Curioseando la red me he encontrado con un interesante estudio publicado por la Universidad de Chicago en 2015 sobre los beneficios de la exposición al bilingüismo. Según esta investigación, la exposición temprana a múltiples lenguas fomenta el desarrollo de habilidades de comunicación. Además, de esto, era sabido que el bilingüismo favorece el control ejecutivo, la memoria y retrasa el deterioro cognitivo. A todo esto se le añade el beneficio social que genera el saber varias lenguas y las emociones que provoca su aprendizaje y las primeras veces que se pone en práctica.
En mi tierra natal, Galicia, podríamos decir que todos somos bilingües, ya que nacemos con dos lenguas maternas: el castellano y el gallego. ¿Podríamos decir que esto nos ha beneficiado tanto cognitivamente hablando como en nuestras interacciones sociales? Quizás no tanto que si el bilingüismo fuese con una lengua más potente a nivel mundial como el inglés. o con raíces dialécticas diferentes. Sin embargo, ¿lo bien que queda en el curriculum vitae poner que sabes dos idiomas? Esto no nos lo quita nadie. ¡Viva Galicia!
Las estimaciones dicen que más de la mitad de la población mundial es bilingüe. Para ello, transcribimos algunas preguntas realizadas al experto en psicolingüistica François Grosjean, autor del libro Life and Reality, en una entrevista concedida a Marianna Pogosyan. El artículo completo lo podéis leer pinchando aquí.
Aquí trataremos de resumir las 10 preguntas sobre el bilingüismo planteadas.
Los bilingües son las personas que utilizan dos o más lenguas (o dialectos) en su vida cotidiana.
No existe una corteza cerebral monolingüe y otra bilingüe. El cerebro utiliza las mismas estructuras neuronales y los mismos recursos para manejar ambas lenguas pero de diferentes maneras.
Según los investigadores, no existe una edad concreta para poder aprender un segundo idioma sin acento, pero generalmente se podría realizar entre los 10 y 15 años. Sin embargo, existen casos de profesores de idiomas o personas altamente motivadas que con estancias prolongadas y con un contacto intensivo con hablantes nativos han logrado convertirse prácticamente en hablantes nativos.
La mayoría de los bilingües utilizan las lenguas para propósitos diferentes o con diferentes personas. Por lo que no se tiene que ser igual de competente en ambas lenguas. La mayor fluidez en uno u otro depende de las necesidades específicas (principio de la complementariedad). Es muy raro que los bilingües tengan el mismo dominio de ambos idiomas.
La mezcla de idiomas en los niños es normal, especialmente si los padres son también bilingües. No es un factor importante, lo realmente importante es cuando se produce el aprendizaje del idioma, la estrategia utilizada y enseñarles la necesidad de cada uno de las lenguas. Aprender a usarlos en los momentos adecuados.
Aproximadamente el 64% de las personas bilingües sueñan en una u otra lengua en función del tipo de sueño que tengan. Es decir, sucede el llamado principio de la complementariedad, que quiere decir que la lengua utilizada depende de la necesidad del momento concreto. Esto mismo ocurre con los sueños, dependiendo de lo que sueñes lo harás en uno u otro idioma.
Algunos bilingües afirman ser diferentes cuando utilizan uno y otro idioma, incluso que afectan a su personalidad. Sin embargo, lo que parece ser es más bien un cambio en las actitudes y comportamientos correspondientes al contexto en el que se haya la persona, independientemente de la lengua utilizada. Pasa exactamente lo mismo en monolingües, las personas se adaptan a las situaciones, al igual que la lengua utilizada pero no por motivo de ésta.
La traducción de una lengua se produce principalmente en las primeras etapas de la adquisición del segundo idioma. Cuando una persona por fin utiliza de forma cotidiana ambas lenguas ya no se traducen o sólo en raras ocasiones.
Es un mito que las niños bilingües tenga un retraso en el desarrollo del lenguaje. No existe ninguna evidencia en este sentido pero sí se sabe que la tasa de adquisición de la lengua es la misma que la de los monolingües. En cuanto a la adquisición de léxico, vuelve a funcionar el principio de complementariedad como en los adultos. El léxico se usará en función de las necesidades y el contexto.
Son varias las ventajas: se pueden comunicar con diferentes personas y en diferentes culturas; tienen la sensación de que el conocimiento de varios idiomas les ayudará a aprender otros nuevos; el bilingüismo fomenta una mentalidad abierta; ofrece diferentes puntos de vista sobre la vida; reduce la ignorancia cultural y da mayores oportunidades de empleo y movilidad social.
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Fuente: Psychology Today
Foto: adaptada de Pixabay.com