Cuando tenemos que exponer ante una audiencia es importante mantener su atención y que los conocimientos que queremos transmitir se retengan lo mejor posible. Utilizar herramientas visuales, como pizarras o proyecciones, que faciliten la comprensión de lo explicado es fundamental para consolidar la información. El porcentaje más amplio de conocimiento que asimilamos como aprendido procede de estímulos que percibimos mediante la observación. Por tanto, es pieza clave el uso de apoyos visuales para mejorar la experiencia de aprendizaje.
Que no falte una pizarra magnética en tu clase
Existe una herramienta fundamental para cualquier persona que se dedique a la formación sea cual sea su ámbito educativo, desde los maestros de escuela hasta los entrenadores deportivos: la pizarra magnética. Utilizar una plataforma donde poder expresar de manera gráfica nuestras explicaciones es una de las formas más extendidas para fomentar la observación y por tanto la mayor captación del conocimiento. Cualquier metodología de enseñanza-aprendizaje debe considerarla como básica para facilitar las exposiciones.
El apoyo visual de una pizarra mejora la retención de la información
Las pizarras han ido evolucionando a lo largo de los años en diferentes formatos, desde las tradicionales que utilizaban la tiza como medio de escritura hasta su digitalización actual. Sin embargo, las pizarras magnéticas reúne varios requisitos básicos que las hacen indispensables y fáciles de usar.
7 ventajas de usar una pizarra magnética
Existen muchas otras, pero estas son algunas de las ventajas más relevantes y motivos por los que utilizar una pizarra en tus explicaciones te será de gran ayuda, tanto para ti como para tus alumnos:
- Capta la atención del alumno. Al dirigirnos a la pizarra y expresar sobre ella una idea o gráfico estamos estimulando a nuestra audiencia a mirarla, y como ya dijimos la mayor parte del aprendizaje se produce por observación. Es una forma de motivar a nuestros alumnos a atender y aprender de lo atendido.
- Mejora la retención de la información. Mientras escuchamos aprendemos, pero si lo leemos lo retenemos mejor el conocimiento. Más todavía si lo que exponemos es algo práctico e incluso más si dejamos que nuestros alumnos hagan uso de esta herramienta para reinterpretar la información y volverla a plasmar sobre ella o les invitamos a que la reproduzcan en sus propias libretas cogiendo apuntes. .
- Fomenta la creatividad al expresar ideas de manera espontánea. Podemos ir creando de manera dinámica a lo largo y ancho de la pizarra, lo que despierta el interés del alumno y sus emociones.
- Organiza las ideas. Es una forma de ir estructurando lo más relevante, facilitando a nuestro cerebro procesar toda la información.
- Es accesible y rápida de usar. Existen pizarras de todos los tamaños e incluso con ruedas para manejarla en todo tipo de espacios. Siempre podemos recurrir a ella en cualquier momento. Por ejemplo, los entrenadores deportivos siempre tienen su pizarra táctica disponible en el banquilla lista para darle uso.
- Focaliza la atención grupal. Todos los alumnos reciben a la vez la misma información y de manera más objetiva.
- Se puede escribir, dibujar, pintar y volver a borrar la información las veces que sea necesario o modificar la información cuantas veces se quiera.
- La pizarra magnética a su vez permiten colocar todo tipo de fichas o elementos que se adhieren a su superficie para mejorar la comprensión. Fichas que representen jugadores, láminas o cualquier objeto o símbolo que tenga un imán.
Consejos para mejorar una exposición en pizarra
Además de tener todas las ventajas anteriormente citadas, vamos a exponer algunos consejos prácticos para mejorar la comunicación con tu audiencia cuando te toque exponer en pizarra:
- Establecer una rutina. Es importante que tus alumnos, jugadores o tu audiencia sepa que usas la pizarra como herramienta de exposición, dentro de tu metodología de enseñanza-aprendizaje.
- Secuenciar. A la hora de escribir o dibujar sobre la superficie se debe hacer de manera secuencial.
- Planteamiento del problema.
- Desarrollo.
- Conclusiones finales.
- Estructurar. Se debe empezar a escribir desde el lado superior izquierdo y dividir la información en las columnas que sea necesario. Por ejemplo, si nuestra secuencia es como en el punto anterior hacerlo en tres columnas diferenciadas.
- No escribir cosas obvias. La pizarra se debe usar para recalcar la información importante y relevante. Evita utilizarla para escribir sobre conceptos que ya se conocen.
- Usar mayúsculas: legibilidad. Intenta usar las letras mayúsculas para facilitar la lectura y realizar los gráficos de la manera más legible posible. Con la práctica mejorarás. Ten en cuenta que lo que tú estás escribiendo o dibujando tú ya lo conoces pero tus alumnos no y tendrán que interpretarlo correctamente. Con lo cual no pienses que hacerlo bien es una pérdida de tiempo porque mejorará su comprensión y a la larga ganan todos: alumnos y profesores.
- Comprobar su comprensión. Intenta saber si tus alumnos entienden lo que sale sobre la pizarra, ya sea con preguntas directas o simplemente observando a tu clase.
- Utilizar otro tipo de estímulos. Sobre una pizarra se pueden colocar todo tipo de objetos que faciliten la comprensión, ya sea un posit que recalque una determinada información o diferentes colores que estimulan visualmente al alumno.
- Iluminar bien. Ya sea en una habitación o cualquier otro sitio, presta atención a los posibles reflejos que se puedan estar dando sobre la pizarra. Para ello puedes darte una vuelta por tu aula para comprobar que se lee bien desde diferentes ángulos.
- Borrar y pausar. Utiliza este momento como pausa durante la explicación para dar tiempo a asimilar los conceptos. En este aspecto, utiliza la técnica de las columnas para ir borrando de manera progresiva la información más antigua para que a todo el mundo le haya dado tiempo a entenderlo o reproducirlo en sus propios apuntes.
- No hablar mientras escribes si no estás mirando a los alumnos. Para que la comunicación sea más fluida y eficiente debemos hablar mientras miramos a la audiencia para que capten mejor lo que estamos diciendo. Utiliza la técnica de las 3 V para realizar tu mejor charla, presta atención verbal, visual y vocal. Para ello es fundamental observar a nuestra audiencia o al menos ellos nos puedan observar a nosotros en todo momento. Por eso, si tienes que escribir en la pizarra y hablar a la vez que sea de manera lateral para que te vean mientras lo hacen o si esto no lo tienes dominado es mejor esperar para hablar cuando termines de escribir y explicar lo escrito después de tenerlo plasmado sobre la pizarra.
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