(Español) Hábitos saludables para la ansiedad matutina, ¿por dónde tengo que empezar?

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La ansiedad matutina es algo bastante más común de lo que pensamos. Si bien despertar con esa sensación de nerviosismo está más que justificada, hay veces que no podemos ver el motivo por el que está ahí, cuáles son las razones que nos han llevado hacia tal angustia. La tensión o preocupación extrema -cuando no es por nada concreto- debe tratarse con calma, mirar desde dentro cuál es la raíz del problema.

Adoptar una serie de hábitos saludables pueden ayudarnos con el proceso, plantear nuevas alternativas con las que sentirse más cómodo, mucho mejor de cara al día que nos espera. A pesar de que en estos casos, comenzar con la jornada resulta mucho más complicado de lo que podamos llegar a imaginar, lo cierto es que cambios en nuestra rutina pueden servir de mucho, hacernos la situación bastante más fácil.

¿Cuáles son los hábitos saludables que debemos adoptar para la ansiedad matutina?

Despertar con ansiedad

puede volverse la cosa más horrible para la persona que la sufre. Cuando el “terror” no está justificado, no es razonable o tiene un motivo, lo que llamamos angustia va un poco más allá. Al margen de que el estrés acumulado puede ser un agravante, tratarlo con un psicólogo es la mejor opción y es que, en el momento en que no sabemos por qué ocurre, debemos recurrir a las manos de un profesional.

En cualquier caso, a fin de que la vida sea más fácil -especialmente si la terapia tarda en llegar- conviene que contemos con algunas herramientas o que cambiemos ciertos hábitos que pueden potenciar esa sensación, que nos invalidan cuando todo debe estar bien. A continuación, con la idea de que vayas tomando perspectivas nuevas, te dejamos con las recomendaciones comunes:

Ejercicios de respiración

Al levantarnos, para las personas que sufren de ansiedad, es importante que se preste atención a los ejercicios de respiración. Tratar de encontrar la calma a partir de aquí es una de las mejores soluciones matutinas que nos podemos encontrar y es que, cuando establecemos un control real sobre nosotros mismos, conseguimos que todo vaya a mejor, que no tengamos demasiados problemas de enfrentarnos al día que nos espera. ¡No te quedes sin comprobarlo!

Música relajante

La música es uno de los artes que nos conecta con nosotros mismos, que sabe cómo evadirnos en situaciones de pánico. Escuchar canciones o melodías que nos hagan sentir mejor, que relajen nuestros músculos y la mente puede ser una de las mejores medicinas que pongamos sobre la mesa, esa que nos haga disfrutar más del momento y que, por ende, nos ayude con las tareas que debemos realizar.

¡Evitar las prisas!

Aunque sabemos que a veces es inevitable, evitar las prisas es algo que también vale de cara a esos momentos de ansiedad matutina en los que parece que el aire nos falta. Preparar la ropa antes de dormir, poder darnos una ducha con calma o desayunar sin ningún tipo de estrés se convierten en lujos que debemos adoptar, en aquello que nos sirve para ordenar nuestras ideas. ¿Cuándo te pondrás con ello?

Pensar con calma

Puede que a veces se escape a nuestro control pero, cuestionar aquello que pensamos puede hacer que nuestro despertar sea mucho más saludable. Son muchas las imágenes que se nos pueden venir a la cabeza y es por ello que, cuanto más las organicemos, mejor estaremos. De esta manera, si por casualidad surgen ideas que nos agobian pero que nada tienen que ver con la realidad, nos vendrá bien hacer un razonamiento sobre las mismas.

¡Evitar la cafeína!

El café es un estimulante que casi todas las personas toman por las mañanas pero, cuando sufrimos de este trastorno conviene que lo dejemos un poco atrás, que no nos tomemos una taza en ayunas porque, ciertamente, nos puede llegar a perjudicar bastante. Potenciando los pensamientos negativos y acelerando el corazón de una manera que nos perjudica seriamente, sin duda estamos ante algo que debemos dejar para otro momento. ¿No te parece?

Como vemos, la ansiedad se puede controlar con pequeños hábitos que resultan mucho más saludables de los que, seguramente, estábamos teniendo antes. Si bien puede parecer complicado, conviene que hagamos un esquema de aquellos que nos resultan efectivos, que nos hacen llevar una vida mejor. En cualquier caso, resulta importante ver que estamos ante un problema que se debe tratar con un profesional.

El autodiagnóstico, que no sirve para ningún tipo de enfermedad, puede llevarnos a la confusión, hacernos tomar el camino incorrecto. En estas, conviene que exista una evaluación de salud mental, que sea un psicólogo el que nos trate para saber qué es lo que ocurre. Exponiendo situaciones emociones -y hasta hormonales- que pueden ser la raíz del problema, seguro que nos encontramos mucho más estables después de cada sesión. ¿Te animas entonces con ello