Las técnicas para aprender a ser asertivo pueden ayudar a comunicar aquello que se piensa y se siente, de una forma apropiada.
La asertividad es una habilidad que nos permite expresarnos con claridad y defender nuestro puno de vista, respetando aquello que los demás creen.
Hay quienes tienen dificultad para hacer valer su derecho a expresarse, como las personas tímidas, que prefieren guardar silencio; las personas que colocan los intereses de los demás por delante; quienes temen ser rechazados o los que tienen miedo al qué dirán.
Asimismo, hay quienes tienen una asertividad muy pobre y se comportan de forma agresiva, defendiendo sus derechos, pero vulnerando el de los demás. Por ello es tan importante mantener un equilibrio.
En este sentido, algunas técnicas para aprender a ser asertivo resultan útiles para tener una buena comunicación.
Técnicas para aprender a ser asertivo
Algunas técnicas para aprender a ser asertivo que podemos poner en práctica son las siguientes:
- Técnica del disco rayado: consiste en expresar un punto de vista de forma repetida, sin cambiarlo. Esta técnica ayuda a tener control sobre lo que se dice, sin permitir que la persona que escucha pueda alterar el contenido o desviar del tema principal.
- Técnica de aplazamiento asertivo: cuando una persona está enfadada, puede aplazar la exposición o discusión de su punto de vista para otro momento en el que sienta más tranquilidad y pueda responder mejor.
- Técnica del banco de niebla: se trata de aceptar una parte del argumento del otro, es decir, se le concede razón en algún punto, pero se expresa que se piensa diferente y se procede a exponer las ideas de forma tranquila.
- Fraccionar los temas: consiste en centrarse en el punto que se discute, sin permitir que ocurra una desviación del tema central. Se dice: “¿Qué tiene que ver… con…? Así, el interlocutor tendrá que enfocarse en el asunto principal.
- Relativizar, o aserción negativa: consiste en restar importancia al problema sobre el cual se discute para que este pierda peso. Por ejemplo, al preguntar: ¿realmente es tan grave lo sucedido como para estar discutiendo?
- La pregunta asertiva: al recibir una crítica, se pregunta a la persona a qué se está refiriendo, por ejemplo: ¿a qué te refieres al afirmar que no soy responsable? La respuesta permite hacer una corrección –en caso de ser necesario-, o exponer la verdad sobre el asunto.
- Técnica de la autorrevelación: se trata de dar a conocer aspectos de la personalidad, tanto positivos como negativos, para hacer saber que se está consiente sobre ello y que no hay posibilidad de ser manipulado.
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Consejos para mejorar la asertividad
Además de estas técnicas para aprender a ser asertivo, hay otros consejos que también pueden ayudar, tales como:
- Fijarse metas pequeñas: comenzando por dar a conocer la opinión al círculo más cercano, como familiares, pareja o amigos, hasta sentirse más cómodo y llegar al punto de expresarse delante de otros.
- Aprender a decir ‘no’: sin sentirse mal, sin culpas y sin juzgarse. El decir un ‘no’ como respuesta no implica que se es una mala persona, sino que es necesario establecer límites para salvaguardarse.
- Cambiar los pensamientos: en lugar de pensar: “soy una mala persona porque le dije que no podría acompañare”, cambiarlo por: “Hoy estoy muy ocupado y es imposible abandonar mis ocupaciones”:
Ser asertivo permite tener buenas relaciones con los otros, así como también nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos, fortalecer nuestra autoestima y sentir confianza en nuestras interacciones cotidianas.
Es una capacidad muy útil no solo a nivel personal, sino también en la esfera laboral, un escenario en el que muchas veces es necesario demarcar el espacio personal para evitar abusos.
Hay mucho que aprender cuando se gestionan conversaciones con opiniones opuestas, gracias por tan buen artículo.