La psicopatía y el uso de Internet son dos variables con las que se debe tener sumo cuidado. Pues, nunca sabemos quién se esconde detrás de las redes.
La tecnología ha generado un cambio importante en la forma en la cual nos comunicamos y nos relacionamos. Muchas de nuestras conversaciones en la actualidad son a través de dispositivos móviles, por redes sociales, correos, mensajería instantánea, entre otros.
No obstante, este tipo de comunicación impide que veamos el lenguaje corporal de la otra persona, o sus gestos, por lo que no podemos acercarnos ni lo más mínimo a los sentimientos o emociones del emisor.
Un problema que se suma hoy día es que hay muchos sádicos, narcisistas y psicópatas que se esconden tras las nuevas tecnologías comunicativas.
Todo lo anterior hay que tomarlo en cuenta cuando se trata de un asunto tan complejo como el de la psicopatía y el uso de Internet.
Para comenzar, los rasgos que caracterizan a quienes padecen psicopatía son la ausencia de la empatía, la irresponsabilidad, el poder de manipulación, un encanto superficial, ausencia de sentimientos de culpa o de remordimiento; se aburren con facilidad, pueden ser acosadores y quieren tener poder y control sobre la otra persona quien, muchas veces, se encuentra vulnerable.
En nuestra sociedad hay muchas personas con psicopatía y todo parece extraño cuando damos uso al Internet, puesto que hay personas que incluso se toman fotos que implican un riesgo para su vida solo para sorprender. La prueba es que desde el 2014, más de 50 personas han fallecido tratando de autofotografiarse. El punto en ello es que estas personas tienen rasgos de narcisismo y de psicopatía.
Los psicópatas pueden tener ese encanto superficial, como ya se ha mencionado, y muestran cierto grado de calidez, por lo que se ganan la confianza de los demás de forma rápida, haciendo que quien está al otro lado de la red social se sienta única/o y especial, ya que conquistan de manera rápida.
Los psicópatas suelen trazar planes para atrapar a las víctimas y luego de conseguirlo harán todo lo posible por maltratarles, dominarles y hacer trizas sus vidas. Por ello, es tan importante alejarse muchas veces de ese ambiente lleno de toxicidad y buscar la ayuda de amigos, familia y, sobre todo, de profesionales de la salud.
Esto ocurre a nivel mundial, en España solo hay un millón de psicópatas con diagnóstico, mientras que hay cuatro millones integrados a la sociedad.
Si comienzas a conversar con una persona por las redes y de una vez te comienzas a sentir genial, de forma abrupta, sin conocerse, les gustan las mismas cosas y, además, es encantandor/a, podrías estar en contacto con un psicópata, es decir, con una persona que se mueve por interés y no por empatía.
Para hacerle frente a los psicópatas que se encuentran en las redes, lo principal es adquirir información, ya que muchas personas desconocen cuáles son los rasgos de este tipo de personalidad, por lo que es más fácil que les manipulen.
También se debe tener conocimiento sobre este fenómeno y tener una buena autoestima, o trabajarla, ya que el respeto propio es el principal mecanismo de defensa que nos puede proteger de personas que son abusivas o manipuladoras.
Esto implica conocerse bien, pues, un psicópata, por ejemplo, podría manipular a una mujer que es compasiva diciéndole que si se aleja se quitará la vida, entre otras amenazas. Si se trata de una víctima generosa, entonces el psicópata podría tratar el tema monetario y destacar que carece de muchas cosas para obtener algún dinero a cambio.
Además, se debe contar con asertividad, entendida como la capacidad de defender los derechos propios y decir “no” a la otra persona. Es decir, colocar límites, ya que esto impedirá que el psicópata manipule con tanta facilidad. La persona que es víctima siempre se debe alejar del agresor y protegerse.
Por último, es recomendable buscar apoyo en la red de amigos y familiares, ya que el psicópata tiende a alejar a la víctima o aislarla de sus seres queridos. En cualquier caso, si sientes que eres víctima de un psicópata, lo mejor es acudir por terapia para fortalecer los recursos internos y evitar volver a caer.