No es ningún secreto que algunas personas son mejores con el dinero que otras. La diferencia entre ahorradores y no ahorradores se explica por el tipo de personalidad. Cuanto más impulsivo u orientado al riesgo seas, menos inclinado estarás a ahorrar. En específico, hay 5 diferentes tipos de personalidades cuando se habla del dinero, que va desde los ahorradores compulsivos, que no gastan ni un euro, hasta el derrochador compulsivo, que puede, por ejemplo, pedir un prestamo urgente sin papeleo para pagar sus deudas, porque son muy fáciles de solicitar, aunque los mismos sean para emergencias.
En este post sabrás que personalidad tienes cuando hablamos del dinero y ahorro, además de consejos que puedes aplicar para mejorar.
Los ahorradores compulsivos tienen estas señales:
Peligros: Algunos ahorradores compulsivos están tan aterrorizados por la perspectiva de perder dinero que no gastan nada de sus ganancias en toda su vida. Pueden, por ejemplo, optar por renunciar a actividades o aficiones importantes que podrían brindarle un propósito a su vida.
Consejo: Todo es cuestión de moderación; aprende a encontrar un equilibrio entre el ahorro y la diversión. Piensa dónde quieres estar en el futuro y cómo tus ahorros pueden ayudarte a conseguirlo.
He aquí algunas señales de advertencia de que podrías ser un gastador compulsivo:
Peligros: los gastadores compulsivos seguirán comprando con frecuencia, aunque tengan muchas deudas. También pueden tratar de ocultar las compras grandes a sus amigos y familiares. En ocasiones extremas, los gastadores compulsivos pueden ponerse en peligro financiero si siguen gastando más de lo que ganan.
Consejo: crear un presupuesto es una gran estrategia para tener una nueva perspectiva de las cosas. Recuerde que la compra de un nuevo coche (cuando ya se tiene uno), por ejemplo, implica renunciar a fondos en aspectos esenciales como el ahorro para la jubilación o el pago de deudas.
El generador de dinero compulsivo tiene estas señales:
Peligros: Si bien los que hacen dinero de forma compulsiva suelen estar en el camino de la independencia financiera, pueden caer en territorio peligroso si priorizan el aumento de su riqueza a expensas del desarrollo de relaciones significativas (por ejemplo, decidiendo trabajar los fines de semana en lugar de pasar tiempo con la familia).
Consejos: Reconozca que la vida es algo más que dinero. Si tienes mucho dinero, dale un propósito ayudando a los demás, ya sea donando a una causa que merezca la pena o tomando esas vacaciones familiares de las que lleváis años hablando.
Los Indiferentes al dinero tienen estas señales:
Peligros: Cuando se trata de dinero, muchas personas indiferentes al dinero piensan que sólo necesitan una cantidad modesta de dinero para estar satisfechos. Esta es una actitud saludable. Sin embargo, las cosas pueden ponerse rápidamente feas si los individuos no están a cargo de sus propias finanzas (por ejemplo, si dependen de un cónyuge o pareja para que realice el trabajo por ellos).
Consejos: Incluso si se siente cómodo financieramente, asegúrese de entender cómo se gasta su dinero, cuáles son sus gastos mensuales y cuál es su nivel de deuda. Hacer todo esto puede ayudarte a evitar mucho estrés financiero en el futuro.
Una persona preocupada por el dinero tiene estas señales:
Peligros: Es bueno ser consciente de lo que puede ocurrir si no se planifica el futuro. Sin embargo, permitir que la preocupación y la ansiedad abrumen tu disfrute del momento presente nunca es una buena idea.
Consejos: Busca el optimismo en las conversaciones sobre el dinero. Trabaja para identificar de dónde vienen tus preocupaciones financieras, ya sea con un asesor financiero o con un terapeuta.
Podemos concluir que es fundamental averiguar el tipo de personalidad que tenemos con el dinero y comprender las dificultades asociadas a cada tipo. Esto podría ayudarnos a ahorrar dinero en las compras impulsivas, a presupuestar mejor, a invertir de forma responsable y a garantizar una jubilación próspera.