El término depresión es utilizado en muchas ocasiones de forma demasiado genérica para referirnos a cualquier estado de ánimo vinculado a la tristeza extrema. La salud mental es un tema serio y debemos tratarlo como tal aprendiendo a diferenciar entre diferentes tipos de trastornos depresivos y saber cuando se considera como tal.
¿Tengo depresión o distimia?
O quizás ninguna de las dos. No debemos confundir las emociones de tristeza normales e incluso necesarias con problemas mayores que generan trastornos depresivos que necesitan de un tratamiento especializado. Vamos a intentar explicar la diferencia en este aspecto entre distimia vs depresión mayor para aprender más sobre estos trastornos depresivos y evitar confusiones. La depresión y la distimia son ambos trastornos del estado de ánimo de tipo depresivo que presentan similitudes pero que deben ser considerados como diferentes. En la distimia existe una afectación de intensidad menor que en la depresión severa, siendo esta la principal diferencia.
Distimia o Trastorno Depresivo Persistente
La distimia es un trastorno depresivo que consiste en largos periodos de tristeza profunda durante la cual la persona siente que no tienen salidas claras en su vida o una sensación de estar en un pozo, pero a pesar de la falta de motivación continúa con sus tareas habituales. Es como un estado melancólico persistente. Es el caso por ejemplo de una persona que lleva mucho tiempo en una rutina de trabajo y personal, sin motivaciones extra y que continúa con su vida con resignación persistente. De hecho, en el nuevo DSM-5 (Manual Diagnóstico de Trastornos Mentales) a la distimia se la ha renombrado como Trastorno Depresivo Persistente, siendo sus síntomas los siguientes:
- Ocurre a lo largo de la mayoría de los días y de manera persistente durante al menos 2 años.
- Presencia de al menos dos de las siguientes circunstancias, y nunca ha estado sin estos síntomas por más de 2 meses seguidos:
- Falta de apetito o comer en exceso.
- Insomnio o hipersomnia
- Baja energía o fatiga.
- Baja autoestima.
- Dificultad para concentrarse.
- Sentimientos de desesperanza.
Estos síntomas no deben ser vinculados a otro tipo de trastornos o problemáticas fisiológicas adicionales.
Trastorno Depresivo Mayor
En este caso, según el DSM-5, el trastorno depresivo mayor presenta los siguientes síntoma, y al menos 5 de ellos durante un período mínimo de 2 semanas:
- Síntomas principales
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día.
- Marcada disminución del interés o placer por casi todas las actividades.
- Otros síntomas:
-
- Falta de apetito o aumento del mismo.
- Insomnio o hipersomnia.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Capacidad de concentración reducida.
- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados.
- Agitación o retardo psicomotor.
- Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.
Es importante recordad que estos trastornos depresivos tienen su causa principal en la disminución del neurotransmisor serotonina (entre otros) que puede darse por diferentes factores (genética, estrés, enfermedades, cambios hormonales, o dificultades persistentes como mala alimentación, falta de luz, aislamiento, sedentarismo o adicciones.
Diferencias entre distimia y depresión mayor
Tras las definiciones anteriores de depresión mayor y distimia (trastorno depresivo persistente) podemos dilucidar las diferencias básicas, centradas en los tres últimos síntomas presentes en la depresión mayor que no se dan en la distimia y duración de los trastornos y episodios.
- Duración: el Trastorno Depresivo Mayor tiene una duración mínima de 2 semanas a partir de las cuales se puede ya realizar diagnóstico. En cambio en la distimia la duración mínima deben ser 2 años (1 año para niños y adolescentes).
- Episodios: en la depresión mayor pueden existir diferentes episodios de 2 semanas de duración mientras que en la distimia no existen.
- Intensidad: en la distimia aunque su duración es mayor la intensidad es menor por lo que se podría decir que la distimia es un trastorno menos grave pero más crónico por lo que debe ser tratado también como trastorno dándole la importancia necesaria para acudir a un profesional igualmente.
- Interferencia con la vida: una persona con depresión mayor ve afectada mucho más su vida que una persona con distimia ya que es más incapacitante que ésta. La persona con depresión mayor tiene mayores dificultades para llevar a cabo sus tareas diarias básicas: acudir al trabajo, levantarse de la cama, ducharse, salir a la calle, ir a la compra, etc. La persona con distimia sí suele ser capaz de realizar las tareas, aunque muchas de ellas las haga con desgana.
- Síntomas diferentes: según avanzamos, en la depresión se dan más casos de sintomatología relacionada con agitación motora, sentimientos de inutilidad o culpa o lo que es más grave una persona sumida en una depresión mayor puede llegar a desarrollar ideas suicidas recurrentes.
Conclusión
La salud mental es algo muy serio la cual debemos cuidar y estar atentos también a este tipo de síntomas en las personas que nos rodean para poder proporcionar la ayuda y prevención necesaria para evitar un trastorno mayor como sería pasar de una distimia a una depresión mayor. Sin embargo, la distimia es uno de los trastornos más comunes en nuestra sociedad por la falta de motivaciones, intereses en muchas cosas motivados por situaciones laborales, económicas y personales no deseadas que llevan a las personas a vivir por vivir con un decaimiento del estado de ánimo progresivo. Por eso, la distimia debe ser también tenida muy en cuenta para no naturalizar y cronificar esa situación melancólica que parece bloquear nuestro desarrollo como personas y por tanto mejorar nuestro bienestar personal y mental ReferenciasAmerican Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
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