El mundo laboral evoluciona a pasos agigantados y eso cada vez exige de una especialización más profunda de los puestos de trabajo. Lograr adaptarse a estos cambios es tanto responsabilidad de las propias empresas como de los trabajadores de las mismas y se consigue a través de la formación específica en la área un área del conocimiento en el que ambas partes ganan: la persona y la empresa.
La formación es un derecho laboral
Hoy en día no hay demasiado excusa para poderse formar en cientos de áreas diferentes, gracias en gran parte a los cursos bonificados de la Fundación Tripartita (actualmente se llama FUNDAE) que permite realizar formaciones de forma flexible y sin ningún coste para el empleado ni para la empresa. Esto último no es exactamente así, por eso su denominación es de curso bonificado, porque lo que sucede es que cada empleado dado de alta en el régimen general acumula mes a mes derechos de formación (puedes comprobarlo en tu nómina) por lo que cada empresa puede beneficiarse de este crédito por cada trabajador a lo largo del año y por un mínimo de 420€ anuales.Estos cursos suelen contratarse a través de empresas que se preocupan de toda la gestión y en la mayoría de los casos no se tiene que anticipar ese coste del precio de la formación ya que se recupera una vez recibida la bonificación de la Fundación Tripartita. En mi caso puedo decir que he realizado unos 10 o 12 cursos aprovechando estas facilidades y la experiencia ha sido siempre enriquecedora. Desde mi punto de vista todos los trabajadores deberían beneficiarse de estas formaciones ya que es un derecho por el que están pagando mediante sus nóminas y poca gente los aprovecha. Además, te ayudará a seguirse formando en tus competencias como empleado lo que te enriquece ya no solo para tu empresa sino para el día de mañana a la hora de tener que encontrar un nuevo empleo.
Todas las empresas deberían incentivar a sus trabajadores para que se formen a través de estas medidas, aunque no suele suceder el empleado tiene este derecho y puede consultarlo con sus jefes que si no es conocedor de estas medidas es bastante probable que acceda a ellas al ver las condiciones tan favorecedoras para todas las partes.
Objetivos de los cursos bonificados
Lo que se pretende alcanzar con estos cursos es:
- Favorecer la formación a largo de la vida y el desarrollo profesional y personal.
- Mejorar la productividad y competitividad de las empresas.
- Mejorar la empleabilidad y la inserción laboral.
- Incrementar la familiaridad con las tecnologías ya que muchos de estos cursos se realizan de forma online o están orientados a mejorar esas competencias digitales propias de la brecha digital.
- Promover las competencias profesionales que en muchos casos se consiguen mediante la formación en cursos homologados que permiten tener una acreditación oficial.
La importancia de formarse en competencias
La formación por competencias es un proceso de enseñanza-aprendizaje orientado a adquirir nuevas habilidades o potenciar las que ya se tienen generando nuevo conocimiento y actitudes para desempeñar mejor nuestro trabajo. Aprender nuevas destrezas es básico para la mejora de nuestra propia empleabilidad o alcanzar esos ascensos tan deseados en la empresa. Las competencias tienen como principales usos y aplicaciones los siguientes (Tobón, 2012):
- La competencia como autoridad, la cual hace referencia al poder de mando que puede tener un determinado cargo.
- La competencia como proceso de capacitación, refiriéndose a las responsabilidades y actividades que debe desempeñar toda persona en un determinado puesto de trabajo.
- Las competencias como idoneidad, haciendo énfasis al calificativo de apoyo o no apto para el desempeño profesional.
- La competencia como rivalidad, la cual se expresa en un eje esencial como es la necesidad de que toda persona pueda sobresalir en la producción de bienes y servicios sobre otras en determinados aspectos.
- La competencia entre personas, la cual hace referencia a la lucha de empleados entre sí, para sobresalir en su desempeño y buscar mejores alternativas.
- La competencia como requisito para el desempeño de un puesto de trabajo, refiriéndose a las habilidades, capacidades, destrezas, conocimientos, valores y actividades en un candidato determinado.
- Competencia como actividad deportiva, a modo de un factor de calidad sustantivo en las personas.
Las competencias adquiridas suelen estar relacionadas con mejorar capacidades indispensables en el mercado laboral actual: compromiso, ética, valores, resolución de conflictos, liderazgo, capacidades emocionales, creatividad, etc. En definitiva una competencia hace referencia a SABER HACER, que es lo que lo diferencia de la propia adquisición del conocimiento que es el SABER por lo que la persona se desarrolla a través de su compromiso personal de mejora para aprender a HACER para mejorar el desempeño laboral.
Referencias:
Tobón, S. (2012). Formación basada en competencias. Colombia. Ediciones ECO. Pp. 200.
Añadir Comentario