(Español) La meditación guiada puede ayudar a gestionar mejor nuestras emociones

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es Los datos estadísticos revelan que en la sociedad en la que vivimos están creciendo de manera alarmante el consumo de ansiolíticos y fármacos. Esto es un claro indicio del déficit en el control natural de la ansiedad por parte de la población general. Las técnicas de meditación guiada o de relajación son quizás las mejores herramientas para controlar de manera autónoma y natural estos síntomas de ansiedad que pueden afectar a nuestra vida diaria de manera muy significativa. 

La meditación guiada, una técnica de relajación que funciona

El autoconocimiento personal es uno de los pilares fundamentales para la mejora de aquellos problemas relacionados con el control emocional, como es el caso de la ansiedad, el estrés o incluso problemas atencionales. Por este motivo, las técnicas de meditación son una buena forma de conectar con nuestro interior y tomar conciencia de nuestros actos y pensamientos. Lograr este autocontrol se transfiere a una mejor gestión de conflictos y miedos irracionales con lo cual los niveles de ansiedad se van a reducir de manera natural y en consecuencia también el uso de fármacos para su control. Evidentemente, este proceso debe ser controlado por un profesional que planifique, explique y adapte las sesiones de meditación a la realidad de cada persona. El especialista será el más cualificado para combinarlo de manera correcta con otro tipo de terapia psicológica o farmacológica.La meditación exige de ciertos procesos de entrenamiento en relajación. Puede ser incluso que en los primeros momentos la persona que se inicia se sienta alterada porque no logra controlar los pensamientos intrusivos que le abordan en una situación de máxima concentración. Pero, ese es el principal motivo para entrenarse en meditación.La meditación guiada suele ser una buena fórmula para aprender desde cero a relajarse ya que durante el proceso un audio de una persona cualificada nos va indicando los pasos a seguir para conseguir el mayor estado de relajación y abstracción del mundo exterior posible. En ocasiones ese discurso va acompañado de música que crea un espacio personal único. Buscar un lugar tranquilo, mantener una postura cómoda y que permita una respiración profunda así como elegir una buena hora del día e incluso convertirla en rutina para evitar interrupciones son los mejores consejos para mejorar los resultados. 

¿Por qué practicar meditación?

Los motivos por iniciarse en la meditación son muchos. El principal es la búsqueda de ese autoconocimiento personal. Además existen otros muchos, los cuales cada día son más avalados por algunas corrientes psicológicas y estudios científicos como estímulos y estrategias para causas como: 

• Mejorar nuestro estado de ánimo general. Al autorregular emocionalmente nuestro cerebro, también se liberan los neurotransmisores culpables de nuestro equilibrio personal por lo que existen resultados en pacientes con cuadros depresivos.
• Aumentar nuestra inteligencia emocional. Tanto la empatía, el autocontrol emocional como el propio autoconocimiento son componentes básicos de la inteligencia emocional, que es de vital importancia para gestionar mejor los conflictos.
• Relajar la tensión. Tanto a nivel muscular y físico propiamente dicho como a nivel de tensión cognitiva, provocado a veces por las disonancias y conflictos mentales a los que nos enfrentamos diariamente. El estado de relajación reduce la presión sanguínea y relaja los músculos, por lo que también nos ayudará a recuperarnos de esas contracturas tan odiosas.
• Mejorar la concentración. El hecho de estar meditando está enseñando a nuestro cerebro a que aprenda a prestar mayor atención y focalización en ciertos estímulos importantes. El cerebro aprenderá a gestionar estos momentos. Por lo que esta habilidad se verá transferida a la mejora de aquellos momentos en los que necesitemos concentrarnos; como puede ser en el trabajo, los estudios o la práctica deportiva de rendimiento.
• Conciliar el sueño. Una de las razones por las que más nos cuesta dormir es por el alto nivel de estrés con el que nos vamos a la cama. Una forma rápida de aliviar estos síntomas es la práctica de la relajación en los momentos previos a acostarnos.

Otra de las razones por las que tiene tan buenos efectos aprender a relajarnos es que estas técnicas se pueden realizar en cualquier lugar;  suelen ser de poca duración cada sesión; e incluso cuando conseguimos tener un nivel alto de aprendizaje seremos capaces de realizar la meditación en los lugares más inverosímiles. Hasta en el metro o durante un viaje de trabajo seremos capaces de meditar y aprovechar mejor nuestro tiempo.