Solo faltaba un estudio que lo corroborase: ir a conciertos te hace más feliz. Esta es la conclusión del estudio: “If you’re happy and you know it: Music engagement and subjective wellbeing“ realizado por Melissa K. Weinberg y Burwood Highway de la Universidad de Deakin (Australia). En el estudio se reafirma lo que los amantes de los conciertos y de la música ya sabíamos, ir a conciertos aporta felicidad. Los resultados de la investigación se derivan de 1.000 entrevistas a australianos y nos dicen que los niveles de satisfacción con la vida son mayores en las personas que asisten a conciertos en directo.
Además, parecen más satisfechos con su vida las personas que acuden a presenciar música en directo que los que la escuchan solos en casa, con lo que la clave de la felicidad está en compartir las emociones que desprende la música. Disfrutar de la música en compañía de otras personas beneficia el bienestar subjetivo por lo que parece ser que el factor interpersonal ejercer una ponderación muy alta en esa hipotética ecuación de la felicidad.
La música ha sido fundamental en todas las sociedades y culturas a lo largo del tiempo. Es una de las actividades que más nos hacen disfrutar y se han demostrado en múltiples estudios sus beneficios sobre la salud y el bienestar personal. La música se utiliza en diferentes terapias de solución de problemas personales, facilita las relaciones personales e incluso existen estudios que aseguran que disfrutar de la música está asociada a una menor mortalidad. Otro de los beneficios de la música y quizás el más destacado es que sirve como estrategia reguladora de las emociones, según datos de otro estudio de la Universidad de Melbourne (Australia).
| La música es un facilitador social.
Hoy en día podemos escuchar música en cualquier lugar donde estemos gracias a los avances tecnológicos y no dudamos en compartir la emoción de escucharla en nuestras redes sociales. Lo cual parece también constatar los resultados de estudio mencionado sobre la importancia de la realizar contactos interpersonales cuando hay música de por medio.
Además, participar de forma activa con la música también tiene beneficios cognitivos, según otra investigación de la Universidad de Londres. ¿Quién no canta bajo la ducha? Todos lo hacemos. Además, bailar es otra actividad asociada a la música con estos beneficios para nuestra salud mental y física, porque nos movemos. La música en solitario ya es beneficiosa para nuestro bienestar emocional pero según estos estudios la conexión social aumenta todavía más los beneficios subjetivos de la misma. La música es un facilitador social.
En el estudio de Melissa K. Weinberg y Burwood Highway se investigaron tres aspectos fundamentales:
Los participantes respondieron a una serie de preguntas telefónicas sobre estos aspectos. Se confirmó que las personas que acudían a eventos musicales acompañadas, y que además bailaban y cantaban tenían un índice de bienestar personal mayor. Participar de forma activa con la música mejora la expresión emocional y facilita el desarrollo de la confianza, la autoestima y el sentido de pertenencia grupal. Aporta mayor felicidad.
Otro de los datos importantes que reveló el estudio es el hecho de que acudir a eventos musicales implica un desembolso económico importante y puede ser solo un privilegio para algunos. De esto debe tomar nota, por ejemplo, el actual Gobierno de España. La música es cultura, no un lujo. Y además, como refleja este estudio, es ¡beneficioso para la salud! Todo ventajas. La ciencia y la psicología lo dice.
Queridas madres preocupadas por sus hijos festivaleros, no os preocupéis por ellos, están siendo felices.
Y como siempre recuerdo, y ya lo dijo Nietszche:
¿Por qué Freud odiaba la música?
20 canciones con títulos psicológicos
15+5 canciones muy psicológicas
La música en el punto de venta
Referencias: si quieres ver el artículo completo puedes hacerlo pinchando aquí.