Enfrentarse a un examen es algo por lo que la mayoría de las personas han tenido que pasar a lo largo de sus vidas. Los exámenes están presentes en nuestra vida: la prueba del carnet de conducir, nuestros primeros exámenes del colegio, los exámenes finales de la carrera universitaria o el examen de esa oposición que llevamos tiempo preparando. Sea cual sea el tipo de examen todos tienen un denominador común: hay que estudiar.
Para poder alcanzar nuestros objetivos y deseos estamos siendo evaluados a través de estas pruebas que son necesarias para realizar los filtros necesarios de acceso a cualquier actividad que suele ser motivante para nosotros. En la medida que la motivación por alcanzar el objetivo sea más alta mayor será nuestra actitud ante el examen y por tanto nuestra fuerza de voluntad para enfrentarse al estudio. Una vez conseguida la motivación mínima inicial el siguiente paso es lograr la máxima concentración para estudiar de manera más eficiente posible esos extensos temarios que nos toca leer y memorizar en algunos casos.
Es importante realizar algún tipo de planificación de cualquier trabajo que tengamos que llevar a cabo. En el caso del estudio es importante dejar claras las fechas clave que vamos a manejar de forma que organicemos el estudio de manera estructurada. Por ejemplo, dividir el estudio por bloques en función que tengamos y marcar una fecha en el calendario en la cual tenemos que tener un determinado bloque de estudio leído, repasado o aprendido. Para ello podemos utilizar un calendario para que sea más visual o, si tienes capacidad, hacerlo de manera mental pero la planificación debe existir. En este sentido también es necesario planificar los horarios disponibles para el estudio y los que vamos a utilizar para acostumbrar a nuestro cerebro a que a esas horas toca estudiar. Es importante además que nos pongamos retos que sea fácilmente alcanzables en un principio para mantener nuestra motivación en pie de guerra y no acabar frustrados con exigencias inalcanzables. Dentro del proceso de planificación podrías incluir también la aplicación de algunas técnicas de estudio adicionales que optimicen nuestro rendimiento: aprender a realizar resúmenes, subrayar, repasar los temas, realizarse autoevaluaciones, etc.
Nuestra concentración es limitada y no somos capaces de atender a un mismo estímulo demasiado tiempo. Debes encontrar cuál es el mejor horario para estudiar. Se dice que nuestro cerebro alcanza su mayor grado de rendimiento cognitivo alrededor de las 6 horas de despertarse y a partir de ahí comienza a decaer. Obviamente, este punto óptimo es difícil de compaginar con nuestro ritmo de vida por lo que debes hacer un autoconocimiento personal para saber cuándo aprovechar esta condición de nuestro cerebro. Es decir, si tienes disponibilidad por las mañanas para estudiar, lo ideal sería levantarse temprano, realizar alguna actividad previa para activar al cerebro y ponerte a estudiar. Si eres de los que prefiere estudiar por las tardes o noches, debes tener en cuenta también ese decaimiento de la capacidad de cognición cerebral y saber que si has tenido un día muy duro y complicado que te haya exigido mucho mentalmente difícilmente vas a rendir a la noche. Mejor descansar.
Todo lo que pasa en nuestro cuerpo y mente procede de algún proceso químico que produce energía para activarnos. Necesitamos una fuente de alimentación, como los ordenadores, y el cerebro es el órgano que más energía consume de nuestro cuerpo por lo tanto se debe mantener una correcta alimentación y dieta, mantenerse bien hidratado y en algunos casos en los que necesitamos mejorar estas condiciones quizás optar por un suplemento que nos ayude a conseguir esos nutrientes que nuestro cerebro nos está exigiendo. Las vitaminas para estudiar pueden ser un recurso que bien utilizado puede aportarnos esta vitalidad necesaria para aumentar nuestra concentración para preparar ese importante examen de la universidad u oposición. Iqual Concentración es un buen ejemplo de este tipo de suplementos alimenticios por su experiencia en este campo y ser una de las empresas referencia en cuanto a la sostenibilidad y la utilización de ingredientes naturales libres de aditivos enfocando sus productos al bienestar y salud de sus consumidores. En este complemento alimenticio elaborado a base de Salvia, L Theanina, Cafeína, Magnesio y vitamina B6 encontrarás un buen aliado para la preparación de tus exámenes.
¿Qué le pasa a un ordenador cuando lleva demasiado tiempo encendido y funcionando a un gran rendimiento? Su memoria RAM está al límite y comienza a funcionar más lento, calentarse y en definitiva deja de ser tan eficiente como antes. ¿La solución? Reiniciarlo y dejarlo reposar un poco. Pues nuestro cerebro, aunque no sea una máquina digital sí lo es biológica y necesita tiempo para descansar y dormir. Durante estos periodos podríamos decir que se produce el estudio invisible. Durante esos momentos de descanso y sueño es cuando se aprovecha más para consolidar lo aprendido en la memoria a largo plazo, mientras esto no suceda la información que recibimos es más difícil que se consolide. ¡Y qué importante es consolidar la información para un estudiante! Al menos hasta después del examen. Que curiosamente, la información que se pierde de manera inmediata cuando pasamos el examen es debido a que no está bien consolidada y la mantenemos activa en nuestra memoria procedimental para el examen. Terminas y hasta luego. Esto tiene un alto coste de energía y al final no es eficiente. Lo ideal, si hay tiempo, es dedicarle un descanso al cerebro para que consolide, incluso el día anterior a un examen es conveniente no dedicarlo a estudiar sino al descanso para que procese bien la información. Tranquilo, si lo sabías no se va a olvidar porque no lo repases el último día.
Por tanto, durante la época de estudio es clave mantener ese equilibrio entre estudio, descanso y actividades de ocio como socializar con los amigos o realizar alguna práctica deportiva. El deporte es una gran herramienta para los estudiantes ya que libera de manera natural el neurotransmisor endorfina que funciona como un analgésico natural para ayudar a las personas a soportar mejor el dolor y sufrimiento, y ¡cuánto sufrimiento hay en un estudiante!
Por tanto, para conseguir la máxima concentración y alcanzar ese estado de flow particular es necesario: planificar, ponerse objetivo reales, marcarse horarios, descansar, tener una buena dieta y alimentación y en caso necesario ponerse en manos de un psicólogo u orientador profesional y educacional que te ayude a entender mejor el proceso de estudio. ¡Ánimo para tu estudio!