El término estilo cognitivo fue introducido por el psicólogo americano Gordon Allport (1897-1967) dentro de su famosa teoría de la personalidad y a partir de los estudios de Carl Jung (1875-1961) . Los estilos cognitivos son dimensiones psicológicas generales por las que se diferencian las personas. Los estilos cognitivos hacen referencia a las diferencias individuales en los modos de percibir, recordar o pensar y de qué manera lo hacen las personas.
Por esto último, podemos decir que el elemento principal de los estilos cognitivos no es la eficacia con la que se hace, sino más bien cómo se hace lo que se hace. Un estilo cognitivo se fundamenta en la manera de procesar la información y de utilizar los recursos cognitivos propios, tales como la percepción, el pensamiento o la memoria para solucionar problemas. Están directamente relacionados con personalidad individual.
Han sido numerosos los autores que han tratado de dar clasificación a los tipos de estilos cognitivos, explicaremos la propuesta de Messick (1976). Este autor describió 9 estilos diferentes de estilos cognitivos entre los que destacan la dependencia-independencia de campo y la dimensión reflexividad-impulsividad. Más tarde se llegaría a ampliar el listado a 19 estilos cognitivos diferentes.
En este estilo cognitivo lo que se estudia es la capacidad de actuar de un modo diferenciado del ambiente. Se trata del modo en el que las personas se fían de sus propias percepciones internas para no engañarse por la información procedente de las percepciones externas o ambientales.
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En este estilo la tendencia consiste en tomar decisiones rápidas o lentas. Las personas más reflexivas tienden a ser más conservadoras que las impulsivas. Los reflexivos analizan la situación de forma cuidadosa y analítica en función de las diversas alternativas. Todo lo contrario para las personas impulsivas que se dejan influir por la apariencia de alguna de las alternativas.
Hace referencia a las diferencias individuales en amplitud e intensidad de la atención.
Diferencias individuales en tendencia a procesar la información en categorías más amplias en contraposición a la tendencia a procesarla en categorías de poca extensión.
Este estilo es muy parecido al de amplitud de categorización. El estilo de conceptualización se refiere más concretamente a las diferencias individuales en tendencia a clasificar un conjunto heterogéneo de estímulos en un número amplio o reducido de categorías. Un ejemplo de este tipo de estilo es que hay personas para las cuales existen solo 5 colores y otras que categorizan hasta diferentes tipos de color blanco.
Diferencias individuales en tendencia a interpretar las situaciones, especialmente de tipo social, de una forma multidimensional y abstracta en contraposición a la tendencia a interpretarlas de manera unidimensional y concreta.
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Diferencias individuales en cuanto al funcionamiento de la memoria.
Diferencias individuales en cuanto a su dificultad o facilidad para superar las interferencias perceptuales o cognitivas.
Se refiere a la tolerancia o intolerancia de las personas ante situaciones inusuales. Así, las personas se diferencia en cuanto a su mayor o menor disposición para aceptar y tolerar percepciones o experiencias incongruentes o inusuales con relación a lo que el individuo sabe o conoce.
La clasificación de los estilos cognitivos es muy útil a la hora de establecer un programa de enseñanza-aprendizaje adaptado a las características de cada una de las personas.
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Referencias bibliográficas:
Santrock, J.W. Psicología de la Educación (2011). Ed. Mc Graw-Hill.
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Saludos, muchas gracias por el artículo. Lo estoy usando como fuente en un trabajo, podrías decirme el año en el que se escribió este artículo? Gracias
Gracias por las palabras. El artículo es de octubre de 2016.
Un saludo,
Iván Pico