La sexualidad se define, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), como “un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles del género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de los pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales”.
¿Qué lugar ocupa, entonces, nuestra sexualidad, en la situación sanitaria que vivimos actualmente? ¿Afecta el distanciamiento social que vivimos a la sexualidad de las personas? El equipo de sexólogas en Sevilla de ARTEA responde a las siguientes cuestiones.
No podemos negar lo que resulta evidente, y es que los cambios que estamos vivenciando, tales como las medidas de higiene, el temor, el distanciamiento, el confinamiento, etc. han cambiado y cambiarán nuestra sexualidad. El confinamiento ha ocasionado cierta incertidumbre en las relaciones monógamas y no monógamas, en las diferentes formas de tener sexo, en las numerosas formas de amar…, en pocas palabras, en la forma de vivir nuestra sexualidad.
El contacto piel con piel resulta irreemplazable a la hora de mantener relaciones sexuales, sin embargo, que estemos viviendo esta situación de distanciamiento no significa que no podamos disfrutar de la sexualidad de una forma satisfactoria y plena. El valor que le demos a otras demostraciones de afecto, expresión o comunicación a distancia resultaran la clave para lidiar con la situación actual.
El autoerotismo se ha convertido en una gran herramienta para no olvidar la sexualidad incluso para conocernos mejor y experimentar con nuestro propio cuerpo. El arte del autoerotismo nos ayuda a explorar nuestros deseos, conocer nuestro cuerpo y zonas erógenas, cuidarnos, mimarnos, regalarnos placer a todo el cuerpo, disfrutar de momentos de intimidad, expresión emocional, entre otros muchos beneficios.
El popular sexting, utilizado desde hace bastante tiempo, se ofrece como una excelente alternativa para ayudarnos a disfrutar de la sexualidad con nuestras parejas o compañeros sexuales en la distancia, mediante el uso de imágenes, vídeos, audios, juegos virtuales, etc. Sin embargo, el respeto y la confidencialidad es algo que debe de estar presente en las relaciones sexuales virtuales, ya que son fotos privadas y compartirlas a terceros es considerado un delito.
La epidemia que estamos viviendo nos obliga a replantearnos muchas de nuestras prácticas sexuales y con ello nos abre la puerta al autoconocimiento. Es un gran momento para conocernos, explorar, mirarnos al espejo, admirar nuestro cuerpo, acariciarnos, disfrutar de fantasías sexuales, relatos eróticos, canciones o películas, abrir un hueco a los juguetes eróticos, a la masturbación, en definitiva, para fomentar nuestra creatividad sexual.
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