Mejorar
las condiciones de nuestro entorno laboral se ha convertido en una de las principales metas de cualquier empresa. Y no solo por el beneficio en sí mismo aportado a sus trabajadores, que también, sino porque unas mejores condiciones de trabajo y un ambiente laboral sano repercute en la propia productividad de la empresa. Es decir, invertir en tus trabajadores es hacerlo en tu compañía. Dicho esto, el actual proceso de digitalización y el formato online nos están aportando multitud de herramientas a tener en cuenta para gestionar de una forma más correcta y sana el ámbito empresarial. ¿El último ejemplo?, ¡la retribución flexible!
¿En qué consiste la retribución flexible?
La retribución flexible es un sistema de retribución que ofrece al trabajador la posibilidad de distribuir el cobro de su salario en parte en efectivo y en parte a través de productos o servicios ofrecidos por su propia empresa.
Un movimiento lógico si tenemos en cuenta que cada vez pasamos más tiempo en nuestro lugar de trabajo.
Pagar la guardería de los peques, cursos de formación, seguros, comidas o el transporte público. Las posibilidades, y beneficios empleados, que esta herramienta aporta a nuestras expectativas como trabajadores son casi infinitas.
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El secreto está en el ahorro
Todo esto está muy bien, pero… os preguntaréis qué ventajas tiene la retribución flexible más allá de la comodidad y la simplificación de los procesos de compra o adquisición de determinados servicios. Pues vamos a ser muy claros. ¡El ahorro!
Una de las mayores demandas de los trabajadores, junto al teletrabajo y la flexibilidad horaria, es que su empresa le ofrezca algún tipo de retribución en especie. Algo totalmente canalizable a través de esta modalidad.
Por un lado, adquirimos bienes o servicios a un precio inferior al de mercado. Por otro, al pagarlos con este sistema quedan exentos de IRPF. Pudiendo, de esta forma, sacar el máximo partido a nuestro sueldo.
Todo son ventajas
Y las ventajas de la retribución flexible no se quedan, ni muchísimo menos, en el ahorro o en la comodidad y las facilidades que dicho sistema otorga. Por un lado, logra crear un fuerte vínculo entre empleado y empresa, mejora considerablemente el ambiente laboral y por ende la productividad, lograr alcanzar un plus motivacional o su flexibilidad de uso son otros de sus muchos rasgos definitorios a tener en cuenta.
El futuro ya está aquí
Si os decimos que, a día de hoy, más del 70% del total de empresas existentes hacen uso de la retribución flexible, la conclusión parece clara. Este tipo de retribución ha venido para quedarse. Y es que todo parecen ventajas para un sistema que, como ya hemos comentado unas líneas más arriba, gira en torno a tres pilares fundamentales:
– Mejora el vínculo motivacional existente entre empresa y trabajador.
– Logra aumentar el salario neto de los propios empleados.
– Mantener intactos los costes salariales de la empresa.
Vamos, lo que viene siendo un bueno, bonito y barato en toda regla que, además, repercute positivamente en todas las partes implicadas en el proceso.
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