La alopecia es una enfermedad que implica una pérdida de la densidad de pelo en las zonas más visibles, principalmente en la cabeza, y que se detecta a cada vez más de mujeres en el mundo. El foco sobre este problema ha llevado a la creciente instalación de clínicas especializadas como centros capilares IMD que trabajan para prevenir y cuidar este riesgo, además de preparar a la persona desde el punto de vista anímico. La reducción del nivel de pelo puede llegar por la caida o el adelgazamiento del mismo y en ambos casos el resultado es evidente.
Si bien en los hombres la calvicie está más asumida, para el público femenino éste es un proceso muy difícil de digerir, ya que en la mayoría de casos, el pelo perdido no se recupera. Un alto porcentaje de las mujeres no lo aceptan hasta pasados unos cuantos años y esto supone importantes trastornos psicológicos que pueden afectar a su bienestar general. La ansiedad es uno de los primeros síntomas, fruto de una situación completamente desconocida y ante la cual nada se puede hacer sin la asistencia de médicos especialistas. Suben, por lo tanto, los niveles de estrés y la sensación de agobio. Precisamente, estas son algunas de las causas de la alopecia y se puede producir, en las afectadas que experimentan una respuesta así, una situación de retroalimentación que acelera el proceso de la calvicie.
Otra consecuencia psicológica de la alopecia en las mujeres es la depresión. Es un paso más que se produce en un número alto de casos. Cuando han pasado varios años y la situación no ha mejorado, hay personas que tienden a tener una actitud depresiva, que se traduce en comportamientos característicos de este trastorno como malos hábitos alimenticios o la falta de socialización. La autoestima baja cuando se sufren debilidades mentales de este tipo, una tendencia que se mantiene en la mayoría de mujeres que sufren la pérdida de cabello. La sensación de malestar se traslada a todo el cuerpo, incluso en algunas pacientes hay indicios de actitudes muy graves. La visita a especialistas y el inicio del tratamiento adecuado es el primer paso para solucionar un estado anímico decaído y débil. La actitud positiva por parte de la paciente también es fundamental.
El ejemplo de Jada Pinkket
La pérdida de confianza en una misma es también un resultado de las mujeres que no aceptan su alopecia. Un ejemplo lo tenemos en la escena de la ceremonia de Los Oscars 2022, cuando el famoso actor Will Smith se levantó de su asiento para golpear al presentador de la gala, cuando éste estaba hablando en directo, porque había hecho un chiste sobre el pelo de su mujer. Ella, Jada Pinkket, sufre alopecia y su gesto no fue de agrado cuando el cómico la comparaba con la Teniente Onil. Pese a su malestar, ella no hizo nada; ni si quiera una mala reacción. Posiblemente está tan decaida que pierde las fuerzas para contestar. Su marido, Will Smith, es consciente del momento difícil que vive ella y decidió “tomarse la justicia por su mano”. Una decisión, eso sí, que ha supuesto una gran reprimendo para el actor porque transmitió violencia.
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