Somos lo que comemos
. Este dicho tan conocido ha resultado, con el paso del tiempo, ser una verdad inamovible. En los últimos años, se nos está facilitando acceso a muchísima información que nos ayuda a entender mucho mejor todo lo que nos afecta la comida que consumimos a diario. Los nutrientes, las composiciones… Todo lo que ingerimos a través de nuestro menú habitual provoca ciertos efectos en nuestro organismo, muchos de ellos necesarios, pero otros tantos innecesarios al tener ciertas consecuencias perjudiciales.
Pero, ¿cómo nos afecta todo lo que comemos? Tener una dieta equilibrada y sana suena a tópico más que repetido, pero resulta ser clave a la hora de evitar impurezas para el organismo. Es fundamental tener una buena cultura de la nutrición que nos ayude a estar más sanos ya no solo en lo físico, también en lo psicológico. Aunque, por suerte, ahora es más fácil que nunca alcanzar este propósito.
Los efectos reales de la comida: esos grandes desconocidos
Aunque hace años su consumo se impulsaba porque se consideraba totalmente necesario, y en parte lo es, es conveniente saber que el azúcar es algo que debe controlarse enormemente. La ingesta de alimentos con altos índices de azúcares no es demasiado recomendable cuando supera las cantidades necesarias, y no solo porque es algo que puede afectar seriamente a nuestra dentadura, o a nuestra forma física. Es porque el azúcar perjudica a nuestro cerebro. Su consumo en exceso puede causar inflamación en el cerebro, alterando la memoria. Asimismo, hay estudios que han demostrado que un alto nivel de glucosa en sangre y muchos azúcares añadidos pueden reducir la producción del factor neurotrófico del cerebro, provocando más dificultades para formar nuevos recuerdos o para aprender.
Ese ejemplo es una clara muestra de cuánto puede afectarnos lo que comemos y de cómo desconocemos todavía muchísimo de lo que implica el consumo de determinados componentes y alimentos. Es vital conocer los productos que consumimos y que compramos en supermercados o tiendas en general, porque su ingesta es algo que afecta a nuestro presente y futuro, y de qué manera. Prácticamente determinan gran parte de nuestra calidad de vida, porque afectan a todo el conjunto de nuestro organismo.
Internet es una plataforma ideal para obtener información al respecto, siempre y cuando se acuda a fuentes fiables sobre nutrición, alimentación y salud. De hecho, las redes han servido para desmentir el mito de beber dos litros de agua diarios, uno que no contemplaba que hay alimentos que ya incluyen agua y que reducen el total a beber. Son muchos los hábitos poco saludables que mantenemos como algo habitual y positivo, sobre todo en materia de alimentación. El caso del consumo diario de agua recomendado es otro ejemplo más de esto, sin ir más lejos.
¿Significa eso que tenemos que obsesionarnos con las tablas nutritivas y de composición? Nada más lejos de la realidad. La clave, al final, está en el consumo equilibrado y variado. La elaboración de dietas sanas es vital para nuestro organismo y nuestra mente, y es algo mucho más fácil de lo que parece a simple vista. Al final, la clave está en evitar los excesos y, sobre todo, en tomar una mayor conciencia de que aquel viejo dicho que comentábamos al principio es mucho más importante y real de lo que pensabas
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