Cada vez alargamos más nuestra calidad de vida y podemos disfrutar más de los días que nos regala. Esto es gracias a los grandes avances médicos y los medios sociales que se han instaurado en nuestra sociedad para que nuestros mayores puedan tener una tercera edad cada vez con un mayor ritmo de vida y con unas prestaciones vitales que le permitan tener esa autonomía que hace algunos años era más difícil de conseguir. A pesar de todos estos avances el deterioro físico y cognitivo prosigue y da lugar en ocasiones a enfermedades neurodegenerativas que afectan sobre todo a la edad adulta. Estos trastornos pueden debilitar la calidad de vida de las personas ya que los limitan a nivel sensorial, atencional y motriz por lo que necesitan de servicios de prevención y apoyo específicos para estos casos. Esto se consigue en parte gracias a la actuación de los centros de día de calidad como Salus Mayores donde nuestros mayores reciban la mejor atención por parte de profesionales del sector con experiencia en diversos casos de disfuncionalidad.
Los centros de día son lugares especializados en la atención sociosanitaria durante el día de las personas mayores, especialmente de aquellas que sufren algún tipo de deterioro cognitivo (demencias, Alzheimer, etc.), o algún tipo de discapacidad donde reciben atención especializada para la prevención y rehabilitación de estos problemas.
Como no podía ser de otra manera uno de los objetivos principales de este tipo de centros es mejorar la salud mental de los usuarios a todos los niveles. Además del personal sanitario oportuno del centro, existen psicólogos y neuropsicólogos especializados en acompañar al paciente durante su estancia durante el día.
Las personas que acuden a un centro de salud como parte de su proceso de prevención o rehabilitación cognitiva presentan una mejora también no solo en el plano cognitivo gracias a las actividades específicas para ello, sino que mejoran en el plano emocional y psicológico.
Esto se produce de manera similar a la de cualquier personas que realicen una actividad que mejora su bienestar personal. El hecho de movernos, de no estar en casa todo el día, de realizar una actividad física por muy pequeña que sea y que se pueda compartir durante el día con otras personas las vivencias, los progresos y alivia el sentimiento de soledad tan presente en esta edad.
Todos liberamos y equilibramos los neurotransmisores cerebrales responsables de nuestro bienestar emocional: oxitocina, dopamina, serotonina y endorfina entre otros. Todo ello de forma natural, gracias a la propia actividad, por lo que si bien estas personas ya suelen tener tratamiento farmacológicos para compensar algún tipo de estado mental como depresión y ansiedad.
Si tienes un familiar con este tipo de problemas no dudes en acudir a un centro de día para ayudarlo a mejorar su calidad de vida. Consulta las condiciones y las fórmulas necesarias para poder recibir esta asistencia y notarás la mejoría al poco tiempo. La vida es para vivirla, tengas la edad que tengas y la condición neurológica que tengas.