Los estereotipos de género son aquellas creencias o ideas preconcebidas y compartidas socialmente sobre cómo deben ser y comportarse los hombres o mujeres, y que determinan los hipotéticos roles que deben desempeñar cada uno de esos grupos en nuestra sociedad generalmente de manera discriminatoria. A los niños no siempre les gusta más jugar con los coches y a las niñas no siempre les gusta más jugar a las muñecas.
Antes de continuar se debe diferenciar entre el término género y el término sexo. El primero hace referencia a las diferencias socioculturales entre hombres y mujeres en base a su naturaleza biológica mientras que el término sexo solo alude a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Es decir, el género alude a roles, valores, actitudes, expectativas y funciones que la sociedad adjudica a los sexos. El género se aprende. El sexo se nace.
>> Artículo relacionado: ¿Sabes las diferencias entre estereotipo y prejuicio?
Los estereotipos de género se generan en la sociedad como falsas creencias que se asocian injustamente a lo que se creen verdades universales. Aún sabiendo que esas creencias pueden ser falsas, seguimos adjudicándolas de manera inconsciente a hombre y mujeres y terminamos por regalarle a la hija recién nacida de nuestros amigos un conjunto de cuna de color rosa. ¿Acaso la niña ya sabe qué le gusta el color rosa según nacer? Evidentemente no, igual acaba odiándolo. Sin embargo, por el mero efecto exposición a todos estos estímulos asociados a su género terminará asimilándolos como ciertos y esto le influenciará en el desarrollo de su actitudes y comportamientos sociales futuros. Injusto.
El hecho de que tomemos como ciertos estos estereotipos de género tienen una función “adaptativa” ya que se produce un procesamiento más automático de la información relativa a funciones de hombres y mujeres por lo que el pensamiento es más eficaz, a prori. Pero no porque el cerebro lo procese así quiere decir que sea lo correcto, sino que es lo solución más rápida. Son los llamados heurísticos del pensamiento, los atajos mentales de respuesta rápida.
Además, pongo “adaptativa” entrecomillado ya que quizás en las sociedades primitivas donde algunas características de hombres o mujeres, relacionadas más a componentes físicos, podrían estar más relacionadas con la supervivencia de la especie, por lo que saber identificarlas podría ser una ventaja competitiva. Pero hoy en día no corremos detrás de las gacelas para cazar y nuestra supervivencia no depende ya de eso. Por fortuna, prima más la igualdad de género para evitar discriminaciones injustificadas. O debería ser así.
Estos estereotipos de género se transmiten de generación en generación debido a las expectativas que los adultos crean sobre los niños y niñas de manera inconsciente. La cultura empieza a funcionar sobre nosotros desde el momento en el que nos regalan nuestro primer chupete azul o rosa. Imponer estas creencias repercute negativamente sobre el desarrollo de los niños o niñas, es una de las conclusiones del estudio Global Early Adolescent Study. Ya que esta educación desigualitaria, entre otras cosas, es sobreproteger a las niñas al hacerles ver culturalmente que son más frágiles que los hombres en algunos aspectos.
Debemos luchar por una educación igualitaria y en expectativas de género coherentes desde edades más tempranas para evitar que el aprendizaje de esos roles de género injustos se arraigue en edades en las que ya se tomen como ciertas dificultando su desaprendizaje. El estudio It Begins at Ten: How Gender Expectations Shape Early Adolescence Around the World (Blum, Mmari, Moreau, 2017) muestra esta realidad sobre como se forman las expectativas de género en niños de entre 10 y 14 años a lo largo del mundo llegando a la conclusión de que los estereotipos se arraigan a la persona entorno a los 10 años. Por eso debemos actuar de forma anticipada.
Si no educamos a tiempo en las primeras edades se producirán las presiones de grupo en la transmisión de los estereotipos de género. Es decir, los propios niños y niñas defenderán esas creencias inculcadas por los adultos y presionaran a los niños que no las cumplan. Por ejemplo, una niña que quiera jugar al fútbol con otros niños podría ser rechazada por el grupo al no ser “lo normal”. Por mi experiencia como entrenador, he vivido este caso y los primeros días de entrenamiento de una niña con un grupo de solo niños, se producía cierto rechazo. Con herramientas educativas acordes, a los pocos días la niña estaba ya perfectamente integrada en el grupo como una más. A día de hoy sigo muy orgulloso de esa pequeña niña que vino a entrenar con 7 años a un mundo que parecía solo de hombres. ¡Bravo!
En cuanto a la transferencia de estereotipos de roles por parte de los medios de comunicación es lo que más influye en la educación sobre valores de género. Recordemos que en las primeras etapas de vida los niños prácticamente aprenden todo por observación y en los medios de comunicación no paran de ver modelos y referencias claramente estereotipadas por género. Las mujeres son modelos ideales que posan al lado de automóviles conducidos por hombres, los hombres fuertes y robustos en anuncios de colonias y el deporte femenino prácticamente no tienen presencia en las televisiones. Seguro que venden muchos más productos con estrategias, sino no lo harían, pero le hacen flaco favor al desarrollo de una sociedad igualitaria.
>> Artículo relacionado: Si no hay niños no hay adultos: somos lo que vemos.
Otras veces, en los propios libros de texto o los cuentos tradicionales están claramente estereotipados y llenos de errores de género. Príncipes azules que salvan a doncellas desprotegidas…Si le cuentas estos cuentos a tu hija después no quieras que crezca creyendo en el empoderamiento de la mujer.
Vamos a diferenciar principalmente en tres componentes generales de los estereotipos relacionados con el género:
Aquí se relacionan algunos ejemplos de estereotipos de género más comunes e invito a completarlos en los comentarios del artículo:
Estereotipos de género (todos falsos o en gran medida falsos):
Más educación igualitaria. Por favor.
_
Referencias bibliográficas:
Blum, R.W., Mmari, K. Moreau, C. (2017) It Begins at 10: How Gender Expectations Shape Early Adolescence Around the World. Journal of Adolescent Health,
61,4, S3-S4. http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1054139X17303555
Gasol, P. (2018). An Open Letter About Female Coaches. The Players Tribune. Recuperado el 30 de Mayo de 2018 de https://www.theplayerstribune.com/en-us/articles/pau-gasol-becky-hammon
Otras fuentes.
Allport, G. W. (1954). The nature of prejudice. Reading: Addison-Wesley.
Global Early Adolescent Study. http://www.geastudy.org/
Morales, J.F., Huici. C. (2003). Psicología Social. Madrid: UNED