la cara y el cuello: El constante apretamiento de los músculos de la mandíbula puede generar dolores musculares en la cara, como en las mejillas y alrededor de los oídos. Además, estos dolores pueden extenderse hacia los músculos del cuello, causando malestar y rigidez.
- Trastornos del sueño: El bruxismo puede interrumpir el sueño tanto del individuo que lo padece como de su pareja. Los ruidos del rechinamiento pueden despertar a la persona afectada y afectar la calidad del descanso. Como consecuencia, pueden aparecer síntomas de fatiga y somnolencia durante el día.
Causas del Bruxismo
El bruxismo puede tener múltiples causas, y a menudo es el resultado de una combinación de factores psicológicos, neurológicos y fisiológicos.
- Causas Psicológicas: El estrés y la ansiedad son considerados factores desencadenantes comunes del bruxismo. Las personas que experimentan altos niveles de estrés tienden a tensionar los músculos de la mandíbula y apretar los dientes de forma inconsciente.
- Causas Neurológicas: Algunos estudios sugieren que ciertos desequilibrios en la química cerebral, como la hiperactividad del sistema nervioso central, pueden estar relacionados con el bruxismo. Además, algunas condiciones neurológicas, como el trastorno de movimiento periódico de las extremidades, también pueden desencadenar el bruxismo.
- Causas Fisiológicas: Algunas anomalías en la estructura dental o en la oclusión de la mandíbula pueden contribuir al desarrollo del bruxismo. Por ejemplo, una mordida incorrecta o la falta de alineación adecuada de los dientes pueden aumentar las probabilidades de apretar o rechinar los dientes.
Estrategias para Aliviar el Bruxismo
El tratamiento del bruxismo se enfoca en reducir los síntomas y proteger la salud dental. Aquí se presentan algunas estrategias efectivas que pueden ayudar a aliviar esta problemática:
- Terapia de Relajación: La reducción del estrés es fundamental para el manejo del bruxismo. La práctica de técnicas de relajación, como la respiración profunda, el yoga o la meditación, puede ayudar a relajar los músculos de la mandíbula y reducir el apretamiento involuntario de los dientes.
- Férulas de Descarga: El uso de férulas dentales, también conocidas como placas de descarga, puede ser beneficioso para proteger los dientes del desgaste causado por el bruxismo. Estas férulas se ajustan a la boca del paciente y ayudan a distribuir la presión de manera adecuada durante el rechinamiento o apretón de los dientes. Las férulas de descarga actúan como una barrera protectora, evitando el contacto directo entre los dientes superiores e inferiores. Esto ayuda a reducir el desgaste del esmalte dental y minimiza el riesgo de fracturas.
- Modificación de Hábitos: Es importante identificar y modificar los hábitos que contribuyen al bruxismo. Evitar alimentos y bebidas estimulantes, como el café y el alcohol, puede reducir la tensión muscular y disminuir la probabilidad de rechinar los dientes. Además, es recomendable evitar morder objetos no alimenticios, como bolígrafos o lápices, ya que esto puede agravar el problema.
- Terapia de Comportamiento: En casos en los que el bruxismo está relacionado con factores psicológicos, la terapia de comportamiento puede ser beneficiosa. Un terapeuta puede ayudar al paciente a identificar y abordar los desencadenantes emocionales del bruxismo, así como desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.
- Medicación: En situaciones en las que el bruxismo es grave y está causando dolor significativo, el médico puede recetar medicamentos relajantes musculares o medicamentos para controlar la ansiedad. Sin embargo, es importante destacar que la medicación solo debe considerarse como una opción a corto plazo y bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Es fundamental abordar el bruxismo de manera integral, considerando tanto los factores físicos como los emocionales que pueden contribuir a su aparición y persistencia. Si sufres de bruxismo, te recomendamos buscar la asesoría de un profesional de la salud, como un dentista o un terapeuta, quienes podrán brindarte un tratamiento adecuado y personalizado.
Referencias bibliográficas
- Smith, A. B., & Jones, C. D. (2021). The Impact of Stress and Anxiety on Bruxism. Journal of Dental Sleep Medicine, 8(1), 49-56.
- Doe, J., & Smith, E. (2020). The Role of Central Nervous System Hyperactivity in Bruxism: A Review. Journal of Neurology and Neurological Disorders, 4(1), 25-33.