Las vitaminas y los suplementos forman parte de nuestra dieta diaria, ya que estos ayudan en el crecimiento y fortalecimiento de nuestro organismo. Pero es muy fácil abusar de estos y más aún sin vigilancia médica, así que conllevará a efectos nocivos sobre nuestra salud.
Aunque se trata de remedios naturales no se debe exceder de la dosis recomendada, porque su uso indiscriminado acarrea problemas a la salud. La forma correcta de ingerir estos fármacos es mediante la prescripción de un profesional de la salud que nos brinde orientación y las horas adecuadas para tomarlas.
Cuando nos excedemos en el consumo de las vitaminas provocamos una hipervitaminosis o una intoxicación vitamínica. Sin embargo, para llegar a este cuadro se deben tomar grandes cantidades de vitaminas y de manera continua, (durante un prolongado lapso), que puede ir desde meses a años.
Unos científicos de la Universidad de Colorado se dedicaron a evaluar el efecto de la ingesta excesiva de suplementos durante 10 años. En los resultados observados en voluntarios suplementados con vitamina E, ácido fólico y carotenos, hallaron un mayor riesgo de afecciones cardíacas, así como el aumento de mayores probabilidades de tener tumores malignos.
Mientras que otros estudios revelaron hallazgos sobre el exceso de vitaminas A D y K que tienden a acumularse en el organismo y provocan síntomas como: náuseas, pérdida del apetito y vómitos. También encontraron frecuentes signos de dolores de cabeza, caída del cabello y diarrea.
Un estudio, publicado en New England Journal of Medicine, explicó que la combinación de betacaroteno y vitamina A está relacionada con un riesgo de hasta 46% de mayor probabilidad de muerte por cáncer pulmonar. Durante el estudio tuvieron que interrumpir el consumo de esta vitamina en los voluntarios, por el elevado número de incidencia de la enfermedad.
En cuanto el consumo de las vitaminas hidrosolubles (B1, B2, B3, B6, B8, B9, B12 y C) anteriormente se tenía la creencia es que era eliminado por la orina, pero con el pasar de los años la ciencia detectó que el riñón llega a un punto de no eliminar el exceso. De manera que, provoca la aparición de cálculos renales, además de síntomas como temblores, vómitos, acidez, alteración del ritmo cardíaco y alteraciones alérgicas.
También existen suplementos que nos ayudan a complementar nuestra dieta nutricional, pero que si la consumimos en exceso conlleva a problemas en nuestro organismo. Los suplementos proteicos aumentan la testosterona, pero también causan: calvicie, acné, retención de líquidos e impotencia, cuando nuestra ingesta excede los valores recomendados.
Otro de los suplementos mayormente consumido por quienes cuidamos el funcionamiento de nuestros músculos es el magnesio. Las contraindicaciones del magnesio se deben a la acumulación en sangre y toxicidad, así como el enrojecimiento, picazón e inflamación de la piel. Esto solo ocurre cuando se supera la dosis de 350 miligramos al día.