Como seres humanos necesitamos estar en movimiento para desarrollarse y mantener las funciones biológicas, pero además lo necesitamos para el desarrollo cognoscitivo y el desarrollo de las capacidades intelectuales. Muchos autores han investigado qué es lo que motiva al ser humano ya no solo a moverse como necesidad  básica, sino qué es lo que nos motiva a hacer deporte o actividad física.

Motivos directos e indirectos para la práctica deportiva.

Para Rudik (1988), existen motivos indirectos y directos para hacer deporte. 

Motivos directos

1. El sentimiento especial de satisfacción que experimenta el deportista por la manifestación de la actividad muscular (aumento de serotonina).

2. El placer estético, derivado de la belleza y ligereza de los movimientos propios. Solo hay que entrar en Instagram para ver las fotos de la gente en el gimnasio “luciendo” cuerpo orgullosa. 

3. La aspiración a parecer audaz y decidido a realizar ejercicios difíciles y peligrosos. Tendemos siempre a querer ser mejore en todo aquello que hacemos, ya sea deporte o hacerse una tortilla de patatas. 

4. Los elementos de competición que constituyen un aspecto importante y obligatorio del deporte. El tener un orden y disciplina nos hace más ordenados mentalmente y eso refuerza la realización del deporte. 

5. El deseo de alcanzar resultados, records y de conseguir la victoria.  Sí, ganar le gusta a todo el mundo. 

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Motivos indirectos

1. La aspiración de ser fuerte, vigoroso y sano.

2. El deseo de prepararse para la actividad práctica.

3. La comprensión de la importancia social de la actividad deportiva.

Otros autores, como el psicólogo ruso Bologachevski expone que los motivos que empujan a los jóvenes a la actividad deportiva tienen una estructura más compleja pero también coincide en que todos están relacionados con la satisfacción, el resultado en la adquisición de habilidades y con las perspectivas de mejora de la salud o trayectoria personal (preparar oposiciones, ser entrenador, deportista profesonal, etc.)

Autores como Palaima, hablan de la atracción emocional inmediata como principal motivador de la práctica deportiva. En cuanto a la actividad competitiva existen motivos de orden moral (deber, colectivismo, patriotismo), esfuerzo hacia la autoafirmación, motivos relacionados con el entrenamiento, motivos estéticos y motivos relacionados con el deseo de obtener privilegios.

Fases del desarrollo de la motivación hacia la actividad deportiva

Existen tres fases en el proceso, según el enfoque clásco de A.Z. Puni: 

1. Fase inicial. En esta fase actúan tres tendencias fundamentales que son:

• La atracción emocional del ejercicio físico.
• El cumplimiento de obligaciones.
• La necesidad de la actividad condicionada por la forma de vida.

2. Especialización y elección. Surgimiento y desarrollo del interés por un deporte concreto. Por la revelación de facultades para el mismo y la aspiración a desarrollarlas, la saturación de emociones experimentadas por el éxito deportivo y la ampliación de conocimientos especiales de técnica.

3. Maestría. En esta última fase los motivos específicos son:

• Aspiración a mantener la maestría adquirida y conseguir mayores éxitos. Los jugadores del F.C. Barcelona son maestros de su deporte pero parece que no se cansan de ganar títulos. 
• La aspiración a servir al país con los éxitos deportivos y conseguir nuevos récords. ¿Qué jugador profesional no quiere ir a la selección?
• La aspiración a contribuir al desarrollo del deporte elegido y transmitir la experiencia a los jóvenes deportistas. Existen multitud de casos de ex-deportistas profesionales que se convierten en entrenadores y para ello necesitan seguir mejorando sus conocimientos y para ello no cesan su actividad aunque sea a menor nivel, pero sí intentando mejorarla. 

En otros artículos profundizaremos sobre las diferencias entre motivación intrínseca y extrínseca, como lograr aumentarla y el papel que tiene el entrenador como motivador de sus deportistas, respuestas dadas por la psicología deportiva.

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