En este otro artículo hablábamos sobre la relación entre la motivación en el juego y las goleadas en el deporte y resultados abultados. Ahora toca dar paso a dar soluciones pero incidiendo en que de lo que se trata no es de evitar en sí la goleada sino de conseguir que el niño aprenda durante el juego de forma independiente al resultado. Los goles son el refuerzo negativo (goles en contra) o positivo (goles a favor) pero el refuerzo de la propia práctica deportiva debe tener un valor mayor a este para que no afecte psicológicamente o produzca el abandono deportivo.
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¿Por qué se producen goleadas?
Antes de empezar con algunas soluciones o medidas vamos a plantearnos la pregunta sobre su origen, estos son algunas de las causas que producen goleadas.
Nivel competitivo: escuela vs. actividad extraescolar.
En general las goleadas se producen porque dos equipos de diferentes niveles competitivos se enfrentan entre sí. Esto puede ser debido a que existen dos tipos de equipos: las escuelas de formación y los equipos de actividades extraescolares. En los primeros los niños proceden de diversos lugares y se llegan a formar incluso selecciones de niños que quieren jugar y mejorar como objetivo. En los segundos casos, la actividad tiene un carácter más lúdico-social y se limita en muchas ocasiones a los niños de la propia clase o el colegio. Como en la selección natural, las probabilidades de crear un equipo de buen nivel competitivo se reducen.
Desarrollo psicomotor.
Relacionado con esta causa, está que las categorías deportivas no se corresponden con la edad biológica del niño por lo que el desarrollo psicomotor es diferente y evidente. Las diferencias físicas y marcan las diferencias sobre todo en edades comprendidas entre los 6 y los 13 años.
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Formación del entrenador.
Otra causa, que por desgracia queda en segundo plano en demasiadas ocasiones, es la formación de los propios entrenadores. Crear buenas sesiones de entrenamiento, objetivos y todo ello con cierta planificación bajo una metodología de enseñanza-aprendizaje es fundamental para que se produzca la mejora competitiva. Si juega un equipo estructurado y planificado contra uno que solo pone a sus jugadores en el campo parece lógico que se produzca la goleada. Y sí, si entrenas a un equipo de un colegio también puedes planificar. Y sí, el partido del fin de semana también debe de ser entendido como un entrenamiento, un entrenamiento del juego real en el que poner en práctica los contenidos trabajados durante la semana con los jugadores.
Medidas para prevenir goleadas en el deporte.
Prevención
. Esta es la palabra clave para tomar cualquier medida. En muchas ocasiones se trata de maquillar un resultado a posteriori cuando lo que hay que hacer es planificar y prevenir para que el aprendizaje sea el correcto sin que el resultado sea lo importante.
Las medidas que se deben tomar para prevenir goleadas deben ser tomadas de manera que no desvirtúen el orden natural del juego o lo hagan en la menor medida posible. Se pueden adaptar medidas a las edades de los jugadores, pero siempre que sea para favorecer el transcurso del partido.
Formación y desarrollo técnico-táctico.
Repetimos, lo más importante es tener entrenadores que entiendan los partidos de base como parte de la formación. Se deben plantear objetivos a cumplir en cada partido y utilizarlos también para los casos en los que se juega ante un rival muy inferior. Por ejemplo: jugar con pierna no dominante, trabajo de aspectos del juego (pared, paralela, diagonal…), limitar el número de toques de balón, jugar con el portero, trabajar espacios libres, etc. Eso sí, en algunas ocasiones cuado la diferencia es muy amplia aplicar ciertos criterios pueden beneficiar el objetivo del gol, pero recordemos que hay otras objetivos además de la finalización. Lo que nunca se podrá es limitar el disparo a un jugador en situación de tiro. Eso afectaría al orden natural del juego. Si llegas a zona de finalización lo natural es marcar. Además, es lo más respetuoso para el rival.
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Sistema de puntos.
Este es sin duda el sistema que más me gusta personalmente. Se trata de jugar los partidos divididos por cuartos independientes en los que por muchos goles que se marquen solo sumarán un punto. Es decir, si juegas a fútbol sala se puede dividir el partido en cuatro cuartos de 10 minutos, por lo que el resultado final será siempre como máximo de 4-0. Es un sistema que mantiene motivado a los jugadores ya que cada cuarto es un nuevo incentivo para el jugador en el que puede empezar de nuevo. Se pueden trabajar diferentes objetivos por cuartos e incluso combinar jugadores. En edad prebenjamín o incluso benjamín es un buen sistema a aplicar. Algunas federaciones ya aplican este tipo de reparto del tiempo y putos con mucho éxito, como por ejemplo el fútbol sala en Galicia para categoría prebenjamín.
Modificación de reglas del juego.
Otra opción es limitar en ciertas categorías algunos aspectos del juego, como la presión al rival. No permitir presionar hasta que el portero saque o se rebase cierta línea del terreno de juego. Esto siempre debe ser entendido como formativo. Es decir, se puede trabajar el repliegue, la ocupación de espacios o el trabajo de líneas defensivas. Es decir, no entendido como medida solo mitigadora de goles sino para el trabajo táctico y mejorar aquellos partidos con juego desestructurado. Todo esto debería salir del propio entrenador sin que fuera necesario aplicar la medida de manera reglamentaria.
Estructurar las competiciones por año de nacimiento.
Si todos los niños juegan con los niños de su misma edad es evidente que esto igualaría los partidos ya que las diferencias psicobiológicas no son tan amplias. Las categorías en la mayoría de los deportes están estructuradas de 2 en 2 años para facilitar la realización de las competiciones. Esto no se puede llevar a la práctica en demasiadas ocasiones debido a la imposibilidad de crear equipos de esas características. Sin embargo, las escuelas que trabajan con una base metodológica suelen repartir a sus jugadores en los equipos por año de nacimiento para favorecer su desarrollo a lo largo de etapas formativas coherentes a la edad.
Equilibrar las ligas.
Las federaciones deben proponer sistemas que equiparen a los equipos. Una buena fórmula de hacerlo es mediante la disputa de fases previas en grupos que generen divisiones por niveles que incluso pueden ser preestablecidas con cabezas de serie. Todo esto hablado y valorado con los entrenadores que deben actuar de forma ética y formativa acorde al sistema de competición.
Limitar el número de goles.
Sinceramente, esta medida más que una solución es un maquillaje. Volviendo a lo ya hablado anteriormente, el resultado no es el fin sino la consecuencia del juego. Si un equipo está apabullando y humillando a un rival y encima en la prensa no se va ver eso reflejado parece que no estamos ayudando a que las medidas para evitarlo sean naturales. De todas formas, puede ser una buena medida si es entendida como la eliminación de un refuerzo para esa gente que sigue creyendo que el resultado es el objetivo. Si se les quita ese incentivo quizás repartan mejor los minutos de juego entre los niños pero no lo tengo del todo claro. Eso sí, esta medida debe ser tomada siempre por igual y para todos los partidos de una misma competición, establecido por reglamento. De no ser así, no se puede maquillar un resultado. Estás beneficiando casi más al que ha metido la goleada.
Cerrar el acta.
En algunos deportes, como el baloncesto, se utiliza un sistema en el que al llegar a una diferencia elevada de tanteador el acta del partido se cierra con ese resultado e incluso se juega el partido a tiempo corrido. Con esto último no estoy para nada de acuerdo. El partido es un entrenamiento, ¿por qué tengo que entrenar menos aunque vaya perdiendo de paliza? Siempre habrá cosas que aprender, siempre.
Charlas previas y convocatorias de jugadores.
Esto entra dentro de la planificación. Si sabemos que vamos a jugar contra un rival muy inferior quizás sea buen momento para dejar a nuestros mejores jugadores fuera de la convocatoria, de manera natural. Lo suyo sería tener un sistema de convocatorias por rotaciones en las que el entrenador deberá planificar cuando dejar a unos u a otros jugadores. Antes de los partidos con mucha diferencia, tanto si es a favor como en contra, se debe mantener una charla con los jugadores sobre el tipo de partido y objetivos a conseguir.
Dentro de las charlas, podemos incluir las charlas formativas a los padres que de forma periódica se les debe hacer entender el funcionamiento metodológico de nuestro sistema de enseñanza para que sepan también como actuar ante este tipo de partidos para motivar a sus propios hijos. ¡El resultado no es el fin es la causa!
También podemos hablar con el entrenador rival para saber como hacer las alineaciones e incluso con el árbitro. Recordemos que se trata de formar y no somos enemigos de nadie.
Fair Play
Al iniciar el partido y terminar el mismo debe existir la cordialidad entre equipos y el equipo que ha goleado debe acercarse al rival para apoyarlo en la derrota y quitarle ese peso del resultado. El entrenador es vital en esto y debe ser el primero en dar ejemplo. Se puede terminar un partido goleando pero dando muy buena imagen, solo depende de la actitud que se tenga en el campo, tanto durante el juego como cuando termina. Saludar al público, reunir a todos los jugadores rivales incluidos y fomentar así el compañerismo que además ayuda a quitar importancia al resultado. Estos gestos también son un refuerzo positivo para los jugadores a pesar de la derrota.
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Esto solo es una exposición y algunos ejemplos de estrategias y medidas, existen muchas más fórmulas. Agradezco que se comparta en los comentarios las críticas y opiniones al respecto, cuantas más ideas más soluciones.
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