Saúde

(Español) Psicofármacos y su comorbilidad con otras patologías

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En medicina cobra vital importancia la correcta prescripción de los fármacos o psicofármacos correctos para aliviar o corregir los problemas de salud concretos, pero también considerar los posibles efectos secundarios y cómo puede afectar la comorbilidad de determinadas patologías con, por ejemplo, algunos trastornos psiquiátricos.

Los médicos especialistas en farmacología y en psicofarmacología deben conocer esta realidad y saber que existe un porcentaje muy elevado de pacientes médicos con problemas psiquiátricos. Se estima que un 30% para pacientes ambulatorios y de casi el 50%  en pacientes hospitalizados (Silva, 2017). Estos riesgos se verán cada vez más minimizados con la cada vez mejor formación t actualización tanto de los profesionales sanitarios especializados y farmacéuticos como de la correcta preparación en la gestión de farmacia para que los fármacos lleguen en las dosis correctas para cada caso particular de la manera más eficiente.

¿Qué es la psicofarmacología?

La psicofarmacología es la especialidad científica que estudia el efecto que tienen determinados fármacos sobre los neurotransmisores cerebrales que afectan a nuestra conducta o provocan determinados trastornos psíquicos y mentales.

La terapia con psicofármacos suele recomendarse combinada el tratamiento conjunto de un psicólogo clínico para realizar un seguimiento de la evolución del paciente con la medicación recetada.

¿Cómo actúan los psicofármacos?

El objetivo de los psicofármacos es modificar los efectos de los neurotransmisores cerebrales bien reduciendo su concentración o bien bloqueando los receptores sobre los que intervienen para así conseguir un equilibrio que mejore el estado mental del paciente. Pueden actuar tanto a nivel de la corteza cerebral como en estructuras encefálicas más profundas llegando a controlar  o incluso curar algunos síntomas de los trastornos mentales.

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Tipos de psicofármacos

Para cada patología se necesita un psicofármaco específico, por lo que se dividen en cuatro grandes grupos principales (entre paréntesis algunos de sus principales usos):

  1. Neurolépticos o antipsicóticos (psicosis, fases maníaco-depresivas, psicosis tóxicas, etc.)
  2. Ansiolíticos y sedantes (ansiedad, insomnio, etc.)
  3. Antidepresivos (depresión).
  4. Estabilizadores del estado de ánimo o antirrecurrenciales (trastornos del ánimo, bipolaridad, trastorno límite de la personalidad, etc.)

Psicofármacos con menor riesgo según la patología médica

Como ya avanzamos, la comorbilidad entre patologías mentales y otras patologías médicas se supone entre un 30% y 50% dependiendo de si los pacientes son ambulatorios y hospitalizados. Es una probabilidad demasiado alta como para no tenerla en cuenta a la hora de prescribir medicación para unos y otros. Los casos más frecuentes son los casos asociados a trastornos de ansiedad y depresión (Silva, 2017).

Un estudio de la Universidad de Chile de 2017 se vincula esta comorbilidad más concretamente en un 20% en pacientes de cardiología, un 25% de nefrología y un 30% con patologías hepáticas.

Según los datos de este estudio los psicofármacos con menor riesgo en función de estos tres tipos de patologías médicas son los que siguen:

Patología hepática

  • Antidepresivos: ISRS (paroxetina, sertralina, escitalopram), ISRSN (desvenlafaxina)
  • Antipsicóticos: Haloperidol, sulpiride, amisulpride.
  • Estabilizadores del ánimo: Litio
  • Ansiolíticos: Lorazepam.

Patología cardíaca

  • Antidepresivos: ISRS (escitalopram, sertralina)
  • Antipsicóticos: Haloperidol.
  • Estabilizadores del ánimo: Valproato, carbamazepina, lamotrigina.
  • Ansiolíticos: Benzodiacepinas, zolpidem, buspirona.

Patología Renal

  • Antidepresivos: ISRS
  • Antipsicóticos: Haloperidol, olanzapina
  • Estabilizadores del ánimo: Valproato, carbamazepina, lamotrigina.
  • Ansiolíticos: Lorazepam, zopiclona

La complejidad que adquiere acertar con la mejor medicación para el paciente exige que se siga investigando en este campo y actualizándose por lo que lo que en estos estudios hoy se cita como más eficiente puede ser que en un futuro próximo difieran tras revisión más ajustadas. Acuden siempre a profesionales sanitarios que tengan una base científica y receten bajo la misma los fármacos más adecuados para cada caso. En nuestro cerebro está la clave de nuestro bienestar, cuidemos de él.

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Referencias:

Silva, H. (2017).  Psicofármacos y patología médica. Revista Médica Clínica Las Condes. 28(6) pp. 830-834. Recuperado de https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2017.09.002

Iván Pico

Director y creador de Psicopico.com. Psicólogo Colegiado G-5480 entre otras cosas. Diplomado en Ciencias Empresariales y Máster en Orientación Profesional. Máster en Psicología del Trabajo y Organizaciones. Posgrado en Psicología del Deporte entre otras cosas. Visita la sección "Sobre mí" para saber más. ¿Quieres una consulta personalizada? ¡Escríbeme!