Probablemente conoces o has conocido a alguien que tiene una forma diferente – en tu opinión – de ver y reaccionar ante el mundo. O te has preguntado sobre tus propios cambios de humor, o sobre tus propias dificultades para desprenderte de ciertos comportamientos.
¿Caracteriza esto a un trastorno de la personalidad? ¿Este comportamiento es tratable? En este artículo te cuento qué es un trastorno de personalidad, sus causas y síntomas:
El trastorno de la personalidad se refiere, en realidad, a un conjunto de trastornos. Aunque se manifiesta de diversas maneras, en cada uno de ellos las personas que lo sufren presentan patrones de comportamiento persistentes y formas de reaccionar y relacionarse desadaptativas. Suelen ser problemas a largo plazo y afectan principalmente a las relaciones personales
Aunque todavía existe cierto nivel se controversia respecto al tema, se cree que los trastornos de la personalidad se deben a una combinación e interacción entre factores ambientales y la predisposición genética. Muchos trastornos disminuyen su gravedad con el avance de la edad, pero ciertos rasgos pueden persistir, incluso acentuarse con el paso de los años y la falta de recursos.
Los psicólogos continuamos investigando y formándonos para ser capaces de ayudar a personas con trastornos de personalidad, ya que es un campo que requiere de investigación continuada y de un tratamiento científico.
Los signos y síntomas de los trastornos de personalidad suelen aparecer en la adolescencia y/o en los primeros años de la edad adulta. Suelen manifestarse a través de la autoimagen (en la construcción de la propia identidad) y a través de las relaciones.
Sin embargo, los signos y síntomas variarán según el tipo de trastorno que presente la persona. Sin embargo, los más comunes son:
Los trastornos de la personalidad se clasifican en tres subgrupos, según el último Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales (DSM-5), que reúne a los que tienen características y patrones comunes. En total, hay diez trastornos diferentes.
Los trastornos de la personalidad no tienen cura, pero sí tratamiento. Igual que cuando en un caso de depresión tratamos de erradicar por completo los síntomas de esta, en el caso de los trastornos de personalidad no se trata de eliminar la personalidad, si no de flexibilizarla.
De hecho, todas las personas tenemos muchos de los rasgos de personalidad que conforman el trastorno. La diferencia se encuentra en la rigidez. Lo que caracteriza al trastorno de personalidad es un patrón fijo en cuanto a la forma de sentir, pensar y actuar, que impide tener otros “modos” y así, poder relacionarse con flexibilidad.
Por tanto, el tratamiento lo que busca es dotar a las personas de recursos para poder adaptarse mejor y de esta manera, sufrir menos.