La psicología, como ciencia del comportamiento humano, existe para entender y facilitar la salud y el bienestar mental de las personas. Sin embargo, la creciente tendencia de aplicar principios psicológicos en breve y en un lenguaje fácilmente digerible puede resultar en daño más que en beneficio. Existe un movimiento de psicología pop o naif que puede ser altamente perjudicial. Este tipo de autoaplicación de la psciología crece exponencialmente a través de internet donde las frases motivacionales simplistas o consejos y límites se generalizan sin respaldo científico o son interpretaciones demasiado simplistas de teorías más complejas. La psicología se adapta a cada caso de manera muy personal y por eso es importante no generalizar el uso de ciertos mecanismos.
Evita la Psicología Pop
La psicología pop, también conocida como psicología popular o naif, se refiere a la simplificación excesiva y la aplicación superficial de principios psicológicos en la cultura general. Este fenómeno se manifiesta a menudo a través de frases motivacionales simplistas, consejos generalizados y limitados, o interpretaciones demasiado simplificadas de teorías psicológicas complejas. En lugar de basarse en un entendimiento profundo y empírico de la psicología, la psicología pop tiende a ofrecer soluciones rápidas y universales, lo que puede resultar en la trivialización de problemas mentales y la promoción de prácticas no respaldadas científicamente, como el autodiagnóstico y la autoterapia.
La psicología no es de igual aplicación para todos
Los principios psicológicos no son universales y, lo que funciona para uno, puede no funcionar para todos. La psicología requiere comprensión empírica, experiencia profesional y una consideración cuidadosa de las circunstancias individuales. Cuando se generalizan y presentan como verdades universales, pueden llevar a la autodiagnóstico y al auto-tratamiento, lo cual puede ser peligroso.
Es en estos casos cuando podríamos decir que las personas se siente por sí mismas capaces de ser psicólogos, sin formación ninguna o por el mero hecho de haber ido a terapia o leer cuatro mensajes en internet ques seguramente sea mal interpretados. Es ahí cuando cuando “hablar como psicólogos” nos ha vuelto peores personas. Generalizar no fomenta el pensamiento crítico de las situaciones y automatiza ciertos procesos que requieren de una mayor reflexión o guía profesional, por tanto nos puede peor que mejor cuando se aplica en el contexto y con las personas equivocadas.
5 peligros del autodiagnóstico y la autoterapia en psicología
No, no eres psicólogo por haber ido a terapia o por haber leído cuatro cosas. Los verdaderos expertos en psicología son los que te ayudarán en los procesos de restauración cognitiva y emocional, como Cristina Psicología Online que es una profesional titulada y colegiada con experiencia de verdad.
La era digital ha traído consigo un acceso sin precedentes a la información, permitiendo a las personas explorar y aprender sobre diversos temas, incluida la psicología. Sin embargo, este fácil acceso a recursos en internet también ha dado lugar a una práctica creciente y preocupante: el autodiagnóstico y la autoterapia en el ámbito de la psicología. Aunque puede haber beneficios limitados en la búsqueda de información por cuenta propia, es crucial reconocer los peligros asociados con tomar el papel de psicólogo amateur.
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Simplificación excesiva de la complejidad psicológica
La psicología es una disciplina compleja y multifacética. Los síntomas de un trastorno psicológico pueden superponerse, y la interpretación incorrecta de estos síntomas puede llevar a un autodiagnóstico erróneo. La simplificación excesiva puede generar ansiedad innecesaria o conducir a decisiones equivocadas en la gestión de problemas emocionales.
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Sesgo de confirmación
El proceso de autodiagnóstico a menudo se ve afectado por el sesgo de confirmación, una tendencia a buscar información que respalde las creencias preexistentes. Esto puede conducir a la selección selectiva de datos que refuerzan una idea preconcebida del problema, dejando de lado información relevante que podría proporcionar una imagen más completa.
Esto es lo que sucede cuando se aplica las mismas prácticas a diferentes contextos, solo para validar que funcionaron en un primer momento o se tiene la creencia de que es la única solución.
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Falta de contextualización y evaluación profesional
La autoterapia, basada en la información sacada de internet, de un amigo o del propio psicólogo, carece del contexto necesario para una comprensión profunda de los problemas psicológicos. La psicología del ámbito que sea, tanto educativa, clínica, social o deportiva, implica una evaluación detallada de la historia personal, las experiencias pasadas y la interacción con el entorno, elementos que a menudo se pasan por alto en el autodiagnóstico.
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Riesgo de autoengaño y evasión de la responsabilidad
La autoterapia puede ofrecer una falsa sensación de control sobre los problemas psicológicos propios e incluso ajenos. Al evitar la consulta con un profesional, se corre el riesgo de caer en patrones de autoengaño y evadir la responsabilidad de abordar adecuadamente los problemas subyacentes. La persona tiende a pensar que es autosuficiente y que sus creencias son las únicas y válidas intentando justificarse en sus comportamientos o incluso culpabilizar a la otra parte.
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Desincentivo para buscar ayuda profesional
El creerse un psicólogo sin serlo puede convertirse en un obstáculo importante para buscar ayuda profesional, basándose en el principio de la autonomía personal. Obviamente, ser autónomo es lo que todo psicólogo busca de sus clientes, pero el cliente debe ser consciente de los límites, circunstancias y contextos. La creencia errónea de que uno puede resolver sus problemas por sí mismo puede llevar a un retraso en la intervención adecuada y, en última instancia, a un empeoramiento de la situación.
La salud mental debe ser tratada de manera correcta y seria, no banalizar con ella. Se produce demasiado intrusismo y demasiado gurú que se sacan diagnósticos o problemáticas de donde no las hay creando una espiral de que todo el mundo tiene que tener un problema mental de por sí, lo que en parte resta importancia a las problemáticas reales de las personas que sí sufren un diagnóstico de un trastorno mental real, que se sienten menospreciadas en el fondo.
Si tienes un problema mental o si quieres prevenirlos, acude a profesionales de la psicología.
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