Cada vez se habla más de la conexión entre el estómago y la mente. No es casualidad: la ciencia confirma que el sistema digestivo y el cerebro están unidos a través del llamado eje intestino-cerebro. Esto significa que cuidar nuestra digestión no solo mejora la salud física, también puede tener un impacto positivo en nuestro estado de ánimo.
Las molestias gástricas como el ardor, la acidez o la pesadez son frecuentes, especialmente en épocas de estrés o ansiedad. Una alternativa al uso continuado de fármacos es recurrir a protectores de estómago naturales, que ayudan a calmar la mucosa gástrica y aportan beneficios sin efectos secundarios.
Entre ellos destacan el jengibre, el aloe vera, la avena o el plátano no muy maduro. Pero los que más relevancia están ganando son los probióticos y prebióticos, fundamentales para mantener el equilibrio de la microbiota intestinal. Un microbioma sano no solo protege el estómago, también contribuye a regular neurotransmisores relacionados con la calma y el bienestar, como la serotonina.
Desde Winbiota, especialistas en microbiota, explican que los simbióticos (combinación de probióticos y prebióticos) son una herramienta clave para quienes buscan mejorar su confort digestivo y, al mismo tiempo, apoyar su equilibrio emocional.
Un ejemplo es el Intestinal Comfort Combo, diseñado para reducir molestias digestivas recurrentes y favorecer un estómago más estable. Integrar soluciones de este tipo, junto con hábitos saludables y técnicas de gestión del estrés, puede ayudar a reforzar tanto la salud intestinal como el bienestar psicológico.
Si quieres conocer en detalle qué alimentos y hábitos ayudan a proteger tu estómago de manera natural y cómo influyen en tu estado de ánimo, te recomendamos la guía completa sobre protectores de estómago naturales disponible en el blog de Winbiota.


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