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Merece tanta atención como la que dedicamos a la prevención de las enfermedades físicas. Porque la Salud mental no significa evitar sufrir algún trastorno o disfunción psicológica, se refiere más bien a que te sientas con la suficiente fortaleza para afrontar tu día a día y, además, disfrutes de tu vida. Es decir que, asumiendo las dificultades cotidianas que todos experimentamos, te levantes con ganas de seguir creciendo y evolucionando. Al final, es cuestión de adoptar unos hábitos de vida saludables, similares a los que aplicas a tu bienestar físico, también cuando hablamos de Salud mental.
Al igual que acudimos a profesionales en preparación física siempre es aconsejable acudir a profesionales de la salud mental, como es el caso de la psicóloga Marian Batle, que te aporte las herramientas necesarias para mejorar la calidad de tu bienestar psicológico a todos los niveles.
Los mejores aliados para cuidar tu Salud mental
- Hábitos de vida sanos. Las personas no podemos vivir disociando nuestra mente de nuestro cuerpo. Por eso, el primer consejo imprescindible es que cuides tu cuerpo para cuidar tu Salud mental. Eso pasa por establecer unas rutinas saludables y comer de forma equilibrada.
- Cuida tu descanso. Junto con la alimentación, el sueño es uno de los factores que más afectan a nuestro bienestar. Es esencial que duermas un mínimo de horas y que ese sueño sea de calidad. De hecho, el insomnio es uno de los síntomas más frecuentes de que existe algún trastorno psicológico o emocional.
- Mantente activo. Además de hacer deporte o alguna actividad física, es aconsejable que “ejercites” tu mente. Leer, escuchar música, escribir o dedicar tiempo para tus aficiones (jardinería, bricolaje, pasatiempos, juegos de mesa…) es una forma de que la cabeza trabaje.
- Establece tus propios objetivos. Es interesante que cada día te levantes con alguna ilusión concreta. Eso sí, sé realista con las expectativas para que no te genere frustración.
- Gestiona tus pensamientos. Se trata de que tengas herramientas para no dejar que las preocupaciones se trasformen en obsesiones. Practicar la meditación o alguna técnica de relajación puede serte de gran ayuda para controlar esos niveles de tensión antes de que se conviertan en estrés.
- Mima y disfruta de tus relaciones sociales. Busca siempre un momento para compartir con el otro, comunicarte y divertirte. Desarrollar tu faceta social es esencial para tu equilibrio emocional y tu crecimiento como persona.
Practicando en familia
La mayor parte de nuestras costumbres y hábitos, los adquirimos en casa. Una educación familiar determinante en el desarrollo de los individuos y que afecta también a la Salud mental. Por eso, además de enseñar a los pequeños a comer de forma equilibrada y practicar algún deporte, padres y madres tenemos en nuestras manos ayudarles a cuidar su Salud mental.De hecho, te puede sorprender el porcentaje creciente de niños y adolescentes que sufren trastornos tan limitadores para su crecimiento personal como depresiones, estrés ansiedad o fobias. Pongamos el mayor cuidado en intentar evitar estas situaciones, con adoptando algunas medidas específicas que añadir a los consejos generales para la Salud mental antes citados:
- Horarios y rutinas: es conveniente que los niños y niñas se acostumbren a seguir un horario estable en las comidas y momentos de descanso. Pero, además, es interesante organizar la mayor parte de las actividades del día, incluyendo un tiempo reservado para el ocio. Les ayuda a descubrir que hay tiempo para todo siempre que nos planifiquemos.
- Convivir y compartir: la comunicación deber ser el pilar de las relaciones familiares. Sobre todo, debemos acostumbrarnos no solo a hablar a nuestros hijos, sino a escucharles. Que aprendan a exponer sus propios argumentos es una herramienta que les será de gran utilidad cuando sean adultos
- Educar en el respeto: si enseñamos a los más pequeños a ordenar sus cosas, que pidan permiso para usar los juguetes de sus hermanos, que no traten a las mascotas como objetos, que no desperdicien la comida o que cumplan unas mínimas normas, aprenden sin darse cuenta lo importante que es el respeto a uno mismo, a los demás e, incluso, al medio ambiente.
- Equilibro entre libertad y responsabilidad. Desde los primeros años de vida, hay que tratar a los niños y niñas como seres autónomos, por supuesto, proporcionalmente a su edad. La responsabilidad no es una losa que les debe caer encima de golpe y de repente cuando se hacen adolescentes o les crearemos una presión extra añadida a la propia de esa etapa. Incentivemos su esfuerzo, dándoles una libertad progresiva según se van haciendo más responsables.
Salud mental y asistencia online
Desafortunadamente, las políticas públicas aún no le han dado a la Salud mental la atención que se merece. Sin embargo, la asistencia psicológica es cada vez más asequible gracias, sobre todo, al impulso proporcionado por las nuevas tecnologías. Y es que internet ha marcado un antes y un después en el acercamiento de la atención terapéutica a cualquier persona. Es una fórmula asequible, cercana y tan eficiente como las consultas presenciales convencionales.
Así que, nuestro último consejo como profesionales para que cuides tu Salud mental es que te liberes de prejuicios y pidas ayuda si te ves superado por tu realidad. No veas al psicólogo como el último recurso cuando la situación ya se ha enquistado, siempre es mejor pedir apoyo desde el primer momento.
