Salud

Consecuencias psicológicas de una negligencia médica

Una negligencia médica se define como aquella mala práctica por parte de los servicios sanitarios que atienden a un paciente debido a un error de diagnóstico o un mal procedimiento médico que produce algún tipo de daño o perjuicio sobre la salud de dicho paciente acarreando mayores lesiones, agravando su enfermedad o en los casos más graves incluso provocando la muerte. Debe considerarse la diferencia entre negligencia y el error por un accidente imprevisible y ajeno al conocimiento o procedimientos del médico.  Esta mala praxis médica puede ser ocasionada por errores no solo de médicos, sino de enfermeros u otros profesionales del sector vinculados a la atención del paciente. Pueden darse en todo tipo situaciones: lesiones perinatales; errores en la medicación; mala administración de los medicamentos, vacunas o similares;  diagnósticos incorrectos de enfermedades; errores quirúrgicos durante una operación; o por mal cuidado de las necesidades del paciente durante el proceso u hospitalización. Obviamente, las secuelas físicas suelen ser el mayor de los problemas para el que lo sufre, pero existen además costes económicos que de manera directa o indirecta le pueden afectar a su condición económica como puede ser la pérdida del empleo; o los constantes desplazamientos a consultas derivados de esa situación ajena a él. Todo este bucle de problemas convierten al paciente en doble víctima: física y psicológica. Las negligencias médicas suelen acarrear multitud de problemas emocionales y psicológicos tanto derivados de la enfermedad agravada como del estrés generado por el conflicto. El apoyo del personal sanitario y de un profesional de la psicología será de gran ayuda para aliviar el dolor producido, pero además es importante acudir a un abogado especialista en negligencias médicas para dar respuesta a los posibles procesos de demanda y asesoramiento durante todo el proceso lo cual también aliviará los daños psicológicos al conseguir tener cierto control sobre la situación y frenar los posibles daños colaterales consecuentes cuanto antes. 

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¿Cuáles son los daños psicológicos de una negligencia médica?

El sufrimiento emocional y psicológico de las personas que pasan por este tipo de casos son principalmente de tipo emocional y relacionadas con la frustración, la incertidumbre, el sentimiento de vulnerabilidad e indefensión producida por hecho totalmente ajeno a su propio control. Estrés. Dependiendo de los casos, la situación suele desbordar a la persona. El conflicto llega de repente y cuando ya tenía otro frente abierto por causa de su propia enfermedad anterior agravada ahora. Los problemas crecen y en ocasiones no se llegan a afrontar de manera correcta. Multitud de procedimientos que realizar, nuevas consultas, opiniones, gestiones y los propios problemas añadidos del entorno familiar y laboral debido al daño producido por la negligencia médica. El apoyo de profesionales como psicólogos y abogados cobra importancia para reducir este nivel de estrés a niveles normales y no desencadene en males mayores. Ansiedad. Se crea una situación de incertidumbre que genera ansiedad por la inquietud de no saber bien lo que sucederá en un futuro. La falta de control de la situación dará lugar a pensamientos irracionales, falta de sueño, irritabilidad y otros síntomas de ansiedad excesiva que puede acentuar otro tipo de enfermedades. Derivado de la ansiedad también se producirán problemas relacionados con la falta de sueño o su higiene. Indefensión. La situación de falta de control de la situación y el abandono producido junto con los problemas que se generarán ante la reclamación al servicio sanitario sin demasiada fortuna puede desencadenar en sentimientos de desesperanza o depresiónProblemas emocionales. Todos los anteriores producen mala gestión emocional o problemas para superarlo, sobre todo en los casos sin apoyos; pero además, la persona que sufre una negligencia tiene un sentimiento emocional de ira interna por lo sucedido; y resentimiento hacia el sistema sanitario o incluso a veces sobre la persona que realizó la mala praxis médica. Esta hostilidad no controlada puede afectar al autocontrol y la irritabilidad de la persona que lo sufre; que puede nublar emocionalmente de cara a la resolución correcta del conflicto. Autoestima y desconfianza. La relación con el personal sanitario y médicos puede verse deteriorada tras ceder su confianza a los profesionales que finalmente empeoraron la situación en vez de resolverla. Obviamente esta confianza hay que restablecerla para que la persona se adhiera mejor a los nuevos tratamientos terapéuticos, pierda el miedo y siga confiando en el colectivo médico de cara a su recuperación, tanto en la situación producida por la negligencia como en situaciones futuras. Todo ello puede debilitar la autoestima de la persona; que además puede verse agravada en los casos en los que se produjo un deterioro físico irremplazable por causas de errores médicos. Sin duda, las negligencias médicas son unas de las situaciones que mayores conflictos psicológicos produce en las personas que lo sufren. Por tanto, contar con una red de apoyo será clave para la mejora, tanto para la víctima como para su entorno más cercano; que en muchas ocasiones también sufren problemas psicológicos relacionados con la convivencia con la víctima o con la gestión común de todo el problema.

Iván Pico

Director y creador de Psicopico.com. Psicólogo Colegiado G-5480 entre otras cosas. Diplomado en Ciencias Empresariales y Máster en Orientación Profesional. Máster en Psicología del Trabajo y Organizaciones. Posgrado en Psicología del Deporte entre otras cosas. Visita la sección "Sobre mí" para saber más. ¿Quieres una consulta personalizada? ¡Escríbeme!