Las lesiones deportivas forman parte de la práctica deportiva porque pocas son las personas que realizan deporte y no han estado lesionados en algún momento, de menor o mayor gravedad. Desde pequeñas molestias hasta lesiones mayores que exigen la visita al traumatólogo especialista en rodilla tras sufrir una rotura de ligamento cruzado o similar. La psicología deportiva cobra una gran importancia cuando se dan estas situaciones no deseadas por ningún deportista.
Los deportistas, sobre todo en aquellos casos en los que el deporte forma parte de su vida diaria o incluso laboral para el caso de los profesionales, que viven una situación muy estresante cuando caen lesionados. La manera de afrontar una lesión va a depender en gran parte de las características de la personalidad del deportista lesionado. En el caso de los deportistas profesionales la presión incluso se ve aumentada cuando transciende de forma mediática ya que incluso se ven obligados a tener que dar explicaciones públicas sobre su lesión y la repercusión profesional que puede tener. Para el caso de los deportistas amateurs la presión se lleva a otros terrenos, como el económico, ya que puede tener repercusión en sus trabajos fuera del deporte o el precio que tiene una operación de meniscos, por ejemplo.
Las variables psicológicas principales para saber manejar estas lesiones se derivan en su mayoría de una inteligencia emocional alta para poder gestionar el conflicto sin generar otros. Por eso, la automotivación personal, el manejo del estrés, la toleración a la frustración, la autoconfianza o autoestima personal o la capacidad de resiliencia juegan un papel fundamental para lidiar con estas situaciones. De ahí que el trabajo psicológico con los deportistas deba estar incluido dentro de todas las programaciones deportivas para prevenir y estar preparado cuando se produzca la lesión.
La lesión deportiva sigue un patrón de afrontamiento muy similar al que sucede en las etapas de duelo convencionales. Existe un modelo muy extendido en la práctica deportiva que consta de 5 etapas secuenciales que de una forma u otra justifican las reacciones del deportista con su situación (Gordon,1986; Gordon, Millios y Grove, 1991; Hodge y McNair, 1990):
Algunas técnicas de intervención que se puede utilizar durante estas etapas para que el jugador mantenga alta su automotivación son la reestructuración cognitiva o técnicas de relajación, entre otras.
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Referencias:
Gordon, S. (1986). Sport Psychology and the injured athlete: a a cognitive behavioral approach to injury response and injury rehabilitation. Sport Science Periodical on Research and Technology in Sport, 1, 1-9.
Gordon, S. & Lindgren, S. (1990). Psycho-physical rehabilitation from a serious sport injury: case study of an elite fast bowler. Australian Journal of Science and Medicine in Sport, 22, 71-76.
Gordon, S., Millios, D. & Grove, J.R. (1991). Psychological aspects of the recovery process from sport injury: the perspective of sport physiotherapist. Australian Journal of Science and Medicine in Sport, 23, 312-318.